Mons. Stanislaw Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos Bishop Stanley Rylko, President of the Pontifical Council of the Laity Bischof Stanislaus Rylko, Präsident des Päpstlichen Laienrates
P. Freeman SAC, Superior General Fr. Freeman SAC, General Superior P. Freeman SAC, Generaloberer
San Vicente Pallotti con la imagen de la Virgen en su mano derecha St. Vincent Pallotti with the picture of Our Lady in his right hand Hl. Vinzenz Pallotti mit dem Bild der Muttergottes in der rechten Hand
San Lorenzo en Damaso, lugar donde Pallotti fuera bautizado San Lorenza in Damaso, church where Pallotti was baptized Taufkirche von Vinzenz Pallotti, San Lorenza en Damaso Fotos: Archiv

ROMA, P. Alberto Eronti. El 24 de enero la familia pallottina de Roma concluyó las celebraciones en honor de San Vicente Pallotti, iniciadas el día 21. Se trató de una Eucaristía celebrada en la Iglesia de San Lorenzo in Damaso, lugar donde Pallotti fuera bautizado un día después de su nacimiento.

Poco a poco nos fuimos encontrando en la sacristía y la sala capitular de la parroquia los sacerdotes concelebrantes, 41 en total. El sentido de la Misa fue agradecer a la Iglesia y al Santo Padre el reconocimiento de la Unión del Apostolado Católico como Asociación Pública e Internacional de Fieles, de derecho Pontificio, como también la aprobación de su Estatuto General, "ad experimentum", por un período de cinco años.

La idea central del Apostolado Católico

Ya antes de iniciarse la ceremonia se escuchaba el coro de la Asociación que cantaba acompañado por guitarras. A la izquierda del altar mayor, se veía un cuadro grande de San Vicente Pallotti con la imagen de la Virgen en su mano derecha, gesto que habla de su manera de hacer apostolado de la mano de María, "la gran Misionera, la que obra milagros". La Misa fue presidida por Mons. Stanislaw Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Una miembro de la Asociación dio la bienvenida al Obispo y a todos los participantes, recalcando el sentido y valor de la celebración. Tras el anuncio de la Palabra de Dios, vino la homilía. En ella Mons Rylko fue desgranando, con gran cariño y entusiasmo, una serie de pensamientos e ideas centrales del Apostolado católico tal como Pallotti lo imaginara hace casi 200 años.

La intuición de San Vicente Pallotti - adelantando la doctrina del Concilio Vaticano II

Comenzó señalando el largo camino recorrido por el carisma pallottino, y cómo se sostuvo en el tiempo por la sencilla razón de que se había adelantado al mismo. La doctrina del Concilio Vaticano II y las Cartas del Papa Juan Pablo II sobre el apostolado de los laicos, como también la enorme cantidad de Movimientos y Comunidades Nuevas surgidas en la Iglesia a lo largo siglo XX, no hacen sino confirmar la validez de aquella intuición claramente carismática. Pallotti imaginaba que la Asociación tendría que "brillar como una luz" en el mundo; que sus miembros deberían distinguirse por la vivencia intensa de la caridad, inspirados en el himno de San Pablo al amor. Que la participación del laicado en el apostolado de la Iglesia se hace hoy imprescindible dada la carencia de vocaciones sacerdotales y religiosas. Por ello Monseñor Rylko les instó a fascinarse, a maravillarse por el carisma recibido y vivir el amor sin medida, según el mandato de Jesús. Con un tono de voz intenso e imperativo, dijo: "También a la Asociación del Apostolado Católico el Papa les dice: ¡Duc in altum!, ¡boguen hacia lo profundo-naveguen mar adentro!". Se trata, recalcó, de animarse a vivir el heroísmo del amor que es la santidad. Sin duda, el carisma de San Vicente Pallotti adquiere hoy una actualidad y urgencia más intensa y hay que vivirlo según las palabras de San Pablo, que tanto amara Pallotti: "La caridad de Cristo nos urge". Sí, se trata de una verdadera hora de amor y se trata del "amor más grande".

El criterio clave: no sólo válido, sino una respuesta al momento actual de la Iglesia y el mundo

Al final de la Eucaristía, la Comunidad de los Padres Pallottinos, los miembros de la Asociación y todos los presentes, renovamos el compromiso apostólico. Tras impartir la bendición final, Mons Rylko, realizó un verdadero "envío", repitiendo las palabras: ¡Duc in altum!" y "¡Caritas Christi urget nos!". El canto final fue en honor de María, Reina de los apóstoles. Así terminó todo, pero también todo comenzó, como dijo el Padre S. Freeman, Superior General de los Padres Pallottinos, al despedirnos, ya que se trata de aprovechar intensamente los próximos 5 años, a fin de probarse ellos y probar a la Iglesia que el carisma recibido no sólo es valido, sino que es una respuesta al momento actual de la Iglesia y el mundo.