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 published: 2003-12-30

Sí ¡aquí hay lugar!

Navidad en verano: una fiesta de puertas abiertas. Impresiones de la Navidad en algunos Santuarios de Schoenstatt en Bolivia, Chile, Paraguay, México, la Argentina...

Pesebre al lado del Santuario en Ciudad del Este, Paraguay.

Crib near the Shrine at Ciudad del Este, Paraguay.

Krippe neben dem Heiligtum in Ciudad del Este, Paraguay.

 
 

El camino de los pastores y reyes

Shepherds and kings are approaching

Hirten und Könige kommen zur Krippe

 
 

Flores de Belén

Flowers of Bethlehem

Blüten rund ums neue Bethlehem

Fotos: Cabral © 2003

 
 

Misa de Navidad en el Santuario de Monterrey, México

Christmas Mass in the Shrine in Monterrey, México

Weihnachtsmesse im Heiligtum von Monterrey, Mexiko

Foto: Montemayor © 2003

 

Nacimiento en el Santuario de Pozuelo, Madrid, España

Crib scenery in the Shrine in Pozuelo, Madrid, Spain

Krippe im Heiligtum von Pozuelo, Madrid, Spanien

Foto: Diez © 2003

 
 

Santuario de Campanario, Chile

Shrine in Campanario, Chile

Heiligtum in Campanario, Chile

Foto: Ortiz © 2003

 

 

 

INTERNACIONAL, mkf. "Pensamos en aquella noche de Belén, cuando alguien les respondió a María y a José: "NO HAY LUGAR", y reflexionamos ¿cuántas veces con nuestros pensamientos, y actitudes, con nuestros  gestos y sentimientos, le habremos dicho también al Señor de la Vida: no hay lugar?" escriben Melba y Pedro López, de Corrientes, Argentina, en su saludo navideño. "Hoy hemos optado alegremente y llenos de confianza,  por acoger al indefenso Niño Dios. Le imploramos a su dulce Madre que nos enseñe a recibirlo cotidianamente y así cada día decirle con decisión: "SEÑOR, TIENES TU LUGAR EN MI CORAZON... EN MI FAMILIA". "Sí, aquí hay lugar" estas palabras recibieron al Niño Jesús en los Santuarios de Schoenstatt en todo el mundo. Y donde la Navidad se celebra en pleno verano, es "naturalmente" la fiesta de las puertas abiertas, de los Santuarios abiertos...

El 25 de diciembre, en el Santuario Joven en Asunción los novicios de los Padres de Schoenstatt prepararon la Sta. Misa de Nochebuena. La celebró el Padre José María y en la homilía habló del pesebre y los animales que tradicionalmente acompañan al Niño Jesús... y dijo que a veces habría que ser como ellos: estar ahí, y aceptar lo que está pasando. "Los novicios cantaron como los ángeles, había mucha gente y casi no se sintieron las dos horas que duró la Misa" cuenta Roberto Gebhardt.

Al final el Padre José María se despidió de la comunidad de Paraguay porque dentro de algo más de un mes la deja por su nueva tarea en Europa. Después dijo que quería agregar dos palabras: Tupãrenda y Noviciado. De Tupãrenda dijo que verdaderamente se experimenta que la Mater le ha enseñado y nos enseña a todos a ser hijos y que en estos diez años que vivió en Tupãrenda Ella fue formando y profundizando ese amor. El noviciado, los casi cien novicios que pasaron por Tupãrenda, con seguridad también han experimentado la enseñanza que la Mater da a cada uno en ese lugar, Corazón de América. El P. Francisco Pistilli, el nuevo maestro de novicios, también le agradeció al P. José María.

En muchas ocasiones el P. José María ha repetido en los últimos tiempos lo que un amigo le dijo al llegar a Paraguay: "Padre, los que vienen a quedarse por un tiempo acá lloran dos veces, la primera cuando llegan, porque todo es distinto y la segunda cuando tienen que irse". "¡Se lo dije al P. José María hace diez años!" agrega Roberto Gebhardt "cuando Susi, el P. Ludovico y yo fuimos al aeropuerto a buscar un Padre de Schoenstatt que llegaba, y era el P. José María" .

En el Santuario de Ciudad del Este, Paraguay, el pesebre está al lado del Santuario, al aire libre, rodeado de flores; viene la gente del pueblo para rezar...

Con las puertas abiertas

En el Santuario de Campanario, Santiago de Chile, en la Sta. Misa de 20 horas participaron alrededor de 2500 personas; también hubo otra a las 12 horas. "Siempre es muy lindo," comenta Carla Ortiz.

En San Isidro, Argentina, cuenta Mariana Onni, "fue un día espléndido, cálido, el ambiente perfumado por los jazmines en flor... todas las plantas florecidas nos hacían de bello marco, en el parque poblado por robles centenarios. El altar delante del Santuario, con la puerta abierta, rodeado de aproximadamente mil doscientas personas.

La noche nos cubrió de estrellas y música de villancicos, había mucha emoción, paz y alegría: el Niño ha nacido, repicaba la campana del Santuario, ¡sonaba a felicidad! Una felicidad que necesita nuestro espíritu y que espero sepamos mantener todo el año".

"Nosotros hemos disfrutado la Misa del Gallo en el Santuario de Villa Warcalde (Córdoba), junto con la Hna. M. Estela, en una ceremonia realmente lindísima" cuenta Juan Barbosa.

En La Paz, Bolivia, la Familia de Schoenstatt hizo una representación del nacimiento del Niño Jesús. "Todo salió muy bien, toda la Familia participó y estuvimos unidos como debería ser en estas fiestas tan especiales" dicen Aquiles y Fátima Sotillo

En el Santuario "María camino al cielo" en Monterrey (Méjico) concelebraron tres sacerdotes la Misa de Navidad, con el Santuario colmado de estrellas federales.

A la misma hora que en Schoenstatt

En el Santuario de Buenos Aires (en el barrio de Belgrano) se celebró la Sta. Misa de Nochebuena a la misma hora que en Schoenstatt: aquí a las 20 hs.; allá a la medianoche.

Como siempre, se colocó el altar delante del Santuario, adornado con pinos, estrellas, flores rojas y centenares de lucecitas blancas. Delante del altar, un sitio para el Niño Jesús, traído por una familia cuando se cantaba el Gloria y se iluminaba todo el jardín. Y delante del Niño, una canasta con estrellas donde los muchos peregrinos que llegan al Santuario habían escrito las peticiones durante la novena. Los cantos navideños eran folclóricos, alegres, interpretados por algunos jóvenes del Movimiento acompañados por guitarras. Una verdadera multitud de fieles participó en la Eucaristía, tantos que no solamente colmaron el jardín sino que ocuparon la acera y llegaron hasta la calle. Fue una apacible noche de verano, fresca, con perfume de jazmines y con el cielo limpio lleno de estrellas. El Santuario, un verdadero Belén donde Cristo nace nuevamente de su Madre Inmaculada, bajo la mirada amorosa del Padre. Es la luz que se enciende en la oscuridad de los tiempos. Es hermosa la Navidad en verano: Jesús no sufre el frío en el pesebre, las familias se reúnen a celebrar al aire libre, es una fiesta de puertas abiertas...

Y a la medianoche se puede ver en el cielo un bello espectáculo de fuegos artificiales que suben desde los jardines de las casas vecinas y anuncian el nacimiento del Redentor. Las luces multicolores saludan a la "Luz que vino a iluminar nuestras tinieblas".

Contribuciones: Roberto y Susi Gebhardt, Asunción, Paraguay; Carla Ortiz, Santiago, Chile; José Ignacio Montemayor, Monterrey, México; Mariana Onni, San Isidro, Argentina; Aquiles y Fátima Sotillo, La Paz, Bolivia; Javier Cabral, Ciudad del Este, Paraguay; Melba y Pedro López, Corrientes, Argentina; Juan Barbosa, Córdoba, Argentina.



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Last Update: 30.12.2003 Mail: Editor /Webmaster
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