El grupo de madres "Corazones de María" de Ciudad del Este, se ha iniciado como tal en el año 2002, luego de la Jornada de Iniciación organizada por un grupo de madres de Asunción, coordinada por Marta Rufinelli, y con el apoyo de la Rama de Madres de Ciudad del Este. Está integrado por siete madres.

Para la elección del nombre, del lema y del símbolo de grupo, organizaron cuatro encuentros en los que reflexionaron profundamente sobre la realidad del grupo, sus características más destacadas, así como las expectativas de cada una de las integrantes.

Cuentan el resultado: "la personalidad de María, su sí fiel y silencioso, su corazón de Madre en el que nos sentimos realmente cobijadas, ha calado profundamente en cada una, por lo que el anhelo de todas es el de asemejarnos a su corazón".

La alegría pese a las pruebas

La reflexión hecha les hizo tomar conciencia que ese mismo gran corazón de la Madre ha soportado grandes sufrimientos, amargas pruebas y tremendos sacrificios, un signo que también ha estado y sigue estando presente en el grupo, lo que incluso ha costado el alejamiento de algunas. Sin embargo, a pesar de estas situaciones, siempre las ha caracterizado la alegría en todos sus encuentros.

Madres, esposas, educadoras, profesionales, apóstoles con corazón.

Una de las madres relata: "Nuestro papel de madres y educadoras es estar al servicio en primer lugar de nuestro entorno inmediato, en nuestros hogares. El ser encargadas de los grupos de la juventud femenina en algunos casos, y entregadas al servicio de la comunidad en otros, nos ha hecho ver que el servicio a los demás es un potencial interesante en el grupo, y que deseamos desarrollarlo.

Nuestro tiempo está caracterizado por un papel multifacético de la mujer, que debe ser simultáneamente madre, esposa, profesional, trabajadora, y educadora de tiempo completo. Estamos conscientes de que no hay lugar para el cansancio ni para el abandono de la tarea, por lo que sentimos que nuestra fuerza proviene de la mano cobijadora del Padre".

Cobijadas en la mano del Padre, en medio de las tormentas.

"Como consecuencia de esta serie de reflexiones, hemos logrado ver claro:
Nuestro nombre: Corazones de María
Nuestro lema: Cobijadas en el Padre, corazones de María, servimos con alegría.
Los elementos de nuestro símbolo:
Un corazón que representa el corazón de María al que queremos asemejarnos.
Los rayos del sol que representa la luz que queremos irradiar como educadoras, como portadoras del cambio.
La cruz representada en el rosario, cuyas cuentas están hechas de rosas, con lo que queremos significar que queremos llevar nuestras cruces con alegr ía, con filialidad.
Y las manos del Padre, que nos da el cobijamiento necesario para perseverar en nuestros propósitos, sobre todo en los tiempos de tormenta.

¡Cuántas veces el Padre Kentenich habló sobre el corazón de María, y que en la Alianza de Amor nuestro corazón se torne un corazón de María! ¡Qué alegría para él contar ahora con un grupo de Corazones de María!"