Rosas en su caminoDía de encuentro con la Hna. M. Emilie, el 15 de noviembre en Coblenza - Metternich |
|
ALEMANIA, Hna. Thereslore Thiel. "Hermana, no nos inscribimos, pero ¿podemos ir igual al encuentro sobre la Hna. M. Emilie?" preguntó una joven pareja que había llegado un poco antes de las 14 hs al patio interior en Metternich. Autos y más autos se acercaban al estacionamiento. Cerca de cien personas, no sólo de Coblenza y de Vallendar, sino también de Magdeburgo, Düsseldorf, Heidelberg, Oberkirch, Husten y otros lugares, llegaron para compartir el día de encuentro con la Hermana Emilie en Coblenza - Metternich, el lugar donde vivió por largos años y donde falleció. "Me falta algo cuando no vengo cada semana a la tumba de la Hermana Emilie", dice una señora de Metternich. El tema de la tarde "Rosas en su camino" ganó totalmente la atención del público. La reflexión se centró sobre cuatro misterios del Rosario. Cada misterio era una valiosa rosa en la vida de la Hermana Emilie, y también lo es para nosotros. El camino de la vida de la Hermana Emilie fue un camino espinoso, pero también entre las espinas florecen las rosas del amor de Dios. También nosotros estamos invitados a descubrir las rosas en el camino de nuestra vida. Rezar el Rosario como la Hermana EmilieUn hombre joven formuló su impresión en una frase: "Lo que verdaderamente me fascinó de la Hermana Emilie es la contradicción: por una parte, lo penoso de su vida, y por otra el carisma que irradia" Otra persona – un capitán naval – opinó que la Hermana Emilie se preocupará para que él– en el doble sentido de la frase - siempre vaya por el correcto canal de navegación. Al anochecer, la Santa Misa fue celebrada en honor de la Sma. Virgen, Reina del Rosario. Todos fueron invitados a rezar, vivir y formar el rosario, tal como lo hizo la Hermana M. Emilie y como el Padre Fundador lo enseñó (Cfr. P. José Kentenich, "Vivamos el Rosario", Edición: Hermanas de María, Florencio Varela, Argentina). Con cada rosa blanca, roja o amarilla, los participantes agradecieron el regalo del rosario y pidieron para que este rosario pudiera florecer también en sus vidas. Alegría y agradecimiento y un profundo amor a la Hermana M. Emilie se experimentaron en la despedida. Así se podía oír: "qué bueno que hoy pude conducir el auto, ¡estoy muy contenta por ello!" y "¡voy a vivir por semanas de lo recibido esta tarde!" Traducción: Rosa Espinoza, Bariloche, Argentina |
Zurück/Back: [Seitenanfang
/ Top] [letzte Seite / last page]
[Homepage]
Last Update:
21.11.2003
Mail: Editor /Webmaster
© 2003 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt,
hbre, All rights reserved