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El Padre, el rosario, Argentina, junto al Santuario... Father Kentenich, the rosary, Argentina, near the Shrine... Pater Kentenich, Rosenkranz, Argentinien, alles zusammen beim Heiligtum… |
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Encuentro con el Padre - todo el día Meeting with the Father - all day long the pilgrims stood in lines to see him Begegnung mit dem Vater - den ganzen Tag über standen sie Schlange dafür |
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P. Guillermo Mario Cassone: charla Fr. Guillermo Mario Cassone: talk P. Guillermo Mario Cassone: Vortrag |
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La Mater en anda The MTA, carried with great devotion Das blumengeschmückte Bild der Gottesmutter wird mit Ehrfurcht getragen |
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Entrada de la Auxiliar Entrance of the Auxiliary Einzug der Auxiliar |
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La Auxiliar fue colocada en el lugar más alto del altar del peregrino The Auxiliary in her place at the pilgrims' altar Die Auxiliar an ihrem Platz am Pilgeraltar |
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Coreografía de los misterios del Rosario Scenic play of the mysteries of the rosary Szenische Darstellung der Rosenkranzgeheimnisse |
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Público Audience Aufmerksame Zuschauer |
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Chicas del Colegio Mater rezaron los Avemaría Girls of the Sisters' School prayed the Hail Mary's Schülerinnen vom Colegio Mater beteten die Gegrüßet seist du Maria Fotos: Badano © 2003 |
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Stand del Secretariado Padre Kentenich Stand of the Secretariat Father Kentenich Stand des Pater Kentenich-Sekretariats Foto: Gago © 2003 |
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Banda de música Music band Musikkapelle Foto: Badano © 2003 |
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ARGENTINA, mb. "La verdad es que no hay cámara en el mundo capaz de reflejar toda la alegría y la emoción vivida hoy. Fue realmente algo indescriptible, vino gente del Movimiento, que disfrutó enormemente esta fiesta que nunca antes habían vivido. Todo hizo a la alegría, el día, la gente, la música, la oración, el Padre Esteban - muy presente en el aniversario de su fallecimiento -, el desfile permanente de gente saludando al Padre", comenta una misionera de la Campaña del Rosario a volver de "la fiesta" - la fiesta patronal del Santuario del Padre en Nuevo Schoenstatt, Florencio Varela, Argentina, que desde hace años se celebra junto con la Jornada Metropolitana de la Campaña del Rosario. Más de tres mil personas celebraron una fiesta llena de vida y alegría encendidos en la misión.
"Todo se prestó para que fuera una jornada perfecta. Desde el tiempo, que amaneció espléndido, la Mater nos regaló un día soleado y de a poco fuimos llegando al Santuario Nacional que lucía bellamente preparado para la jornada", dice Nora Bracci, responsable diocesana de la Campaña en San Martín. Ya desde temprano, llegaron buses con peregrinos desde diócesis vecinas y no tan vecinas: Buenos Aires, San Martín, San Miguel, San Isidro, Zárate Campana, San Nicolás, La Plata, Lomas de Zamora, Lanús-Avellaneda, Quilmes, Mar del Plata, Rauch, Chascomús, Santa Fe, Tandil, Mercedes-Luján, Córdoba. Lo más notable es la cantidad de lugares de donde vinieron, quizás no eran tantas personas de una misma localidad pero varias de muchísimas.
Empezó el festejo propiamente dicho a las 11 hs., con una charla del Padre Guillermo Mario Cassone, en el altar del peregrino. Habló sobre las personas que nos "acompañaban" ese día: el Santo Padre, el Padre Kentenich, don Joao, el Padre Esteban, todas ellas ligadas a la historia de la Campaña, como también la Madre Teresa de Calcuta, según el Papa una de las más grandes misioneras del siglo XX.
"Como un imán que me atrae a un encuentro profundo con MI Padre"
Ya mucho antes de comenzar la fiesta, hubo un lugar donde la gente hizo cola... para saludar "al Padre". "Hubo filas de gente todo el día, desde la llegada hasta que finalizó la fiesta, el Padre estuvo permanentemente acompañado", comenta una misionera de Buenos Aires. "Cuando llego al Santuario Nacional, una de las cosas que más me gustan es el encuentro con el Padre; desde que tenemos su presencia, representada en su estatua, para mí es como un imán que me atrae a un encuentro profundo con MI Padre", dice Nora Bracci. El 20 de enero de 2002, para el jubileo de Oro del Santuario del Padre, tras un año de intensa preparación por parte de todo el Movimiento incluidos los más de 40.000 misioneros de la Campaña del Rosario, se colocó junto al Santuario del Padre la estatua del Padre. Pero nunca más se habló de la estatua. Desde el primer momento fue y es "el Padre" - para todos. Desde el primer momento, también, comenzaron las filas. Cada uno quiere saludar al Padre, conversar con él, agradecerle, darle las manos... "Cualquiera podría decir que es una fría estatua de metal, pero no es así; cuando uno se acerca, apoya sus manos en las manos del Padre, y lo mira a los ojos, puede percibir su dulce mirada, su tierna sonrisa, como diciendo: hijita, comprendo lo que me dices, estoy aquí, siempre esperándote para abrazarte, consolarte, aconsejarte. Creía que era algo que nos pasaba sólo a unos pocos", dice Nora, "pero cuál no sería mi sorpresa al ver la constante fila de personas que se formaba frente al Padre, aguardando para encontrarse con él. Vi esperando a señoras mayores, chicas jóvenes, muchachos alegres y hombres grandes, con apariencia de recios, que luego de permanecer unos minutos en profunda vinculación con el Padre, se alejaban de allí secándose los ojos, seguramente humedecidos por la emoción. Es que nuestro Padre ejerce su carisma paternal perfectamente desde su actual realidad, dándonos a cada uno lo que necesitamos. Nos resta a nosotros enarbolar bien alto las banderas de Schoenstatt, haciendo nuestra su herencia, su misión, como él mismo nos dijera siempre: alegres por la esperanza, con María, seguros de la victoria, hacia los tiempos más nuevos".
"Si alguna vez ves a la Auxiliar entrando ante la algarabía y el cariño de la gente..."
Después de la charla del Padre Guillermo Mario Cassone vino el Rosario Iluminado, cuyos misterios fueron representados por la Juventud Femenina y Masculina de Florencio Varela, con una coreografía lindísima y muy gráfica, acompañados de una música excelentemente seleccionada. El rosario comenzó con el ingreso de la Auxiliar, saludada por todos con pañuelos y aplausos, un momento muy emotivo. No se trata sólo de una imagen... Es como con la estatua del Padre, parece que el cariño enorme de la gente - y el capital de gracias que regaló Joao Pozzobon llevando a la Peregrina Original todos los días durante largos años- ejerce una suave violencia que hace que María tenga una presencia singularmente atrayente en cada Auxiliar... O, como le expresa una misionera a otra que no pudo estar presente: "Si alguna vez ves a la Auxiliar entrando ante la algarabía y cariño de la gente, como ayer, te morís de emoción!".
Tras ser recibida por parte de las chicas que actuaban en la representación, la Auxiliar fue colocada en el lugar más alto del altar del peregrino, sobre una bandera argentina, desde donde presidió y acompañó el rosario.
Cada misterio fue introducido por una representación y una breve meditación. Las Avemarías fueron rezadas por los alumnos del Colegio Mater y las diversas diócesis. Como es habitual, después de cada Avemaría, la persona colocaba una rosa en el rosario y encendía una vela. Realmente fue una experiencia de oración muy profunda para todos, que rezaron el rosario con gran devoción.
Finalizado el rosario, se dirigieron todos a la Iglesia de Dios Padre para consagrarse al rezo diario del rosario. Una verdadera multitud, que llevó un buen tiempo y agotó los rosarios previstos para quienes no llevaban en suyo. Naturalmente, muchos tenían el suyo pero querían un recuerdo de ese día!
El Padre Guillermo Mario bendijo los rosarios en alto, y, como de costumbre, cada uno se acercó con su rosario. A las palabras "Te entrego este rosario en nombre de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt como arma y escudo de defensa para el combate", uno tras otro respondió: "Madre, enséñame a rezarlo y vivirlo".
El almuerzo fue un momento de diálogo e intercambio personal, tanto entre los que se ubicaron en las mesas del Centro de Peregrinos como los que se sentaron en pequeños grupos en el parque de Nuevo Schoenstatt.
Se trata también de hacer nuestra su herencia, su misión: recordando al Padre Esteban
Después del almuerzo, hubo actividades optativas: el encuentro con el Padre, una presentación de luz y sonido originalmente hecha para el Jubileo Internacional de 1992, Jubileo de Oro del segundo hito de la historia de Schoenstatt, el 20 de enero de 1942.
Al mismo tiempo, muchos participantes se congregaron en el subsuelo de la Iglesia para homenajear a alguien muy querido e importante para la Campaña y el Schoenstatt argentino - "recordando al Padre Esteban" – a través de un video de lo más emotivo, con imágenes y palabras del Padre Esteban Uriburu, donde se lo veía entregando imágenes, bendiciendo ermitas, celebrando Misa, con don Joao, en Sudáfrica y USA, cantando y tocando la guitarra, practicando deportes, siempre con esa sonrisa que le brotaba de los ojos y encendía tanto a todos. También se escucharon testimonios de personas allegadas a él, amigos de la infancia (Ricardo Lanusse), cohermanos de curso (Padre Guillermo Mario) y personas con las cuales emprendió algunas de sus tantas realizaciones: la sede del Centro de Buenos Aires "Confidentia" (Fernanda Alvarado), las Voluntarias de María (Raquel Sáenz Valiente), la sede y Santuario de San Isidro (Carmen Schweizer), la Campaña (Guillermo y Ana Echevarría), el centro de Escobar (Marta Blas). Tanto a los oyentes como a quienes les tocó dar su testimonio, los embargó la emoción y muchas veces lo hicieron con la voz entrecortada o tras una pausa para recomponerse. Fue verdaderamente como si estuviera presente, tan bien lo transmitieron el video y los testimonios!
"Sus locos sueños son hoy santas realidades soñadas por un santo loco de Dios" así resumió Fernanda Alvarado su vida. También el Padre Guillermo Mario mencionó algo típico en él: sus ojos -que irradiaban luz, fuego, de una mirada pura, profética, amplia, universal. El mundo le quedaba chico. Y, para ejemplificarlo, contó una anécdota: una vez, por casualidad, coincidieron los dos en USA y el P. Esteban sugirió encontrarse para conversar en el bar de la ONU! Mientras deambulaban por el lugar indios, africanos, chinos, todas las razas en sus vestimentas tradicionales, el P. Esteban no paraba de sonreír mientras afirmaba: "¿Ves? Schoenstatt tiene que llegar a todos esos lugares". ¡Tan típico de él!
Finalizado el homenaje al Padre Esteban, mientras se intercambiaban recuerdos y comentarios sobre lo vivido allí, comenzaron a sonar los acordes del Himno Nacional, interpretado por la Banda del Ejército "Combate de San Lorenzo", de Campo de Mayo, integrada por numerosísimos soldados con múltiples instrumentos, que deleitaron a todos con sus marchas, canciones marianas y folklóricas, acompañadas por todos, con pañuelos. Un momento de esparcimiento en una fiesta ya de por sí alegre y bien popular.
La gran Aliada del Padre y Aliada del pueblo
El festejo concluyó con la Santa Misa, concelebrada por el Obispo local, Monseñor Luis Stöckler, en compañía del Padre Juan Pablo Catoggio, Superior Regional, el Padre Guillermo Mario Cassone, el Padre Pablo Mullín y el párroco de Florencio Varela. La misma se inició con el ingreso de las 15 Auxiliares presentes, pertenecientes a las diversas diócesis. La homilía de Monseñor Stockler se centró en el lema de la Familia argentina: "Aliados al Padre, con María, forjemos la patria nueva", profundizando en los valores de su contenido para nuestra Argentina de hoy, a la luz de los numerosos pronunciamientos de la Iglesia argentina a través de la Conferencia Episcopal. La renovación de la patria, destacó Mons.Stñckler, no se dará sólo a través de medidas políticas y económicas, sino mediante una profunda transformación espiritual que ponga a Dios por garante. La presencia de María nos compromete a cumplir nuestra meta ya que Ella era y es realmente la gran Aliada del Padre y Aliada del pueblo. Hizo hincapié en la relevancia fundamental que tienen los misioneros laicos y laicas en la renovación de la patria y el mundo.
El conjunto musical "Mais um poquinho"
Tuvieron una relevancia fundamental también los laicos en la organización de la fiesta, o mejor dicho, fue verdaderamente su fiesta.
Todo el encuentro, desde sus inicios hasta la Santa Misa, fue acompañado por los cantos de tres jóvenes de la Juventud Masculina de Buenos Aires, dos de ellos futuros novicios de los Padres de Schoenstatt, que, con sus guitarras, dieron un toque de alegría al festejo. A raíz de unas palabras del Padre Guillermo Mario, en su charla de bienvenida, los jóvenes le pusieron como nombre al conjunto musical: Mais um poquinho! Teniendo en cuenta que, en palabras del Padre Esteban, esto se trata nada más y nada menos que de la santidad, su elección fue muy acertada...
También le cabe este "nombre" al equipo que organizó la fiesta del Santuario del Padre; con la coordinación general en manos de Agustín Badano, Secretario Nacional de la Campaña, y la Hna Georgina como asesora, Virginia Grimaltos (Lomas de Zamora), Nelly Pazos (Quilmes), Rubén y Marta Suárez (La Plata), Armando y Cristina Sosa (Buenos Aires), Rosita Caserta (Lanús-Avellaneda), Dorita Campos (San Isidro), Nora Bracci (San Martín), Alberto y Pelusa Bieule (Buenos Aires) definieron la temática y distribuyeron las tareas: recepción, infraestructura y servidores, informes, liturgia, convocatoria y Banda, animación, stands, economía, Rosario, Homenaje al Padre Esteban, alquiler de sillas, vigilancia policial, primeros auxilios... y "Mais um poquinho!".
A terminar la fiesta, muchos prolongaron la despedida, pese al cansancio tras un intenso día cargado de emociones, conversando sobre lo vivido o aprovechando para darle un último saludo al Padre, uno de los grandes protagonistas de esta fiesta, junto con la Mater, don Joao y el Padre Esteban, y quienes también, sin lugar a dudas, convocaron a todos a compartir un día de cielo junto al Santuario.