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El recién nombrado Cardenal, Mons. Keith Patrick O’Brien, en Schoenstatt The newly appointed Cardinal, Archbishop Keith Patrick O’Brien, during his stay in Schoenstatt. Der neuernannte Kardinal, Erzbischof Keith Patrick O’Brien, bei seinem Besuch in Schönstatt |
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Los peregrinos de Escocia con el Arzobispo The pilgrims from Scotland with the Archbishop Die Pilger aus Schottland mit ihrem Erzbischof |
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Santa Misa en el Santuario Original: el Arzobispo, con P. Michael Savage Holy Mass in the Original Shrine: the archbishop with Fr. Michael Savage Heilige Messe im Urheiligtum: der Erzbischof mit Pfr. Michael Savage |
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Grupo de peregrinos, julio de 2003 Group of pilgrims, July 2003 Pilgergruppe im Juli 2003 |
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Momento de la peregrinación Moments of the pilgrimage Pilger-Momente Fotos: www.schoenstatt.co.uk |
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ESCOCIA, www.schoenstatt.co.uk. El 28 de septiembre el Santo Padre Juan Pablo II nombró Cardenal a Mons. Keith Patrick O’Brien, Arzobispo de St. Andrew y Edimburgo. La página escocesa (www.schoenstatt.co.uk) cuenta desde hace poco con él como el corresponsal de mayor nivel de las páginas web de Schoenstatt: el recién nombrado Cardenal no sólo acompañó a un grupo de cincuenta peregrinos escoceses a Schoenstatt en julio pasado, sino que además escribió una reseña – con comentarios y reflexiones – sobre las experiencias en Schoenstatt.
"Familia en oración, familia en vacaciones, una familia distendida" Así tituló Mons. O’Brien sus comentarios sobre la experiencia en la peregrinación a Schoenstatt. Esta se realizó del 22 al 30 de julio, y participaron cincuenta personas. El centro de Schoenstatt escocés en Campsie Glen está dentro del territorio de su diócesis y lo visitó varias veces, pero esta fue la primera vez que llegó al Santuario Original. Los peregrinos provenían de los más diversos lugares de Escocia, tan distantes entre sí como Inverness, Dundee, Edimburgo y Glasgow. Acompañaron al grupo la Hna Margareta, de Campsie, y el Padre Michael Savage, del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt. Los guió en Schoenstatt la Hna. Miriam. Como muchas otras peregrinaciones, esta fue una integración de oración y paseos, con un muy bien planeado programa de liturgias y excursiones en bote por el Rin. Un día el grupo fue guiado por el Arzobispo a la tumba del franciscano escocés, Juan Duns Escoto, en Colonia. El momento culminante de la peregrinación fue el día final cuando varios miembros del grupo hicieron su Alianza de Amor.
A continuación el relato de Mons. O’Brien:
"La palabra ‘familia’ resume el reciente viaje-peregrinación"
Como Clachan of Campsie pertenece a mi Diócesis, y allí se encuentra el Santuario de Schoenstatt, me alegré muchísimo de poder aceptar una invitación de la Hna. Margareta para participar en la peregrinación escocesa a Schoenstatt, Alemania en julio de 2003. Hubo otras invitaciones anteriores pero no las había podido aceptar por compromisos adquiridos con anterioridad.
Con cierta inquietud, me uní a la peregrinación de casi cincuenta personas en el Aeropuerto de Prestwick en la mañana del 22 de julio 2003. No conocía a nadie del grupo, a excepción de la Hna. Margareta de Schoenstatt, Escocia.
Fui recibido inmediatamente como uno más de la familia y justamente la palabra ‘familia’ resume el reciente viaje-peregrinación.
Digo esto porque el espíritu familiar se evidenció particularmente en tres aspectos:
Familia orante
Diariamente nuestras actividades estuvieron enmarcadas por la oración, con la oración de la mañana y de la noche, guiadas por alguno de los miembros laicos de nuestro grupo. Los cantos y oraciones en la casa Sonnenau, donde nos alojamos, eran de lo más entusiastas.
La Santa Misa diaria era celebrada usualmente en los diferentes Santuarios, incluyendo unas celebraciones muy hermosas en el Santuario Original de Schoenstatt; en la Iglesia de San Cuniberto en Gymnich, donde el Padre Kentenich fue bautizado; en la capilla de la casa y Monte Moriah; en la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt; y hermosas Misas de apertura y clausura en Sonnenau.
También organizaron otras liturgias que nos unieron más profundamente como familia, incluso la hermosa liturgia penitencial que incluía el Sacramento de la reconciliación en la capilla de la Casa; las Consagraciones de dos parejas a las que tuvimos el privilegio de acompañar, y también la visita de la tumba de Juan Duns Escoto, un escocés de Berwickshire, cuyos restos están enterrados en Colonia luego de una vida santa y una distinguida carrera académica.
Familia de vacaciones
El segundo aspecto que quisiera recalcar es el de una familia de paseo, de vacaciones. Casi diariamente disponíamos de un ómnibus para llevarnos a donde quisiéramos ir, cerca o lejos. Por supuesto, para visitar los Santuarios en Schoenstatt el ómnibus era imprescindible para ayudarnos a llegar a la cima de varios montes.
Entre nuestras visitas hubo una muy hermosa de una tarde en Colonia, y asimismo una tarde maravillosa de domingo en la Abadía Benedictina de María Laach. Además se organizó un viaje en bote por el río Rin, y también disfrutamos de una salida nocturna a Coblenza.
Una familia distendida
El tercer aspecto de la reciente peregrinación-vacaciones que yo enfatizaría es que fuimos una familia unida en nuestro lugar de residencia, en las comidas y en nuestro tiempo de recreación. No pudimos habernos sentidos más cómodos y acogidos por la Hermana Lisann y su personal; no podíamos haber tenido una guía más informativa que la de la Hermana Miriam de la Oficina Internacional de Schoenstatt; y cuidándonos y preocupándose de nosotros nuestra Hermana Margareta. Las excelentes comidas fueron alegres ocasiones para compartir; los tiempos de recreación, especialmente por las noches, fueron oportunidades para divertirse; y ‘piezas de música’ se escucharon tanto en el ómnibus como por las noches y además en un concierto glorioso la última noche.
Este grupo de miembros de la Familia de Schoenstatt disfrutó al máximo la experiencia de vida en Schoenstatt, Alemania, y tienen muchos recuerdos hermosos y alegres que llevaron de regreso a Escocia. Es por supuesto, el deseo de todos nuestros peregrinos que nuestra espiritualidad se haya profundizado a través de esta peregrinación y que hayamos profundizado en el amor a Jesús y a María, la Madre de Dios y de todos nosotros.
Cardenal Keith Patrick O’Brien (Arzobispo de St. Andrew y Edimburgo)
Traducción: Angie Santos, Guayaquil, Ecuador