Un pequeño niño, un ramo de flores y un paño desgarrado: ofrendas para la Reina de la paz.Peregrinación de la juventud al Monte Sión Gikungu, Bujumbura, el 31 de agosto de 2003 |
BURUNDI, P.Othmar Landolt. Después de los últimos grandes sucesos - el Congreso Mariano del 1º de junio, la ordenación de los sacerdotes diocesanos el 5 de julio y la peregrinación del 15 de agosto - hay otro hecho importante que mencionar en este año en el Monte Sión: la peregrinación de los jóvenes al finalizar el encuentro de la juventud de la Diócesis de Bujumbura. El punto culminante del foro fue la peregrinación de 4000 jóvenes al encuentro con la Virgen María, el domingo 31 de agosto en el monte Sión Gikungu. El "Foro de los jóvenes" – una especie de encuentro mundial de la juventud a escala diocesana – convocó a la juventud de la diócesis durante cuatro días en la parroquia de San Miguel. El tema era "Ahí tienes a tu Madre" (Juan 19, 26). En la Eucaristía, confesiones, oración de alabanzas, conferencias y trabajos grupales se trataron los más diversos temas de actualidad, relacionados con la juventud. Así, hubo discusiones grupales sobre estos temas, entre otros:
¡Envíame María, envíame!El domingo 31 de agosto fue el punto culminante del foro: el encuentro con la Virgen María en la peregrinación de cuatro mil jóvenes hacia el Monte Sión Gikungu. La juventud se reunió a la madrugada en la iglesia de San Miguel, y desde ahí partió la multitud cantando por la ciudad hacia el Monte Sión. El obispo, Mons. Evaristo Ngoyagoye los recibió a las 10 hs. delante del Santuario. La Eucaristía fue muy emotiva, plena de amistad, hermandad, cantos, oraciones y nuevas esperanzas. Tres acciones simbólicas que mostraban la riqueza interior del encuentro juvenil se realizaron frente a la imagen de la Virgen. El primero: los padres que llevaban a su niño en brazos y lo presentaban a la Virgen. Con este gesto querían expresar que todos queremos ser hijos pequeños de la Virgen. "Ahí tienes a tu Madre ", Juan 19,26. Otro símbolo: un paño desgarrado, que representaba a Burundi dividido, pero también a los propios corazones que viven en discordia, fue colocado ante la imagen de las Virgen como petición para que Ella nos regale paz. Y el tercer símbolo: un ramo de flores que se le regaló a la Virgen como signo de agradecimiento, de nuestro amor y de nuestra confianza en Ella. Al finalizar la Eucaristía en la iglesia de los Peregrinos, unos 4000 jóvenes caminaron junto al Obispo hacia el Santuario, para agradecerle a la Virgen y recibir la bendición final. El canto "ntuma Mariya, ntuma ", "envíame María, envíame", constituyó un puente entre el encuentro y el envío al apostolado, a la misión en la vida cotidiana. Traducción: Gabriela Kyling, Valdivia, Chile/hma |
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Last Update: 19.09.2003
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