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 published: 2003-09-16

Las primicias de los Padres de Schoenstatt en Burundi

Ordenación sacerdotal de Déogratias Maruhukiro en el Monte Sión Gikungu

Ordenación del P. Déogratias Maruhukiro, en Bujumbura, 6 de septiembre de 2003: el primer padre de Schoenstatt de Burundi.

Ordination of Fr. Déogratias Maruhukiro, in Bujumbura, September 6, 2003: first Schoenstatt Father from Burundi, from Central Africa.

Priesterweihe von P. Déogratias Maruhukiro, in Bujumbura, 6. September 2003: der erste Schönstatt-Pater aus Burundi, aus Zentralafrika.

 
 

Imposición de manos: P. Claudio Jeria

Imposition of hands: Fr. Claudio Jeria

Handauflegung durch die Mitbrüder: P. Claudio Jeria

 
 

El neosacerdote con su madre

The newly ordained priest with his mother

Der Neupriester mit seiner Mutter

 

En el altar de la Iglesia de Peregrinos

At the altar in the Pilgrims' Church

Am Altar in der Pilgerkirche

 
 

2000 personas participaron en la liturgia de 4 horas.

2,000 persons participated in the four hour liturgy

2000 Menschen waren bei der vierstündigen Liturgie dabei.

 
 

Oración: Mons. Evariste, P.Déogratius

Prayer: Bishop Evariste, Fr. Déogratias

Im Gebet: Bischof Evariste, P. Déogratias

 
 

Agradecimiento frente del Santuario

Thanksgiving in front of the Shrine

Dank an alle  vor dem Heiligtum

 
 

En Mont Sion hay fiesta de familia

Celebrating as a family in Mount Sion

Und dann steigt das große Fest auf Mont Sion

Fotos: P. Schmiedl © 2003

 

 

 

P. Paul Zingg. El día de la ordenación y el día siguiente ya pasaron… Déogratias Maruhukiro, recientemente consagrado Padre de Schoenstatt, es una primicia de la comunidad de los Padres en Burundi. Su ordenación sacerdotal el 6 de septiembre fue, según sus palabras, "una fiesta maravillosa" para la gran Familia en el Monte Sión Gikungu: para la comunidad de los Padres, para su propia familia, para la Familia de Schoenstatt y para la Iglesia local. Con el Obispo, Monseñor Evariste Ngoyagoye, eran cincuenta los sacerdotes que rodearon el altar en la concelebración de la Eucaristía. La mayoría eran amigos de Déogratias. Los Padres también representaron a la Familia internacional: el P. David Musgrave de Sudáfrica, el P. Josef A. Hälg de Suiza y el P. Joachim Schmiedl de Schoenstatt. Un momento conmovedor fue la imposición de manos del Obispo y de los concelebrantes, quienes rodearon al nuevo sacerdote en un círculo con los brazos extendidos durante la oración de consagración.

Fue llamativa la gran participación de diferentes comunidades de Hermanas, entre ellas una importante delegación de Hermanas de María de Mutumba. Allí había hecho sus ejercicios espirituales el P. Déogratias cinco días antes de su ordenación. También ahí él pudo experimentar el fragor de la guerra, un patente signo del tiempo. La ceremonia de la ordenación se desarrolló en una atmósfera tranquila y armoniosa. La Iglesia estaba festivamente adornada y sobre la entrada un cartel proclamaba su lema para este día: "Seigneur, à qui irons nous? Tu as les Paroles de la vie éternelle" (Jn 6,68-69). "Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna" (Jn 6,68-69). Participaron unas dos mil personas, a pesar de la situación de luchas y violencia. Antes de la ordenación el Obispo encomendó el oficio de lectores a Jean Bernard Mazuru Rwango y Evode Bibirimana, seminaristas de los Padres de Schoenstatt. Ellos están, junto a otros doce hermanos, en camino hacia el sacerdocio.

Tiempo para celebrar y agradecer

Uno de los tres coros que animaron la celebración era un coro Swahili. Los cantos, muy emotivos, eran muy apropiados para la liturgia. Durante la ceremonia el obispo guió paternalmente al recién ordenado. Ambos lucieron valiosas casullas, confeccionadas especialmente para este día por la señora A. Odermatt, de Stans, Suiza. Luego de la imposición de las manos, con la que fue consagrado, el Obispo envió al P. Déogratias hacia un grupo de niños discapacitados a quienes el nuevo sacerdote les impartió su primera bendición. Después de la comunión la alegría se expresó, en el estilo típico de esta región africana: con un jubiloso y a la vez mesurado baile, en el que también participaron el Obispo, el P. Déogratias y otros sacerdotes. Tampoco la "Palabra" (amajambo) pudo faltar. El primer saludo de felicitación para el nuevo sacerdote fue de Mr. Herménégilde Ntabiriho en nombre de los presentes. Después él manifestó su gratitud. Su primo, un Pastor de la Iglesia Pentecostal, representó a la familia, y no encontraba el punto final... El P. J. Hälg habló en representación de la Provincia Suiza de los Padres de Schoenstatt, y sorprendió a los fieles con su correcto Kirundi, mientras que el representante del Nuncio, Monseñor Denis, dirigió una felicitación en un muy limitado Kirundi.

Oración por la Paz de Burundi

Al final toda la multitud se dirigió al Santuario con el nuevo sacerdote y los dos lectores, donde llevaron en silencio su agradecimiento a la Madre de Dios y luego hicieron una oración por la paz en Burundi. Después de la bendición del Obispo no podían faltar los sones de los tambores. Dietger Kuller, un Hermano de María de Alemania, opinó luego de la fiesta: "Fue la ordenación más breve que experimenté aquí". ¡Sólo duró cuatro horas!

Una gran fiesta para una gran familia.

Finalizada la Sta. Misa, fueron invitadas unas ochocientas personas a la fiesta con el nuevo sacerdote. La gran sala recibió a ciento treinta invitados de honor, entre ellos el Presidente, Sr. Silvestre Ntibatunganye, nuestra vecina Mme. Gorette, ministra para la promoción de la mujer, y el Cónsul de Suiza, Sr. E. Remondino. Los demás invitados fueron atendidos en una gran carpa de fiesta, mientras afuera cerca de 30 militares tomaban su cerveza. Fue una feliz celebración y el Obispo se sintió realmente cómodo. Luego del saludo de bienvenida del superior del Monte Sión, P. Paul Zingg, Monseñor Evariste felicitó al nuevo sacerdote y a la comunidad y deseó que muchos otros hermanos lo sigan.

Entre bambalinas hubo alrededor de cien ayudantes colaborando con esta fiesta, que fue preparada con mucha antelación. ¡Se necesitaron novecientas personas para servir, y esto no son minucias! Cerca de las 17 hs. los invitados se despidieron y los grupos de ayudantes brindaron con cerveza por el nuevo sacerdote. Cuando las Hermanas quisieron brindar con él, él les devolvió el homenaje. ¡Una fiesta realmente maravillosa!

7 de septiembre: primera Sta. Misa

La primera Sta. Misa, el domingo 7 de septiembre, fue una vivencia muy profunda. El Padre Déogratias fue el celebrante principal en un círculo de hermanos en el sacerdocio de Schoenstatt. Entre ellos había dos invitados de la federación de sacerdotes: Armin Fässler y Rudolf Ludwig. El nuevo sacerdote habló con alegría y quiso celebrar la Eucaristía en agradecimiento por los numerosos bienhechores que lo cuidan de cerca y de lejos. La primera prédica la realizó su superior, el Padre Paul Zingg. Él describió el camino de la vocación del consagrado y caracterizó al sacerdote como Padre de una gran familia; en él se debe traslucir algo de la paternidad de Dios, y al mismo tiempo es y será siempre un hijo de María. Solemne fue el canto en la consagración: "Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat." Con el canto de acción de gracias luego de la comunión, toda la comunidad de Padres, junto con el P. Deógratias, bailó delante del altar y todos los presentes se balancearon acompañando el ritmo... Al final el P. Othmar Landolt se despidió por tres meses para tomar vacaciones y un tiempo de descanso, y le encargó enseguida a su hermano, el P. Deógratias, la Pastoral de los Peregrinos. Durante la Sta. Misa llovió tal como sucedió durante la noche. Antes de la primera bendición del nuevo sacerdote cesó la lluvia como un signo de bendición.

En la tarde del primer día, nuestro Hermano en la comunidad de Padres fue festejado y regalado por todos sus hermanos jóvenes; como es tradición en Burundi, le regalaron una cabra. También le llegaron muchos saludos de Schoenstatt internacional: de Nigeria, Florida (EE.UU.), Alemania y Suiza. El Padre Déogratias es un signo de esperanza, primicia de una joven generación de Padres africanos; un signo de esperanza para todo Schoenstatt en África central. Los schoenstattianos africanos trabajan para conquistar y construir islas de paz en un terreno lleno de gravísimos conflictos. Seguimos rezando por él, para que en su ministerio sacerdotal, pueda fortalecer a muchos hombres, aquí o donde Dios lo destine, con "Palabras de Vida eterna".

Traducción: Rosa Espinoso, Bariloche, Argentina/hma



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