Vivir y amar integralmenteEl obispo de Münster, Monseñor Ostermann, en la celebración de los 50 años del Santuario de Emsdetten |
ALEMANIA, Wilfried Toyka. Luis tiene cinco años y medio. Es el invitado de honor más pequeño que, en presencia de los aproximadamente quinientos amigos del Santuario de Emsdetten, recibió un premio. Es, sin lugar a dudas, el visitante más frecuente del Santuario – construido pocos años después de la guerra mundial – y, según lo acredita Ana Bennemann, guardiana del Santuario desde hace muchos años, el pequeño ya sabe como tocar la campana para el "Ángelus". En la gran fiesta familiar se reunieron distintos grupos y miembros de la Familia de Schoenstatt, vecinos, amigos y visitantes bajo la imagen de la Virgen y a la sombra de su Santuario. Un coro de Emsdetten cantó durante la Eucaristía presidida por el Obispo Auxiliar de Münster, y concelebrada por nueve sacerdotes, tres de ellos, párrocos de Emsdetten. También participó la banda de los bomberos de Riesenbeck, lugar a 20 Km de distancia. El Santuario está ubicado en un suburbio al sur de Emsdetten, en Westfalia. La fiesta jubilar mostró que la ciudad acepta más y más al Santuario como "suyo" en el sentido espiritual. La alcaldesa se refirió a este aspecto en su saludo. Ella no pudo sustraerse a la densidad de la atmósfera tanto en el carácter religioso como en lo natural y humano. Se alegró de que desde un principio la ciudad apoyó y promovió la construcción de la capillita. Vencer desde aquí el pensar mecanicista.El punto central de la homilía de Mons. Ostermann en la Eucaristía fue la integración de lo sobrenatural con lo natural, como también la armonía entre la mente y los afectos en cada individuo. "El Fundador de Schoenstatt reconoció tempranamente que Dios y el mundo, en la experiencia del hombre de hoy, discurren cada vez más separados. Todo debe hacerse y funcionar al ritmo de la máquina, hasta que el hombre mismo se convierta en una máquina. No hay que asombrarse si el corazón queda agobiado cuando pierde el ritmo de la máquina"... La Familia de Schoenstatt de Emsdetten recibió el reconocimiento y los elogios del Obispo porque desde hace cincuenta años ha tenido una iniciativa contraria a esta tendencia. "Ustedes reconocieron claramente esa enfermedad incurable, a la que el Padre Kentenich llamó el pensar mecanicista, y quisaron enfrentarse con él. Y no desde una nebulosa, 'de alguna manera' o "en cualquier lugar", sino desde un lugar específico, el Santuario. Se pusieron a disposición de la Virgen, a pesar de las tensiones profundas que había entre Schoenstatt y la Iglesia en aquel tiempo." El sello de una conducción femenina y maternalUnir al mundo con Dios y los corazones entre sí mediante el amor, fue el mensaje central de una obra de teatro que mostró en breves escenas el desarrollo del Santuario. Los invitados pudieron experimentar claramente la irrupción de la realidad terrena con las escenas sobre la coronación en el año 1957. Fue la reacción de la Familia de Schoenstatt de Emsdetten a la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia a Hungría el año anterior (1956). Quienes participaron en la coronación quisieron, en esa situación peligrosa, recordar a la Virgen su papel de Señora y Protectora de nuestros países. Contemplando el cambio del bloque oriental en 1989, la pregunta de un participante tenía pleno sentido: żNo será que el acto de coronación de la Familia de Schoenstatt de Emsdetten y los alrededores contribuyó a que la renuncia al poder de los comunistas 32 años después no tuvo el acostumbrado carácter de revolución sangrienta, sino que fue con procesiones de velas y reuniones de oración? żNo tiene el sello de una conducción femenina y maternal? El director diocesano, Padre Albert Bettmer, habló sobre todo del Obispo como Padre de su diócesis. Esto es trasladar la realidad terrenal al orden sobrenatural, de tal manera que el obispo deba y pueda ser visto y reconocido cada vez más como verdadero Padre de su diócesis. "Ella siempre me mira"En el libro del Santuario hay muchas peticiones y agradecimientos. Por ejemplo: muchos se sienten mirados y acogidos personalmente por la Virgen. En este libro se pueden leer experiencias semejantes a la de Luis: después de sentarse en distintas oportunidades cada vez en otro banco del Santuario, respondió a la pregunta del por qué de sus cambios: "Es raro: no importa donde esté. Ella siempre me mira directa y personalmente. " Traducción: María Gabriela Kyling, Valdivia, Chile/hma |
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Last Update: 09.09.2003
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