La Gran Fiesta de la Virgen Peregrina"Asunción de María" en el Monte Sion Gikungu, Burundi |
BURUNDI, P. Paul Zingg. La Fiesta del recibimiento de María en el Cielo tuvo lugar en medio de una larga tormenta, luego de semanas de sequía. La frase "Mucha lluvia, mucha bendición" se convirtió en realidad: la familia de Schoenstatt vivió un animado y armónico día de fiesta. El 15 de agosto es la Fiesta de la Virgen Peregrina en Bujumbura. Desde el mediodía del 14 de agosto, cientos de creyentes desde diferentes regiones del país, en primer lugar de la Campaña de la Virgen Peregrina, y de comunidades vecinas, vinieron a compartir la fiesta. Toda la noche se rezó en el Santuario y en la Iglesia del peregrinos. Diferentes grupos se turnaron durante la noche para la Adoración al Santísimo con meditaciones, oraciones y cantos. Dos sacerdotes oyeron confesiones durante horas. En el centro "José Engling" hubo posibilidad de comer y dormir. A la noche se dio de comer a más de 450 peregrinos en el Centro. Reina del Rosario, despierta en la familia el espíritu de oración y fortalece el espíritu de pazEl día de festejo comenzó a las 8 hs., con oraciones y cantos motivadores para la Eucaristía. También el Santuario estaba lleno de personas rezando. La iglesia poco a poco se fue llenando como una colorida alfombra, reuniéndose cerca de 5000 peregrinos que se agruparon en los bancos de la Iglesia. También estaban entre los fieles la esposa del presidente de estado y un ex presidente. El lema del día fue formulado como oración: "Virgen María, Reina del Rosario, despierta en las familias cristianas el espíritu de oración y fortalece el espíritu de paz. Por todas partes, peregrinas con adornos coloridosLa celebración eucarística fue presidida por el obispo del lugar, Monseñor Evariste, quien fue acompañado por el Vicario General y 12 sacerdotes. Antes de la Misa, 18 sacerdotes se dedicaron a confesar a cientos de personas; entre ellos el Padre Armin Fässler, de Suiza, y el Padre Raymond, de Camerún. Los misioneros de la Virgen Peregrina llevaban en sus brazos sus imágenes adornadas de múltiples colores. En la acción de gracias, luego de la comunión, la gran imagen de la Virgen Peregrina bailó con la entusiasmada multitud. En el saludo de la paz se expresó la nostalgia por la reconciliación y la paz en este país que sufre la guerra civil. En el ofertorio fueron llevadas al altar coloridas cestas, con cerca de una tonelada de alimentos para los presos de la cárcel central de Bujumbura. Para finalizar, los peregrinos, acompañados por coros de tres Iglesias, fueron a cantar al Santuario, donde los misioneros renovaron su compromiso misionero con la Virgen, y a pedir por la paz en Burundi. Luego de la bendición del Obispo se escucharon otra vez los rítmicos sones de los tradicionales tambores, que llevaron a los peregrinos a bailar nuevamente. Todos estuvieron de acuerdo: ¡un maravilloso día de bendiciones! Traducción: Rosa Espinozo, Bariloche, Argentina |
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Last Update: 21.08.2003
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