Encuentro de la juventud en el Santuario en Nueva Yorka Youth encounter in the Shrine in New York Jugendtreffen im Heiligtum in New York Foto: Bracero © 2003

ESTADOS UNIDOS, Hna. M. Isabel Bracero. El domingo 10 de agosto de 2003 veinte jóvenes de Nueva York, Connecticut y Washington DC, se reunieron en el Santuario de La Candelaria (NY) para rezar, cantar y compartir. Su entusiasmo juvenil despertó un cúmulo de ideas para llevar la imagen de la Virgen al mundo de hoy.

El Padre David Espinoza, de la diócesis de Brooklyn, NY, les ofreció una conferencia y celebró la Sta. Misa. La culminación del día fue la consagración a la Mater en el Santuario. Algunos de los jóvenes conocían el Movimiento de Schoenstatt desde hace muchos años, otros llegaron hace poco tiempo, pero para la mayoría esta era la primera vez que visitaban un Santuario.

Al final de este breve retiro consagraron a la juventud del mundo entero a la Virgen con las palabras del Santo Padre del pasado Domingo de Ramos. Fue un día de gracias para todos, que los llenó de alegría y paz.

¿Por que no llevar su imagen a "Times Square"?

Antes de partir formaron pequeños grupos que intentaron – mediante una dinámica – descubrir nuevas maneras para introducir con valentía la imagen de la Sma. Virgen en la cultura popular norteamericana. Entre las originales ideas que se presentaron, hubo quien pensó en instalar una tienda de ropa para damas que solamente vendiera prendas de estilo mariano. También se sugirió un programa que tenga una imagen de la Virgen para que recuerde diariamente a cada uno el rezo de sus oraciones y de su consagración. Pensaron también en poner simplemente una pancarta en la carretera que presente la imagen de la Virgen al mundo. Y finalmente, ¿por qué no llevar su imagen a "Times Square"?

Al final, todos se convencieron de que no hay mejor manera de crear una corriente mariana en la propia cultura que generar una manera sana y genuina de relacionarse entre ellos mismos. Esta es la mejor manera de poder cambiar el curso de la historia: aliarse con María, que con su sí a Dios inició una nueva era, y dar testimonio de ello en la vida cotidiana.