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 published: 2003-07-15

"¡Jesús salta de alegría!"

6 de julio de 2003: primera bendición de futuras madres en Bruchsal, diócesis de Friburgo

Bendición de futuras madres en la Iglesia de Peregrinos en Waghäusel, Alemania

Blessing of mothers who are expecting a baby, in the Pilgrims' Church in Waghäusel, Germany

Muttersegen in der Wallfahrtskirche in Waghäusel

 
 

Cada madre embarazada recibió la bendición

Each pregnant mother received the blessing

Jede werdende Mutter erhielt persönlich den Segen

 

Oración de los padres

Prayer of the parents

Gebet der Eltern

 
 

Oración de los niños

Prayer of the children

Gebet der Kinder

Fotos: Spannagel © 2003

 

 

 

ALEMANIA, Hannelore Spannagel. "Estoy muy feliz de haber venido", dice una joven madre visiblemente conmovida, cuando ante el altar dedicado a la Sma. Virgen, una madre de Schoenstatt le entrega una vela y un par de escarpines. En la Iglesia de los Peregrinos, en Waghäusel, se celebró a iniciativa de las madres de Schoenstatt, una Misa para las familias que incluyó una bendición especial para las madres embarazadas acompañadas por sus maridos. "¡Jesús salta de alegría!", respondió una niña cuando se le preguntó sobre el texto evangélico que había escuchado. El Evangelio se refería a Juan el Bautista, pero en la bendición de los padres y sus hijos por nacer de este 6 de julio, no era sólo Juan quien saltaba de alegría. Tú eres valioso y precioso a mis ojos: esta promesa hecha a cada madre, a cada padre y a cada bebé por nacer, tuvo en este día un sonido muy concreto.

Domingo 6 de julio de 2003, 9,45hs en Waghäusel. La Iglesia se va llenando paulatinamente. Un matrimonio toca el violín y la guitarra, Juancito acompaña a sus padres con el tambor. Por lo menos unas quince madres de Schoenstatt miran la entrada llenas de expectativa.

¿Responderá alguna futura mamá a nuestra invitación para la bendición de madres y padres?

Finalmente una joven mamá acompañada – aparentemente - por su madre, fue hasta la primera fila de bancos, que estaba reservada para mamás y niños. La señora Spannagel la saludó, le preguntó su nombre y de qué parroquia venía. La señora Appel, de Östringen, se alegró por este saludo personal y aceptó gustosamente rezar la oración de Bendición prevista para todas las futuras mamás.

A las 10.00hs comenzó la Sta. Misa para las familias y ya habían llegado unas diez futuras madres. El Padre Stephan las recibíó con alegría. También él estaba expectante acerca del éxito de esta invitación. Werner Heger, marido de una madre de Schoenstatt, ofició de diácono.

"El Señor ha hecho en mí maravillas, su nombre es santo"

Hace pocos días se celebró la fiesta de la Visitación de María a Isabel (en Alemania es el 2 de julio), y así las madres eligieron la lectura y el Evangelio de este día, pues el tema vino de maravillas.

El Padre Stephan se acercó a los niños y les preguntó: ¿qué entendieron del Evangelio? La mayoría eran demasiado pequeños y tuvo que explicárselos. Una niña levantó la mano: Jesús saltó de alegría. De repente comprendió Felix que Juan fue bautizado por Jesús. Esto es un gol, Félix, le dice el Padre Stephan. Una niña gritó: María se alegró y cantó.

El Padre Stephan se volvió a las futuras mamás, que estaban en la primera fila y las invitó a acercarse al altar. Ocho de ellas se animaron, otras permanecieron en los bancos. Una niña le dijo a su madre con voz audible: ¡Mamá, las embarazadas tienen que adelantarse!, la mamá se animó, pero después de la Misa.

El Padre Stephan saludó a cada una personalmente, le pregunto de donde venía y si ese era su primer hijo. La señora Appel rezó en nombre de todas las madres la oración de Bendición. Werner Heger y el P. Stephan comenzaron con la bendición individual y la señora Heger entregó a cada futura mamá una vela encendida.

La oración de los padres estuvo a cargo de dos papás.

Todos los padres, abuelas y abuelos fueron invitados a bendecir a los niños, y también cada niño a sus padres. Una niña de cuatro años corrió llamando a su mamá hasta la entrada de la Iglesia para bendecirla.

Porque tú eres valioso y precioso a mis ojos.

En las intenciones finales se rezó por todas las futuras mamás, por las que tienen situaciones conflictivas y para que continúen con buena salud el embarazo y por un buen parto. También rezaron por las madres que todavía luchan para aceptar a su bebé...

"Porque tú eres valioso y precioso a mis ojos". La señora Heger leyó, en acción de gracias luego de la comunión, la oración del lema anual de la rama de madres. Espontáneamente una señora se le acercó y le preguntó si podía tener ese texto maravilloso. Con mucho gusto la señora Heger le regaló la tarjeta con el lema anual.

El Padre Stephan agradeció a todos los que habían participado en la ceremonia, y las madres de Schoenstatt entregaron a la salida un par de escarpines a cada futura mamá prometiéndoles su oración. Todavía hubo que entregar velas a las madres que no se animaron a acercarse al altar.

Las madres de Schoenstatt organizaron esta bendición de futuras madres y continúan rezando por ellas. "Me pregunto si Papá y Mamá sabrán la maravilla de mi existencia. Sabrán ellos que soy un milagro único y irrepetible; que dios me quiere desde todos los tiempos y que tiene un gran sueño para mi?", se puede leer en las meditaciones de un "Rosario para mamá y papá", escritas desde la perspectiva de un bebé por nacer. Las madres que estuvieron en la bendición en Waghäusel lo saben… " Te pido, Madre, que pueden ver claro lo increíble y magnífico de todo esto, y que le ayudan a Dios a realizar en mi pequeñez ese gran sueño que tiene para mí."

Traducción: Rosa Espinosa, Barloche, Argentina/hma



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Last Update: 15.07.2003 Mail: Editor /Webmaster
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