Apóstoles de la unidad ordenados para la paz en medio de la guerraOrdenación en Monte Sión Gikungu, Bujumbura |
BURUNDI, P. Othmar Landolt. Ha transcurrido una semana desde la ordenación de cinco sacerdotes y tres diáconos en la Iglesia de los Peregrinos en el Monte Sión Gikungu, Bujumbura. Una semana en la que 15.000 personas han perdido sus casas durante nuevas y violentas luchas en Bujumbura. Se habla de más de 200 muertos. En medio de las luchas, de las bombas, de los tiroteos, pese a todo, la gente puede decir: La alegría perdura. Sábado, 5 de julio de 2003. Son las tres de la tarde. Los sacerdotes están en la sacristía después de la liturgia que tuvo una duración de cinco horas y media. El vicario general mientras se quita las vestiduras sacerdotales le dice al Padre Landolt: "Vea Padre, esta es la obra de la Madre que une a sus hijos. La Virgen María ha conseguido esta unidad en Sión, la cual hoy hemos vivenciado." En efecto, la ordenación de cinco sacerdotes y de tres diáconos fue una experiencia grande y profunda, un notable acontecimiento de la unidad en la vida de la diócesis de Bujumbura. "Sed en todas las situaciones apóstoles de la unidad en Cristo"La liturgia comenzó a las 9 y 30 hs. con la entrada solemne del obispo local, del nuncio apostólico y de los seminaristas que iban a recibir la ordenación menor, diaconal y sacerdotal, acompañados por 73 sacerdotes. El tema de la celebración era:"Ragira intama zanje" - "Da de pastar a mis ovejas ". Ya en las palabras de apertura se recordó la exhortación del Santo Padre, dada por él hace 13 años en la misma colina a los neo sacerdotes de aquel entonces: "Sed en todas las situaciones apóstoles de la unidad en Cristo, en cuyo nombre habéis recibido el sacerdocio." La liturgia de ordenación se desarrolló en una maravillosa armonía de cantos, comentarios, gestos y palabras, de tal manera que uno se olvidó completamente del tiempo. Se vivenció un trozo de eternidad. Cinco mil personas festejan y esperan la pazLa nueva Iglesia de los Peregrinos estaba repleta y los creyentes siguieron concentrados la liturgia también desde afuera. Estaban presentes aproximadamente 5.000 creyentes. Éstos participaron con profundo recogimiento del punto culminante de la fiesta, la imposición de manos hecha por el obispo y las oraciones de ordenación, sobre todo porque la gran Iglesia de los Peregrinos posibilita a todos presenciar bien la ceremonia. A continuación hubo un almuerzo exquisitamente preparado para casi mil invitados. Los cristianos habían corrido con los gastos y preparado todo excelentemente..., y esto en una época muy difícil. La alegría perdura, y también continúan las luchasComo preludio del gran día no hubo grandes tiroteos, tal como es casi habitual en los grandes acontecimientos de la gracia. Sin embargo, en la noche siguiente se desencadenaron fuertes luchas por ocupar la ciudad. Una bomba cayó a veinte metros de la Iglesia de los Peregrinos, pero sin causar daños materiales ni personales. Entretanto ya ha pasado una semana. La gran alegría por la ordenación sacerdotal perdura, pero también continúan las luchas por ocupar Bujumbura y las necesidades que esto supone. ¡Sacerdotes ordenados por la paz! Y mientras a los extranjeros se les recomienda abandonar la ciudad, los schoenstattianos en Burundi confían en la oración de su Familia en todo el mundo. Oración para ellos, para todos los cristianos y para toda la gente de este país. Traducción Pitty Reiche, Vallendar / Alemania |
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Last Update: 15.07.2003
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