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 published: 2003-07-15

Apóstoles de la unidad ordenados para la paz en medio de la guerra

Ordenación en Monte Sión Gikungu, Bujumbura

Según la tradición local, los neo sacerdotes bailando y con cantos de agradecimiento por el don recibido a través de la Iglesia.

According to the local tradition, the newly ordained priests dance and sing their gratitude

Wie es in Burundi üblich ist, tanzen und singen die Neupriester ihre Freude und ihren Dank für die empfangenen Gnaden

 
 

Cinco mil personas llenan la Iglesia.

Fivethousand persons filled the church

Fünftausend Besucher füllten die Kirche

 

En agradecimiento: La alegría se expresa bailando.

Gratitud: Joy is expressed in dance

Danksagung: Freude drückt sich in Tanz aus

 
 

La Iglesia durante la ceremonia de ordenación.

View of the church during the ordination

Blick in die Kirche während der Priesterweihe

 

A final de la Misa: El obispo recibe con fe la primera bendición de los neo sacerdotes.

At the end of the Mass, the bishop knelt down to receive the first blessing of the newly ordained priests.

Am Schluss der Messe empfängt der Bischof gläubig den Primizsegen der Neupriester.

Fotos: Jeria © 2003

 

 

 

BURUNDI, P. Othmar Landolt. Ha transcurrido una semana desde la ordenación de cinco sacerdotes y tres diáconos en la Iglesia de los Peregrinos en el Monte Sión Gikungu, Bujumbura. Una semana en la que 15.000 personas han perdido sus casas durante nuevas y violentas luchas en Bujumbura. Se habla de más de 200 muertos. En medio de las luchas, de las bombas, de los tiroteos, pese a todo, la gente puede decir: La alegría perdura.

Sábado, 5 de julio de 2003. Son las tres de la tarde. Los sacerdotes están en la sacristía después de la liturgia que tuvo una duración de cinco horas y media. El vicario general mientras se quita las vestiduras sacerdotales le dice al Padre Landolt: "Vea Padre, esta es la obra de la Madre que une a sus hijos. La Virgen María ha conseguido esta unidad en Sión, la cual hoy hemos vivenciado." En efecto, la ordenación de cinco sacerdotes y de tres diáconos fue una experiencia grande y profunda, un notable acontecimiento de la unidad en la vida de la diócesis de Bujumbura.

"Sed en todas las situaciones apóstoles de la unidad en Cristo"

La liturgia comenzó a las 9 y 30 hs. con la entrada solemne del obispo local, del nuncio apostólico y de los seminaristas que iban a recibir la ordenación menor, diaconal y sacerdotal, acompañados por 73 sacerdotes.

El tema de la celebración era:"Ragira intama zanje" - "Da de pastar a mis ovejas ". Ya en las palabras de apertura se recordó la exhortación del Santo Padre, dada por él hace 13 años en la misma colina a los neo sacerdotes de aquel entonces: "Sed en todas las situaciones apóstoles de la unidad en Cristo, en cuyo nombre habéis recibido el sacerdocio."

La liturgia de ordenación se desarrolló en una maravillosa armonía de cantos, comentarios, gestos y palabras, de tal manera que uno se olvidó completamente del tiempo. Se vivenció un trozo de eternidad.

Cinco mil personas festejan y esperan la paz

La nueva Iglesia de los Peregrinos estaba repleta y los creyentes siguieron concentrados la liturgia también desde afuera. Estaban presentes aproximadamente 5.000 creyentes. Éstos participaron con profundo recogimiento del punto culminante de la fiesta, la imposición de manos hecha por el obispo y las oraciones de ordenación, sobre todo porque la gran Iglesia de los Peregrinos posibilita a todos presenciar bien la ceremonia.

A continuación hubo un almuerzo exquisitamente preparado para casi mil invitados. Los cristianos habían corrido con los gastos y preparado todo excelentemente..., y esto en una época muy difícil.

La alegría perdura, y también continúan las luchas

Como preludio del gran día no hubo grandes tiroteos, tal como es casi habitual en los grandes acontecimientos de la gracia. Sin embargo, en la noche siguiente se desencadenaron fuertes luchas por ocupar la ciudad. Una bomba cayó a veinte metros de la Iglesia de los Peregrinos, pero sin causar daños materiales ni personales.

Entretanto ya ha pasado una semana. La gran alegría por la ordenación sacerdotal perdura, pero también continúan las luchas por ocupar Bujumbura y las necesidades que esto supone.

¡Sacerdotes ordenados por la paz! Y mientras a los extranjeros se les recomienda abandonar la ciudad, los schoenstattianos en Burundi confían en la oración de su Familia en todo el mundo. Oración para ellos, para todos los cristianos y para toda la gente de este país.

Traducción Pitty Reiche, Vallendar / Alemania



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Last Update: 15.07.2003 Mail: Editor /Webmaster
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