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6 de julio de 2003: 40 aniversario de la ordenación sacerdotal del Padre Michael Marmann (centro). July 6, 2003: 40th anniversary of the ordenation of Fr. Michael Marmann (center) 6. Juli 2003: 40-jähriges Priesterjubiläumvon Pater Dr. Michael Joh. Marmann (Mitte) |
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Unos de los concelebrantes: P. Josef Fleischlin, P.Heribert Niederschlag SAC, P.Michael Marmann, P. Peter Wolf, P. Matthias Leineweber (Sant' Egidio) Some of the concelebrants: Fr. Josef Fleischlin, Fr.Heribert Niederschlag SAC, Fr.Michael Marmann, Fr. Peter Wolf, Fr. Matthias Leineweber (Sant' Egidio) Einige der Konzelebranten: P. Josef Fleischlin, P.Heribert Niederschlag SAC, P.Michael Marmann, P. Peter Wolf, P. Matthias Leineweber (Sant' Egidio) |
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Sermón: Monsignore Peter Wolf, Monte Moriah Sermon: Monsignor Peter Wolf, Mount Moriah Festpredigt: Mons. Dr. Peter Wolf, Berg Moriah |
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P. Michael Marmann aceptando los saludos Fr. Michael Marmann receiving congratulations P. Michael Marmann beim Beglückwünschen |
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Representantes de los Movimientos: Severin Schmitt, Focolare; P. Matthias Leineweber, Sant' Egidio; P. Gottlob Hess, Focolare; Sigrun Mai, Schoenstatt; P. Friedrich Aschoff, Renovación Espiritual Parroquial; Gerhard Pross, CVJM, P. Lothar Penners (de izq.) Representatives of the Movements: Severin Schmitt, Focolare; Fr. Matthias Leineweber, Sant' Egidio; Fr. Gottlob Hess, Focolare; Sigrun Mai, Schoenstatt; Fr. Friedrich Aschoff, Spiritual Parish Renewal;; Gerhard Pross, CVJM, Fr. Lothar Penners (from left.) Vertreter der Bewegungen: Severin Schmitt, Fokolar-Bewegung; Pfr. Matthias Leineweber, Sant' Egidio; P. Gottlob Hess, Fokolar-Bewegung; Sigrun Mai, Schönstatt; Pfr. Friedrich Aschoff, Geistliche Gemeinde-Erneuerung; Gerhard Pross, CVJM, P. Lothar Penners (von links.) |
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Saludantes jovenes Young well-wishers Jugendliche Gratulante |
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Fotos: POS, Brehm © 2003 |
SCHOENSTATT, mkf. "Que todos sean uno", estas palabras de la plegaria sacerdotal de Jesús fue el lema escogido por el Padre Michael Joh. Marmann para la celebración de su cuarenta aniversario de ordenación, dándole marco así a la Misa festiva el 6 de julio de 2003 en la Iglesia de la Adoración en Schoenstatt. En su homilía, el Padre Dr. Peter Wolf destacó la unidad como tema de interés personal para el Padre Michael Marmann, especialmente durante los últimos 12 años de su trabajo como Presidente del Presidium General: unidad dentro de la Familia de Schoenstatt en sus diversas ramas y Familias nacionales, unidad con los Movimientos de Iglesia y Comunidades Nuevas, incluyendo las comunidades religiosas de las Iglesias Luteranas. La asamblea presente en la Iglesia de la Adoración, integrada por schoenstattianos de todas las generaciones y ramas, representantes del Movimiento Focolar y San Egidio, como también de Comunidades Luteranas, familiares y parroquianos, espejaba y al mismo tiempo era un buen augurio para la tarea que el Padre Marmann ha venido realizando: Que todos sean uno.
"Cuando uno viene a Schoenstatt, siente algo especial, una cierta irradiación de vida espiritual", comentó Severin Schmitt, del Centro Ecuménico de Vida del Movimiento Focolar en Ottmaring, Bavaria, después de la Misa. "Y cuando empezamos a dialogar entre nosotros, sentimos esa comunión en el espíritu, la vida espiritual que ustedes y nosotros llevamos según el propio carisma. Y el llevar una vida espiritual es lo que nos une porque es eso precisamente lo que marca la diferencia". Se encuentra de pie frente a la Iglesia de la Adoración, hablando con un schoenstattiano que hasta el momento sólo conocía vía e-mail, mientras el P. Matthias Leineweber, de la Comunidad San Egidio, de Würzburg, y el P. Gottlob Hess, también del Centro Ecuménico de Vida en Ottmating, conversan con Siegrun Mai, de la Federación de Madres, y el P. Friedrich Aschoff, presidente de "Renovación Espiritual Parroquial" de la Iglesia Luterana y Gerhard Pross, de Esslingen, presidente del CVMJ (Asociación Cristiana de Jóvenes) y Director de la "Junta de Responsables" del Movimiento Espiritual Luterano, dialogan con el Padre Lothar Penners, Director del Movimiento de Schoenstatt en Alemania. Para los líderes de estos Movimientos – que trabajan juntos en la preparación del Encuentro Ecuménico de Movimientos Espirituales a realizarse en Stuttgart en el año 2004 – era más que evidente venir a Schoenstatt este domingo para unirse a la celebración del 40º aniversario de ordenación del Padre Marmann. Más que muchas palabras y discursos, los hechos reflejan uno de los aspectos característicos de los 12 años que lleva el Padre Marmann como cabeza de la Obra Internacional de Schoenstatt: su trabajo por una creciente unidad entre Movimientos de Iglesia y comunidades, en respuesta a la propuesta impulsada por el Santo Padre en Pentecostés de 1998 y las posteriores iniciativas de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento Focolar. "Que todos sean uno" – el lema de la Misa festiva proviene de una experiencia concreta y se mantiene en esta realidad.
Una celebración sacerdotal – centrada en el Primer y Único Sacerdote, Jesucristo
No es sólo en vistas a la amistad o hermandad con los Movimientos Eclesiales lo que hace tan creíble y atractivo al mismo tiempo el lema "Que todos sean uno". "¿Dónde se ve esto?", comenta asombrada una señora joven. "Más de sesenta sacerdotes entrando en procesión a la Iglesia, revestidos de un blanco festivo, y todos ellos con la alegría pintada en sus rostros!". Echando una ojeada a las novelas sacerdotales de las últimas décadas, dijo posteriormente Monseñor Wolf al comienzo de su homilía, lo deja a uno con la sensación de que no es dado esperar una versión exitosa de esta profesión; los sacerdotes en la literatura moderna son retratados como figuras trágicas o quebradas, supuestas a realizar lo imposible en un mundo que no está interesado en Dios, o en estructuras inconsistentes a la realidad actual. Por eso, continuó diciendo, es importante y apropiado unirse para celebrar cuarenta años de sacerdocio bendecido y "exitoso" del Padre Michael Marmann. Y vinieron. Primero de todos, sacerdotes en "número exorbitante", como dijo un joven, y con ellos, unos 20 seminaristas y novicios de los Padres de Schoenstatt, camino al sacerdocio. En el rango de los sacerdotes concelebrantes, podían verse Padres de Schoenstatt no sólo de Alemania sino también de Suiza, Chile, Argentina, India, Nigeria; junto con sacerdotes diocesanos de Schoenstatt de todas las comunidades; Padres Palotinos, entre ellos, el P. Matthias Rummel y el P. Heribert Niederschlag; el P. Matthias Leineweber, de la Comunidad San Egidio, de Würzburg. Que todos sean uno: los Superiores Generales del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, del Instituto de las Hermanas de María, del Instituto de Nuestra Señora de Schoenstatt, se encontraban presentes acompañando al Padre Marmann junto al altar.
El Padre Marmann, en su saludo inicial, destacó la presencia de Jesucristo, el primer y único sacerdote, que "está en medio nuestro y es nuestro centro". Dio una bienvenida especial a los representantes de las "localidades" donde llevó a cabo su tarea sacerdotal en sus 40 años de sacerdocio: su primera parroquia en Colonia, la diócesis de Regensburg, donde trabajó durante sus estudios doctorales, la Juventud Femenina (hoy ya personas adultas que experimentaron algunos reencuentros sorpresivos), la Obra Familiar, la Liga de la Rama de Madres, los representantes de los Movimientos Eclesiales – y por supuesto, sus familiares.
Que todos sean uno: rasgos sobresalientes del trabajo del Padre Marmann a la luz de los textos evangélicos
La celebración de la Misa fue sencilla y festiva; el Coro de las Hermanas aportó los cantos, con la Hna. Michele al órgano. El Padre Dr. Peter Wolf, Superior General, ofreció en su homilía una reflexión bíblica sobre los rasgos sobresalientes del trabajo sacerdotal del Padre Marmann.
Cada sacerdocio, dijo él, tiene una dimensión profética, comparte el servicio de los profetas, llamados a ayudar al pueblo de Dios a descubrir la presencia de Dios, la voluntad de Dios, y el camino de Dios. Comprometido con el carisma profético del Padre Kentenich, el Padre Marmann ha servido a Schoenstatt y a su comunidad. En este contexto, el Padre Wolf mencionó el compromiso profético a la "Alianza de Amor por Alemania" que el Padre Marmann, como Director del Movimiento, promovió en momentos en que la unidad de Alemania en ambos lados de la Cortina de Hierro era considerada tan
sólo una nostálgica ilusión, y cuando no solamente en el Este sino al Oeste también de la funesta frontera, cualquiera que hablase de unidad y del "pueblo alemán" era inmediatamente considerado un "reaccionario" y políticamente equivocado. Casi cinco años después del día en que se selló la "Alianza de Amor por Alemania", el 18 de octubre de 1989, el fin de la "República Federal Alemana" llegó a su fin, con el entonces Presidente Honnecker forzado a renunciar. El proceso culminó con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, y la unificación oficial el 3 de octubre de 1990.
La clave de la confianza depositada por muchos en el Padre Marmann radica en la realidad puesta de manifiesto en las palabras que él mismo escogió como lema de su ordenación: "... y donde reine el desamor, pon amor, y conquistarás amor" (San Juan de la Cruz). El Padre Peter Wolf enfatizó la Fe en la Divina Providencia, la confianza y habilidad de dar amor como fruto del convencimiento de que Dios es un Padre misericordioso que ama siempre, que ama a todos. Aquí, Monseñor Wolf hizo hincapié en el empeño del Padre Marmann por la unidad, la reconciliación y la mutua confianza en la Familia de Schoenstatt.
La Plegaria Sacerdotal fue rezada por cada uno, por cada sacerdote especialmente. El esfuerzo por la unidad – aquí el Padre Wolf hizo mención al acercamiento entre los Movimientos Eclesiales – más allá del esfuerzo humano, está inmerso en la plegaria de Jesús "que todos sean uno".
La Oración de los Fieles estuvo dirigida a los allegados al P. Marmann, sus familiares fallecidos, la Comunidad de los Padres de Sión y su próximo Capítulo General, la Familia de Schoenstatt, los Movimientos de Iglesia.
Al finalizar la Misa, el Padre Marmann invitó a todos a renovar su Alianza de Amor rezando la Pequeña Consagración, "Oh Señora mía, oh Madre mía...". Como dijo, todo su trabajo sacerdotal se lo debe a Ella, quien a todos nos conduce a a Cristo.
Después de la Misa, la gente se aglomeró en fila para saludar al Padre Marmann. En el interín, los novicios de los Padres de Schoenstatt ofrecían refrescos y bocaditos. Por último, el Padre Marmann expresó que quería agradecer a todos los que le habían hecho llegar sus saludos y oraciones a través de internet. Que todos sean uno – ésa fue también la experiencia a lo largo de esta hora en la plataforma exterior de la Iglesia de la Adoración!