"Se sintió la presencia del Padre…"Bodas de oro del Santuario Fundador, Madison, EE.UU. |
EE.UU. Hna. Marcia Vinje. El pasado 29 de junio la Familia de Schoenstatt y la diócesis de Madison celebraron el quincuagésimo aniversario de la bendición del Santuario Fundador por Mons. William P. O’Connor, primer arzobispo de Madison. Bajo una gran carpa ubicada frente al Santuario el Arzobispo Emérito, Mons. William H. Bullock, presidió la Santa Misa festiva y la renovación de la coronación de la MTA en el Santuario. El Santuario de Madison es el primero construido en tierra norteamericana. Cuando el P. Kentenich llegó a Milwaukee en 1952, fue invitado por los Padres Palotinos a dar la conferencia de cierre de sus ejercicios espirituales. Le pidieron que hablara sobre Schoenstatt. Los Padres decidieron en esos meses construir un Santuario en las tierras del Seminario "Reina de los Apóstoles", conjuntamente a cargo de los Padres Palotinos y la Diócesis de Madison. El Santuario fue literalmente construido por los Padres y los seminaristas. El P. Kentenich celebró allí más de cien veces la Sta. Misa. En esa época, las Hermanas de María de Schoenstatt trabajaban en el seminario y pronto compraron un terreno justo enfrente para construir su casa de formación. Cuando hubo que cerrar el seminario Reina de los Apóstoles y vender el terreno, los Palotinos cedieron el Santuario a las Hermanas. El 10 de octubre de 1979 el Santuario fue literalmente puesto sobre ruedas y transportado por la autopista hasta la propiedad de las Hermanas. En 1985 fue proclamada la misión del Santuario: "Educar y formar santos norteamericanos desde el Santuario Fundador". Muy pronto Madison se convirtió en la central de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt en los Estados Unidos. Cada imagen de la Mater Peregrina que es enviada desde aquí, es bendecida en el Santuario Fundador. De esta forma la Virgen ha hecho llegar Schoenstatt a cada de los cincuenta estados del país. Preparación: ladrillos del Seminario "Reina de los Apóstoles", y un sendero de piedras sobre las cuales caminó el Padre Kentenich.El Comité de las bodas de oro ha estado trabajando durante un año para preparar la celebración. Durante varias semanas los miembros del Movimiento de Schoenstatt han estado hermoseando el lugar en torno al Santuario y la Casa del Movimiento. Desde construir una pérgola hasta plantar flores, preparando afiches y expositores de fotos, limpiando, pintando y horneando, había un lugar adecuado para manifestar cada talento. La preparación y la celebración de éste día estuvieron marcadas por el hermoso espíritu de cooperación y armonía, rasgos que se destacaron desde el comienzo en la historia del Santuario Fundador. Estos trabajos especiales incluyeron la realización de un sendero hacia la pérgola, usando piedras sobre las cuales caminó el P. Kentenich cuando iba al Santuario ubicado en su sitio original. Algunos ladrillos del Seminario Reina de los Apóstoles (que fue demolido el año pasado) fueron usados para rodear macizos de flores. Y unos días antes de la fiesta les fue entregada a las Hermanas de María la piedra fundamental del Seminario. El día de fiesta: el regalo de la bendición papal.La carpa estaba abarrotada en el momento de la entrada de la procesión, a las 14.00 hs. La guardia de honor de las Caballeros de Colón flanqueaba el sendero como lo había hecho 50 años atrás. Los delegados portaban algunas pancartas de grupos schoenstattianos con símbolos de los regalos espirituales. La Hna. M. Adelborg, una de las primeras Hermanas de Schoenstatt en llegar a la diócesis, llevaba la corona para el Santuario, que estuvo recorriendo desde marzo los Santuarios del hogar. Mary Joyce presentó una caja dorada llena de propósitos referidos a la autoeducación: nuestra contribución para convertirnos en santos norteamericanos. La familia Butler ofreció una gran caja con perlas azules: cada una simbolizaba un rosario rezado en familia. Una docena de Padres de Schoenstatt y sacerdotes diocesanos concelebraron la Sta. Misa. El Padre Gerold Langsch, Padre de Schoenstatt que trabaja con el Movimiento en la diócesis, dio la bienvenida al Arzobispo Mons. Bullock y a la gente, incluyendo también las felicitaciones de los Padres Palotinos. En su homilía Mons. Bullock comparó Schoenstatt con un árbol, que se alimenta de las raíces de su fundación. Así aludió a la importancia de nuestro Fundador. Continuó diciendo: "El Padre Kentenich celebró más de cien Misas en este Santuario. Qué gran privilegio tenemos nosotros en estar parados en el mismo sitio donde él estuvo, donde elevó a la gente hacia Dios en el Santo Sacrificio de la Misa, y los alimentó desde la mesa del Señor con el Cuerpo y Sangre de Cristo. "Estas realidades traen gozo a nuestros corazones y encienden de nuevo en nosotros el deseo profundo de dar a conocer más y más la espiritualidad de Schoenstatt a laicos, a sacerdotes, a religiosos. "En este año del Rosario, en un año donde estamos en transición de un arzobispo a otro, cuando aun estamos luchando por encontrar el profundo significado de la era del terrorismo, del abuso sexual por el clero; en una era en que la libertad se convirtió en la llave para hacer lo que se desea sin importar la ley moral de Dios, necesitamos el sano y probado enfoque del Movimiento de Schoenstatt. Yo sinceramente rezo para que María, la Madre Tres Veces Admirable, interceda por nosotros en nuestras necesidades. Símbolo y fuente de una sólida espiritualidad"El Santuario es símbolo y fuente de una sólida espiritualidad. Que él se convierta cada vez más en lo que deseó el Arzobispo O’Connor (quien lo bendijo hace 50 años): que sea para las generaciones venideras una fuente de energía para la Diócesis. Pueda Dios en su bondad transformar nuestros corazones, ayudarnos a iniciar una nueva página, y guiarnos a María, la servidora del Señor, a María, la Madre Tres Veces Admirable, que no le negó nada a Dios". Al final de la Misa el arzobispo impartió solemnemente la bendición papal como regalo a la Familia de Schoenstatt en esta celebración. Luego de la Misa hubo una hora de encuentro fraternal en el parque en torno al Santuario. Se ofreció una torta decorada con fotos del Santuario y comida típica filipina. En la sala de conferencias del Centro del Movimiento había numerosos exibidores de fotos mostrando la historia del Santuario, la vida que surgió en torno a él, las actividades del Movimiento en la diócesis. Para los niños se presentó un teatro de títeres, y se podían adquirir artículos religiosos. A las 16,30 nos reunimos de nuevo en la carpa para un programa de testimonios y una presentación en Power point con muchas fotos. Se mostraron hechos históricos donde la gente testimonió cómo el Santuario había afectado sus vidas y la de sus familias. Luego comenzó la ceremonia de la coronación. Las oraciones se concentraban en el Magnificat como una expresión de toda nuestra gratitud por los cincuenta años pasados. El Arzobispo Bullock utilizó las palabras de nuestro Fundador para proclamar a nuestra Reina MTA. Luego los delegados fueron invitados a entrar al Santuario para la real coronación mientras por un circuito cerrado de televisión se podía ver dentro de la carpa. Los jefes diocesanos de la Obra Familiar, Jeff y Bárbara Brochtrup, tuvieron el honor de colocar la corona a la imagen de la MTA mientras cantábamos "Oh Señora mía, oh Madre mía... " La ceremonia culminó con la bendición del Arzobispo y una canción de coronación compuesta por Bárbara Brochtrup. Ecos: "Solía ir al Campamento de Schoenstatt cuando era un muchacho…"La Virgen llamó de nuevo a gente que años atrás había estado vinculada al Santuario. Entre ellos, un hombre que siendo seminarista había ayudado a construirlo. El director del colegio secundario del lugar, que nos había prestado una tarima para la Misa, nos dijo que solía ir al Campamento de Schoenstatt siendo muchacho y que sus padres habían pertenecido a un grupo del Movimiento. Un hombre joven de una parroquia vecina, que instaló el sistema de sonido, recordó que su madre perteneció a Schoenstatt y que él solía venir regularmente al Santuario. Una persona que conoció a nuestro Fundador dijo al final del día: "Se pudo sentir la presencia del Padre. Dondequiera que él estaba desaparecía toda tensión y todos estaban unidos. Hoy experimenté el ‘Cor unum in Patre’." Traducción: Martín Lluis, Victoria B.C., Canadá |
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Last Update: 08.07.2003
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