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 published: 2003-05-23

"Nuestra "originalidad" es la Alianza de Amor con María y la presencia actuante de Ella en los Santuarios"

Peregrinación de la Familia romana al terreno del futuro Centro Internacional en Belmonte, en el día de Alianza, 18 de mayo de 2003

18 de mayo de 2003: Peregrinación de la Familia Romana al terreno del futuro Centro Internacional

May 18, 2003: Pilgrimage of the Roman Schoenstatt Family to the land of the future International Center

18. Mai 2003: Wallfahrt der römischen Schönstattfamilie zum Gelände des zukünftigen internationalen Zentrums

 
 

Rezando el Rosario en familia

Rosary prayer as a family

Rosenkranzgebet als Familie

 
 

Informaciones sobre la historia del lugar

Information about the history of the place

Informationen zur Geschichte dieses Ortes

 

Ermita y santuarito en el lugar

Wayside shrine and small shrine model

Bildstock und kleines Heiligtum auf dem Gelände

 
 

En el lugar donde estuvo el Padre Kentenich

At the place where Father Kentenich was

Hier war Pater Kentenich…

 
 

La Familia Romana en Belmonte

The Roman Schoenstatt family in Belmonte

Die römische Schönstattfamilie in Belmonte

Fotos: Macro © 2003

 

 

 

ROMA, P. Alberto Eronti. El 18 de mayo de 2003 fue un día de Alianza inolvidable para la Familia romana: realizó su primera peregrinación desde el Santuario Cor Ecclesiae al terreno del futuro Centro Internacional, en Belmonte. En la misma tarde hubo un encuentro de seminaristas diocesanos junto al Santuario. Tanto los acontecimientos de Schoenstatt en Roma, como lo vivido en el corazón de la Iglesia en las semanas pasadas, señalan con claridad la originalidad de Schoenstatt como don y misión para la Iglesia de las nuevas playas: la Alianza de Amor con María y la presencia actuante de Ella en los Santuarios.

El 18 de mayo, día de la Alianza, hubo dos vivencias muy intensas y esperanzadoras. El día amaneció nublado, la noche anterior había llovido, pero hacia las 10,00 hs ya brillaba el sol y subía la temperatura. En el Santuario Cor Ecclesiae, 32 miembros de la Familia romana, tres sacerdotes y nuestras Hermanas de María celebramos la Eucaristía a las 16,30 hs en un clima de alegría y expectativa: tras la Misa, en la que el P. Ludovico habló sobre lo que significa construir un Santuario, partimos en peregrinación hacia el terreno del futuro Centro Internacional en Belmonte. El arquitecto Leonardo Bonamoneta, responsable de la construcción del nuevo Santuario, había preparado un folleto alusivo y un plano indicando la ubicación del terreno. A las 18,00 hs se inició la partida de los autos. Al llegar al terreno, que la mayoría veía por primera vez, quedaron sorprendidos por la amplitud y la belleza del mismo y su entorno. Al rodear la Ermita de la MTA coronada y el pequeño Santuario que se encuentra a sus pies, tuvimos un sentimiento profundo de la presencia del Padre Fundador. ¡Él había estado ahí! ¡Él había pisado, caminado, contemplado esta tierra e imaginado un Centro Internacional de Schoenstatt en la "ciudad de los Papas"!.

Rodeando la Ermita ...

Rodeando la Ermita, escuchamos las explicaciones de la Hna. Lisianne sobre la historia del lugar y el proyecto de la futura construcción. Luego rezamos el Rosario en Familia, pidiendo que la Virgen se "establezca" más y más en ese "lugar", que "erija ahí su trono de gracias" y que lo "convierta en un lugar de peregrinación". Al terminar, quemamos los símbolos del Capital de Gracias que se había ido ofreciendo en este mes, y ofrecimos todo lo que a lo largo de estos años se ha orado, trabajado y entregado para que este anhelo se hiciera realidad. Luego, el arquitecto fue explicando lo que se iba a construir en los próximos años: Santuario, casa de las Delegaciones Generales de los Institutos, casa de recepción y retiros, capilla del complejo, casa de los empleados, estacionamientos, etc. La gente se sentía contenta, dándose cuenta que estaba involucrada en un proyecto largamente anhelado. En el lugar se experimenta paz, serenidad, amplitud. La situación del terreno - por el desnivel - es tal que, el ruido que produce el tránsito de la Vía Boccea apenas se oye en la zona donde se construirá el Santuario. Todos pudimos imaginar, mirando el parque del Seminario San Carlos Borromeo que está en uno de los lados, cómo lucirá nuestro Belmonte el día en que esté transformado en un parque. Al partir nos llevamos la sensación que "algo grande está en marcha", y no queremos ser meros espectadores. Un 18 de mayo inolvidable.

El lugar de María en el sacerdocio

En la misma tarde tuvimos el encuentro con los seminaristas diocesanos, junto al Santuario. Comenzamos con la celebración de la Santa Misa a las 15,30, ya que la Familia la tenía a continuación. Luego nos reunimos para seguir avanzando en la meditación del tema: "La Virgen María y los sacerdotes, en el pensar y vivir del Padre Kentenich". La hora y media se nos hizo corta. Tras la introducción que les di, tuvimos un diálogo rico en experiencias personales. Concluimos que, no sólo queremos "contemplar a Cristo con los ojos de María", sino que también queremos aprender a "contemplar a María con los ojos de Jesús". Cada seminarista recibió, como regalo del mes de María, una cruz de la unidad. De esta manera cada uno "ve el lugar de María" en su sacerdocio. Tras fijar la primera reunión para el curso 2003-2004, nos despedimos con alegría y esperanza.

En el día de su 83º cumpleaños, Juan Pablo II "se regaló" y nos regaló con nuevos santos.

Otra experiencia que quiero compartir, son las beatificaciones y canonizaciones que el Papa hiciera en apenas tres semanas. Una vez en Madrid y dos en Roma, Juan Pablo II entregó a la Iglesia el don de nuevos modelos de varón y de mujer. ¡Los modelos!, tema al que nuestro Padre diera suma importancia en su concepción pedagógica. No se trata, en el pensar del Santo Padre, de beatificar o canonizar por el mero hecho de hacerlo. También en él hay una concepción pedagógica de la fe y la posibilidad de vivirla en "este tiempo". En este sentido tiene una sintonía particular con el Fundador de Schoenstatt, se esfuerza para que entendamos que la "santidad" es la vocación de todos los hombres y también garantía de realización y felicidad. Pero en la voluntad del Pontífice hay otra intención: la santidad realiza e irradia la dignidad suprema del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. Dignidad que comprendió y valoró viendo - según su testimonio – cómo y cuánto era atropellada en las persecuciones, las cárceles, los campos de concentración. En el día de su 83º cumpleaños, Juan Pablo II "se regaló" y nos regaló con nuevos santos. Tiene la misma convicción que llevara al Padre Kentenich a formular el "Programa" del 18 de octubre de 1914: "Aceleración del desarrollo de nuestra propia santificación y, de esta manera, transformación de nuestra Capillita en un lugar de peregrinación".

Cada Santuario un centro de peregrinación lo más amplio posible

He querido citar el tema de la santidad en el contexto de la construcción del Santuario Matri Ecclesiae y del Centro Internacional: Santuario y santidad se exigen mutuamente. Santidad de vida, o al menos serio esfuerzo por ella, como "prueba de amor" es la condición de la presencia de María en los Santuarios de Schoenstatt. Si creemos que el don de Dios a Schoenstatt es la Alianza de Amor con María en el Santuario, si creemos que a "la sombra de los Santuarios" se ayudará a co-decidir los destinos de la Iglesia de las nueva playas, entonces hemos de renovarnos intensamente en esta fe y volver a sacar las consecuencias que conlleva. ¿Cómo se realizará más plenamente la profecía del Padre en lo que hace al influjo de los Santuarios en la vida de la Iglesia?. Lo primero, es obvio, construirlos. Pero no basta, hemos de trabajar por hacer de cada Santuario un centro de peregrinación lo más amplio posible. Sin embargo no alcanza que "el pueblo simple", por usar palabras de nuestro Padre, peregrine a los Santuarios, ¡hemos de trabajar para que la jerarquía y los dirigentes de la Iglesia se vinculen con el lugar de gracias de Schoenstatt!. Los Santuarios han de unir a los dirigentes y al pueblo, un modo cierto de hacer de "la Iglesia, la Familia de Dios".

La originalidad de Schoenstatt

Es una de las varias certezas que me dejó el Congreso Mariano organizado por el Movimiento de los Focolares. Nuestra "originalidad" es la Alianza de Amor con María y la presencia actuante de Ella en los Santuarios. Lo digo de esta manera: Somos un Movimiento al que Dios le ha dado el don inestimable de tener un lugar de gracias, lugar cierto de la presencia de María. Lugar de gracias que hoy es un "cosmos de Santuarios". Sí, los Santuarios filiales, los Santuarios del Hogar, los Santuarios del corazón, la Virgen Peregrina, todo nos lleva a regalar el don que hemos recibido para edificación de la Iglesia. No basta que la Jerarquía y los dirigentes peregrinen a nuestros Santuarios, hemos de implorar a la Virgen que todos ellos crean en la presencia de María en el lugar de gracias, que experimenten las gracias de peregrinación y que Ella pueda hacerlos cada vez más instrumentos de amor en sus manos. He aquí el desafío que supone el don recibido, que es la misión encomendada para que se realice la "Visión de la Candelaria". En este sentido, lo ocurrido en Tupârendá, Paraguay, con la reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano, es un indicio y un inicio, hay que ir a más.



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