Los participantes de la peregrinación en bicicleta en Schoenstatt The participants of the bike ride pilgrimage in Schoenstatt Ankunft der Radwallfahrer in Schönstatt
Almuerzo Lunch break Mittagspause
Con la Virgen Peregrina en bicicleta With the Pilgrim Mother on the bike Die Pilgernde Gottesmutter fährt Fahrrad Fotos: Siewering © 2003

ALEMANIA, Hna. Juttamaria Siewering. "Yo puedo sentir a Dios en la fe de la comunidad que peregrina, en el regreso al Santuario... ahí puedo abandonar todo lo que me cuesta y llevar conmigo algo nuevo para el bien de mi familia." Esta es la experiencia de uno de los ciclistas-peregrinos de Borken. El 7 de mayo salieron quince ciclistas desde el Santuario de Borken en peregrinación hacia Schoenstatt. Era un hermoso día soleado, con muy buenas expectativas. Llegaron cinco días más tarde.

Las peregrinaciones en bicicleta son un intento de encontrar nuevas formas de peregrinación para atraer a la gente y conducirla lentamente a un encuentro religioso.

"Es la primera vez que hago una peregrinación. No tenía la menor idea, pero venía con confianza", dice una persona que por primera vez está aquí. "Vuelvo con el corazón agradecido por lo vivido, para tener fuerzas para la vida cotidiana en la familia y con mis compañeros", comenta como resumen de la experiencia. Y concluye: "Vamos a volver... María nos está esperando."

Cinco días de camino de Santuario en Santuario

Cinco días de Santuario en Santuario: del Santuario en Borken al Santuario en Oermter Marienberg; desde Oermter Marienberg al Santuario en Puffendorf; de Puffendorf al Santuario en María Rast y finalmente de Ahrweiler hasta Schoenstatt. "Por la tarde tuvimos una hermosa sensación cuando llegábamos, escuchando las campanas del Santuario de Schoenstatt, y con una amable recepción por parte de las Hermanas…" escribe un matrimonio que peregrinó por primera vez. También los que llegan todos los años vivieron "el arribo y la despedida en la Capillita" como un regalo especial.

Pero también lo fue "el silencio, el estar en camino, los profundos y hermosos impulsos para meditar. Eso hizo bien, tener tiempo para uno y para los demás, el diálogo… poder encontrar paz interior…"

Al final del viaje uno de los ciclistas-peregrinos describió lleno de humor aquellas experiencias – que también son parte de estas peregrinaciones en bicicleta – y lo hizo con la melodía de una famosa canción de caminantes: los chaparrones sin aviso previo en pleno campo, los pinchazos...

Cada vez más confianza...

Y, para completar el panorama, algunos testimonios de la peregrinación:

"Estos días de peregrinación en bici hacia Schoenstatt y encontrarse en el camino con una comunidad tan alegre, tan comunicativa, fueron para mí como una brisa fresca para el cuerpo y el alma."

"Participo por tercera vez, dejando reposar al alma y recargando las baterías: cantar mucho, rezar y reírse. Si Dios quiere vamos a volver el año que viene. ¡Gracias por todo!"

"Fue maravilloso hacer un trayecto tan largo en bicicleta, en comunidad y gozando de la hermosa naturaleza. Tomé mucho impulso espiritual durante cada día. Y por las tardes cantar juntos, alegrarnos y reír. Es la tercera vez que vengo, ¡y espero que haya una cuarta!"

"¡Estos días en bici fueron una cura vitamínica para el cuerpo y el alma! Descubrimos muchas huellas de Dios y de la MTA. ¡Gracias! Me alegraría que se repita."

Una señora que participa por sexta vez: "Cada vez un poco más. Cada vez más confianza. Cada vez más claridad. Cada vez encuentro más tranquilidad junto a la Virgen. ¡Ella me ayudó!"

Traducción: Rosa Espinosa, Bariloche, Argentina/hma