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 published: 2003-05-15

¡Feliz cumpleaños, Primer Santuario Filial!

El 18 y 19 de octubre se celebrarán los 60 años del Santuario en Nueva Helvecia, Uruguay

 
 
 
 

Fotos: XXX © 2003

 

URUGUAY, Hna. Maristela. Sí, cumplirá 60 años el próximo 18 de octubre, el primer Santuario Filial de Schoenstatt en el mundo, que se encuentra en Nueva Helvecia, pequeña y hermosa ciudad del Departamento de Colonia, Uruguay, fundada en 1862 por colonos suizos. La pequeña Familia de Schoenstatt uruguaya quiere vivir intensamente este aniversario y se prepara con una reflexión sobre la misión que Dios le ha encomendado como Familia en torno a este Santuario, buscando, con la participación de todos los grupos y las ramas del Movimiento y con los dirigentes de la Campaña de la Virgen Peregrina, su misión para el país.

La celebración será los días 18 y 19 de octubre.

Nueva Helvecia (12.000 habitantes) está situada a 120 Km. de Montevideo, la capital de la República Oriental del Uruguay. Está enclavada en una zona de cerros bajos y alargados, llamados "cuchillas", en una zona de gran producción lechera, rodeada de un prolijo paisaje de sembradíos y praderas. Tiene el privilegio de haber sido elegida por la Madre Tres Veces Admirable como cuna del primer Santuario Filial de Schoenstatt, bendecido el 18 de octubre de 1943.

Es una copia fiel del Santuario Original a cuya fuente de gracias está unido. Es el primero y el que inspiró la construcción de más de 170 Santuarios filiales en todo el mundo. Y más aún: a este numero se sumarán – hasta el 60° aniversario – los nuevos Santuarios en Belo Horizonte, y Frederico Westphalen, ambos de Brasil, y Cebu City, en las Filipinas. Y hay Santuarios filiales en construcción en Lima (Perú), Ibadan (Nigeria), Garanhums (Brasil). Pocas semanas después del aniversario del primer Santuario filial, se celebrará en Roma la bendición del Santuario Internacional, en el terreno bendecido por el P. José Kentenich el 8 de diciembre de 1965.

Ver: http://www.santuarios.schoenstatt.de/

El Santuario original: fruto de la Alianza de Amor

El 18 de octubre de 1914, el Padre José Kentenich y un grupo de jóvenes invitaron a la Santísima Virgen a descender a la capilla del valle del río Rin, en Alemania; invitación que los comprometía a ellos mismos y a nuestra Señora en una Alianza de Amor.

Desde entonces no han cesado los aportes al Capital de Gracias consistentes en una vida de oración y de sacrificios hechos por amor; en el esfuerzo por la santificación de la vida diaria mediante el "fiel y fidelísimo cumplimiento del deber"

Por esta alianza de Amor el cielo se unió a la tierra: María aceptó el ofrecimiento de sus hijos y transformó el lugar en un Santuario, centro de peregrinación y de gracias, donde Ella "atrae los corazones y los educa para que sean instrumentos" de su actuar maternal entre los hombres.

Primeras semillas de Schoenstatt en el Uruguay

Las Hermanas de María fueron enviadas desde el Santuario Original como mensajeras de esta Alianza de Amor. A partir de 1933, partieron primeramente rumbo al África y luego a las Américas.

¿Y por qué el Primer Santuario Filial de Schoenstatt se encuentra en el Uruguay, en Nueva Helvecia? Veamos la conducción de la Divina Providencia.

El 29 de marzo de 1937 llegaron a Nueva Helvecia (procedentes de la Argentina, a donde habían llegado en 1935) las tres primeras Hermanas: la Hna. M. Radegundis (quien reside actualmente en Florencio Varela, Argentina), la Hna. M. Hiltrud y la Hna. M. Gundelindis, respondiendo a una solicitud de los colonos del lugar, quienes desde 1914 abrigaban el deseo de fundar un colegio católico con Hermanas suizas o alemanas.

El 15 de abril del mismo año iniciaron las actividades del nuevo colegio al que llamaron "Mater Ter Admirábilis"

Con el paso del tiempo se hizo necesario ampliarlo, arriesgarse a comprar un terreno e iniciar la construcción de un nuevo edificio, que luego sería testigo de la historia del primogénito de los Santuarios filiales, hogar de las audaces protagonistas de esta empresa de amor y entrega, y de las generaciones que las seguirían.

Con los planos del Santuario Original... y los planes de la Providencia Divina

Un año después llegaron desde Schoenstatt, la Hna. M. Clara y la Hna. M. Anselma; luego nuevos grupos de Hermanas.

La Hna. M. Clara trajo los planos del Santuario Original. Ella le había contado al Padre Kentenich de su intención de llevarlos consigo. El Padre la había escuchado en silencio y sonriente, dejándola actuar. Más tarde, construido ya el Santuario, confesó que él nunca había pensado en un Santuario filial. Como en todo, se dejó guiar por las voces del alma y la fe práctica en la Divina Providencia.

La conciencia de misión de las Hermanas era muy acentuada: ¡el mensaje de Schoenstatt las urgía al anuncio osado!

Nada les resultaba difícil tratándose de darlo a conocer: La consigna con la que habían sido enviadas: Mater habebit curam ("La madre cuidará") las impulsaba sin descanso ni tregua y les ayudaba a vencer las dificultades: el idioma; la adaptación a una mentalidad y cultura diferentes; el dolor por las noticias de la guerra por la que familiares y amigos, la Familia de Schoenstatt y el mismo Padre Kentenich estaban sufriendo.

En ellas ardía el fuego del envío e iba encendiendo corazones bien dispuestos: se formaron los primeros grupos de jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Pero, ¿cómo vincularlos al Santuario, la fuente de gracias?

Una ermita o una fotografía no suplían la vivencia personal del Santuario.

Y surgió la inspiración: ¡construyamos aquí el Santuario!

El Padre Fundador nos envió a construir Schoenstatt...

Ellas reflexionaron: El Padre Fundador nos envió a construir Schoenstatt.

Comprobaron que Schoenstatt no se capta sin la vivencia – y las gracias – del Santuario. Por lo tanto interpretaron que el Padre Fundador estaría de acuerdo conque lo construyeran.

Debía ser un SANTUARIO FILIAL vinculado al Santuario Original. Atraerían la presencia y el obrar de la Sma. Virgen por los aportes al Capital de Gracias ofrecidos en ese lugar, cumpliendo así las mismas condiciones con las que nació el Santuario original

La bendición de la piedra fundamental: 18 de octubre de 1942

El 18 de octubre de 1942 se bendijo la piedra fundamental. ( El mismo día en que el Padre Fundador, en Alemania, prisionero de los nazis, salió del búnker donde estuvo encerrado cuatro semanas y fue trasladado a la cárcel de Coblenza)

Y comenzó la construcción sorteando los obstáculos: planos incompletos, falta de datos del retablo del altar, de las ventanas, bóveda, campanario... y, no en último término, las penurias económicas.

Los comienzos del primer Santuario filial, como en Belén y en Nazaret, tienen la impronta de la pobreza material. La Madre Tres Veces Admirable responde a la confianza filial y al "nada sin ti, nada sin nosotros" y se muestra en su poder maternal.

Fue conmovedora la participación de los niños: con generosidad, brindaron su trabajo y su aporte material, valioso por la calidad de la entrega, no tanto por la cantidad. Ellos hicieron "la campaña del ladrillo" y los juntaron uno a uno para la Virgen. Y Ella buscó corazones y manos generosas que dieron su aporte significativo.

Un tema en el que la MTA se glorificó de un modo admirable fue el retablo torneado en madera: en Nueva Helvecia vivía don Joaquín Vidal, un ebanista español, quien, por amor a Ella aceptó el desafío de hacerlo. Sólo disponía de fotografías en blanco y negro y la ayuda de una lupa. Y el resultado fue de una notable similitud al original.

Por primera vez en la inauguración de un Santuario filial resuenan las palabras del Acta de Fundación

Llegó el domingo 17 de octubre de 1943. Desde la Iglesia parroquial se trasladó en solemne procesión la imagen de la Mater Ter Admirábilis, adornada con un marco de flores.

El lunes 18 fue el día señalado para este paso de Dios. Por primera vez en la inauguración de un Santuario filial, resonaron en tierra americana las palabras del Acta de Fundación: "Sin duda, no podríamos dejar a nuestros sucesores una herencia más preciosa que inducir a nuestra Señora a que erija aquí su trono, reparta sus tesoros y obre milagros de gracias...

Quisiera convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracias para nosotros... y quizás más allá".

Lo que significa el primer Santuario filial para el Fundador

El Padre y Fundador, prisionero en Dachau, recibió la noticia de este acontecimiento al año siguiente. ¡Qué alegría en Nueva Helvecia al recibir su confirmación! :

"A mi soledad llegó la noticia de que un nuevo Santuario ha sido bendecido. Que la Madre de Dios bendiga a todos los que se encuentren con Ella en este Santuario, que los transforme en hombres y mujeres nuevos, y los cobije cálidamente en su corazón. Que de todos ellos haga apóstoles ardientes que, sin desfallecer, realicen los planes de Dios".

Liberado del campo de concentración en 1945, el Padre inició sus viajes por el mundo en 1947, y llegó a Nueva Helvecia el 9 de mayo. Al contemplar el Santuario exclamó: "Vengo del hogar, al hogar".

En un escrito de junio de 1947, explicó la importancia de este Santuario para la fundación de Schoenstatt internacional:

"En Dachau luchamos durante mucho tiempo por la Obra internacional. Los schoenstattianos polacos no querían colaborar mucho, pues la localización en Schoenstatt era un obstáculo insuperable para su sentir y pensar - Polonia y Alemania estaban en guerra.

La solución propuesta por un francés: "Schoenstatt no está en Alemania: Schoenstatt está en el mundo ", no caló en sus sentimientos. Todas las explicaciones teóricas quedaban en la cabeza y no llegaban al corazón. Entonces, a último momento, recibí la noticia de Uruguay que describía vivamente la inauguración del Santuario. Con ello todas las dificultades estaban resueltas y la Obra Internacional fue una realidad."

El primer símbolo del Padre

Durante la visita del Padre Kentenich, el primer Santuario filial fue nuevamente escenario de acontecimientos singulares de gracia para la comunidad que lo construyó.

La Madre y Reina, retribuyendo la generosidad de las hijas que le habían ofrecido esta casa, comenzó a regalar a manos llenas un río de gracias que llevó a comprender muy plenamente que Dios es Padre, que nosotros somos sus hijos, y por eso, hermanos, familia, NAZARET...

El Padre Fundador fue testigo de este obrar materno, y también instrumento de la Madre y Reina para revelar, a semejanza de Jesús, el rostro del Padre, el infinito amor paternal que Dios nos tiene. Él afirmó allí: "La misión más hermosa que tiene una madre es la de conducir a sus hijos al padre; en último término es el Padre Celestial, pero también a su representante aquí en la tierra," el padre humano.

El primer símbolo del Padre en un Santuario de Schoenstatt, colocado allí por el mismo Padre Fundador, recordará para siempre esta corriente de gracias, la corriente patrocéntrica.

Un lugar hermoso y una misión

Actualmente – año 2003 – el primer Santuario Filial es centro de peregrinaciones cotidianas de personas que traen sus aportes al Capital de Gracias y reciben las gracias de la Madre, hora tras hora.

Junto a la puerta del Santuario, la presencia acogedora del Padre Kentenich, en la estatua que lo representa, regala cobijamiento y seguridad, y envía a la misión.

Un "hermoso lugar" que brinda paz y la certeza de la presencia de Dios y de la Sma. Virgen. Nuestra gratitud por esta iniciativa divina y la audacia misionera de la primera generación de las Hermanas de María.

Gracias al primer Santuario filial se ha enriquecido la Familia con infinitas originalidades, favoreciendo la inculturación de Schoenstatt en todo el mundo. Y esto se prolongó posteriormente en los Santuarios del hogar

Cuando el Santuario de Nueva Helvecia cumplió 50 años, se representó simbólicamente, en forma gráfica, la misión del primer Santuario filial. Es un óvalo horizontal. En el centro del lado superior, está el Santuario original del que parte una corriente de vida simbolizada en líneas con los colores del arco iris que llegan a la mitad inferior del óvalo. Allí está el Santuario de Nueva Helvecia (silueta blanca, igual que el Santuario original, ya que el blanco es la suma de los colores del espectro) y de él parte una serie de siluetas de Santuarios con los colores del arco iris, que vuelve al Santuario original. Es la alianza de amor que ha tomado forma original en la misión que cada Santuario devuelve al Santuario original. El Padre ya lo dijo en Nueva Helvecia en 1947, antes de confirmarlo el 31 de mayo de 1949 en Chile: los Santuarios filiales generan una corriente de vida que retorna al Santuario original, enriqueciendo la vida de la Alianza para toda la Obra.



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Last Update: 16.05.2003 Mail: Editor /Webmaster
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