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 published: 2003-05-08

Viajar a Schönstatt siempre es un regalo

Recuerdos preciosos de la Peregrinación a Schoenstatt de las Profesionales de España a Schoenstatt en Semana Santa

El grupo de las Profesionales de España

The group of Professional Women from Spain

Die Gruppe Berufstätiger Frauen aus Spanien

 
 

En la pieza del Padre en la Casa de Formación, Monte Schoenstatt

In the apartment of Father Kentenich in Schulungsheim, Mount Schoenstatt

In der Wohnung Pater Kentenichs im Schulungsheim, Berg Schönstatt

 
 

Motivación

Motivation

Einstimmung

 
 

Caliz y vino

Chalice and wine

Kelch und Wein

 
 

Paseo en barco

Boat trip

Schiff-Fahrt auf dem Rhein

Fotos: Diez © 2003

 

 

 

SCHOENSTATT/España, Mar Diez. Viajar a Schönstatt siempre es un regalo, pero en Semana Santa este regalo adquiere, al menos, el triple de su valor. Ese es el privilegio que como Rama de Profesionales Femenina de Madrid hemos podido compartir y disfrutar durante los cinco días que ha durado nuestra peregrinación para realizar el anhelo que teníamos desde hacía tiempo.

Aterrizamos el martes Santo y pese a nuestra latina impuntualidad, la casa Sonnenau nos acogió con los brazos abiertos. Los días se presentaban intensos así que comenzamos dando un paseo en barco por el Rin para disfrutar del tiempo primaveral que Alemania nos regaló.

"He llegado la hora de tu amor"

Entre todos los momentos vividos, destacaría varias vivencias que hicieron de este viaje una peregrinación muy especial. El Jueves Santo giró en torno al lema "Ha llegado la hora de tu amor" por ello tuvimos un impresionante encuentro en la habitación del Padre Kentenich donde cada una portaba una pequeña botella con vino blanco que simbolizaba todo lo que impedía que llegase la hora de su amor: desconfianza, pequeñas cruces, miedos, inseguridades etc. Este vino, se vertió en un cáliz en la décimo segunda estación del Vía crucis "Jesús muere en la cruz" que rezamos por el Monte Schönstatt durante el Viernes Santo. Posteriormente se consagró en la Vigilia Pascual del Sábado Santo y ese vino transformado en Sangre de Cristo, lo compartimos en la comunión con otros Schönstattianos llegados desde Chile, Ecuador, y Paraguay que llenó de valor y significado nuestro símbolo.

Vivenciamos en silencio la oración en el Huerto en el Santuario Cenáculo, la oración ante el Tabernáculo vacío en el Santuario Marienau. Disfrutamos con las liturgias que gracias al Padre Sidney celebramos en castellano en el Santuario Marienland, donde renovamos nuestra Alianza de Amor y las promesas de Bautismo en torno al fuego en la noche de Pascua.

"Regresamos con el corazón lleno de vivencias, de regalos del Padre, de experiencias compartidas..."

Recordamos en el Museo Padre Kentenich los hitos de la historia de Schönstatt y su repercusión en nuestra vida. Tuvimos emocionantes encuentros como Rama en torno a la tumba del Padre, donde cada una pidió por sus necesidades y expresó sus anhelos más profundos. Entrevistamos al Padre Ángel Estrada que nos comentó el estado del proceso de canonización del Padre Kentenich. La Hermana Ana Lucía nos relató emocionada cómo vivió el momento de la muerte del Padre Kentenich el 15 de septiembre de 1968. Celebramos por todo lo alto la noche de Pascua con divertidas actividades mientras compartíamos un chocolate y unos huevos de pascua. Disfrutamos entre risas, las subidas andando al Monte Schönstatt (a veces ¡hasta tres veces al día!) y al Monte Sión, donde contemplamos las maravillosas vistas y de paso dormimos la siesta a la española en sus asoleadas praderas.

Nos despedimos en el Santuario original y regresamos con el corazón lleno de vivencias, de regalos del Padre, de experiencias compartidas; con el alma y las fuerzas renovadas, con la alegría de haber vivido una Semana Santa muy especial y con la esperanza de poder revivir cada día un trocito de este Schönstatt que mantenga viva nuestra fe, hasta la siguiente. MPHCEV!



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Last Update: 08.05.2003 Mail: Editor /Webmaster
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