Monseñor Rylko, Secretario del Pontificio Consejo para Laicos, en la foto con Chiara Lubich, fundatora del Movimiento Focolar Bishop Rylko, Secretary of the Ponticial Council for the Laity, in the photo with Chiara Lubich, foundress of the Focolar Movement Bischof Rylko, Sekretär des Päpstlichen Laienrates, im Foto mit Chiara Lubich, der Gründerind er Fokolarbewegung Foto: www.focolare.org © 2003
La construcción de la paz ... también desde los Santuarios de Schoenstatt: Santuario Cor Ecclesiae, Roma Working for peace... also from the Schoenstatt Shrines: Cor Ecclesiae Shrine, Rome Frieden schaffen ... auch von den Schönstattheiligtümern aus: Cor Ecclesiae-Heiligtum in Rom
Mons. Cardenal James Stafford, Prefecto del Pontificio Consejo para Laicos Cardinal James Stafford, Prefect of the Pontificial Council of the Laity Kardinal James Stafford, Präfekt des Päpstlichen Laienrates Foto: Archiv © 2003

ROMA, P. Alberto Eronti. El día sábado 29 de marzo el Pontificio Consejo para los Laicos, reunió a doce Movimientos y Comunidades Nuevas de la Iglesia en su encuentro anual. La Hna Lisianne Braunbeck y el Padre Alberto Eronti fueron en representación de la Familia de Schoenstatt. Presidían el encuentro el Cardenal James F. Stafford, Prefecto; Mons Stanislaw Rylko, Secretario, y el laico uruguayo a cargo de la sub-secretaría, Prof. Guzman Carriquiry.

El Cardenal dio la bienvenida mediante algunas afirmaciones que los situaron en la perspectiva del encuentro: "La Iglesia quiere avanzar en la comunión, en la unidad. Los Movimientos y Comunidades Nuevas han de estar al frente de esta senda marcada por el Santo Padre. Los hemos llamado para comprometerlos más aún con la misión de la Iglesia en el momento actual de la historia. Ustedes tienen el don, el carisma de la comunión, ¡apórtenlo! Hoy, crear comunión y unidad, significa trabajar por la paz, la paz de Jesús. La paz evangélica tiene "rostro", es Jesucristo. Los Kamikases se cubren el rostro, son el rostro de la ausencia de paz, el rostro de la nada. Estamos llamados a revelar la paz que "vence" humanizando, dignificando, respetando: la paz de Jesús".

La construcción de paz en tiempos de guerra

Tras la introducción del Cardenal, tuvimos la disertación de Mons Jean Louis Tauran, Secretario de las relaciones de la Santa Sede con los Estados. Comenzó con una cita de la carta a los Efesios (2,14): "Cristo es nuestra paz". Desarrolló dos puntos dentro del tema "La construcción de la paz en tiempos de guerra": Pedagogia de la paz y estrategia de la paz. En el primero comenzó señalando los lugares en los que se aprenden los presupuestos de la paz: familia, escuela, lugar de trabajo y en todo lugar de relaciones humanas. Los presupuestos son el amor, la dignidad, el respeto, la comprensión del otro, el perdón y la permanente conversión del corazón. El corazón – recordó – es la "profundidad" en la que nosotros hemos de construir la paz, ya que de ahí "sale" todo lo bueno o lo malo del hombre (Mt. 15,19). Fue aquí donde habló de tal manera que me conmovió señalando temas que son muy de nuestro Padre Fundador: la dignidad de cada hombre, el respeto que merece todo hombre, la opción radical por el hombre en nombre de Dios. Por eso, agregó, estamos ante el desafío de crear un nuevo orden social, un nuevo orden mundial. Pero este nuevo orden necesita cuna, casa y ésta es la familia. ¡Sean pedagogos de la paz! - pidió – que es lo mismo que decir: ¡Sean pedagogos del amor, del amor más grande!

La estrategia de la paz

En lo referente a la estrategia de la paz, afirmó que la Santa Sede ha impulsado un nuevo vocabulario clarificando ideas y valores de vida, de convivencia, de orden y de paz. Citó: a) El primado de la persona humana sobre el Estado y la Sociedad. La afirmación de los Derechos Humanos, como la vida, la justicia, la educación, el trabajo. b) La clarificación y contenido de lo que significa la guerra y los tipos de guerras. Por eso, en un esfuerzo creciente, el Estado del Vaticano adhirió a los tratados de "No proliferación nuclear", "No uso de armas químicas", etc. c) Recordó los cuatro "pilares" de la paz: amor, verdad, justicia y libertad. d) El respeto al Derecho Internacional, el camino del diálogo que impida la prepotencia del fuerte sobre el débil. e) La viabilidad de un instrumento técnico: la diplomacia. Por este camino se ha lanzado el Papa para defender el derecho de todos los hombres y de cada hombre. De aquí la presencia del Estado del Vaticano en la ONU, en la UE, en la FAO, en la UNESCO. "No estamos ahí por gusto, estamos ahí por misión", afirmó. f) La necesidad de impulsar una Etica Internacional, el bien de cada uno y el bien de todos no tienen por qué estar reñidos. Se trata de un principio moral. g) El desafío es crear una cultura de paz. Hemos de llegar a la firme convicción de que la violencia genera violencia, el único camino es el diálogo, visto como puerta hacia el entendimiento y la comunión.

La guerra en Irak no es una guerra de religiones

Tras la exposición, Mons Tauran respondió a varias preguntas dando estas afirmaciones:

• "Hay un claro atropello al Derecho Internacional. Los hombres y los pueblos que se han manifestado por la paz no han sido oídos, de ahí esta sensación que se torna certeza: estamos ante una guerra injusta.
• El Papa y sus colaboradores insisten con todas sus fuerzas que no es una guerra de religiones, no es una guerra de culturas. No hay, dijo, ningún líder mundial que haya defendido los derechos árabes e islámicos como lo hizo el Papa.
• Tenemos una verdadera ausencia de líderes políticos cristianos. La mayoría de los diplomáticos que llegan a la Secretaría de Estado son "buena gente", pero tienen una ausencia casi total de formación y convicciones religiosas. Hemos de aceptar con dolor y lucidez, que la Iglesia no ha estado a la altura de los tiempos en la formación, en la catequesis ni en su dedicación preferencial por la formación de líderes, hoy percibimos el vacío enorme que se ha producido en este nivel.

La Iglesia, especialista en humanidad

Mons Rylko abrió el intercambio con estas dos frases: "Recordemos que la Iglesia es "especialista" en Humanidad y que, por eso, ha de ser la Samaritana de la Humanidad". Para no extenderme en demasía iré citando algunos aportes, los que, independiente de lo que susciten al leerlos, nos pueden ayudar a reflexionar y reaccionar.

• Hay histerismo y arrogancia de poder. Es el poder económico el que decide el hacer político. Hoy la iniciativa de la fuerza ha escapado de la exclusividad de los Estados, hoy hay "profesionales de la guerra", casi diríamos que hoy "cualquiera puede hacer la guerra".
• En lo que a nosotros nos compete, por cultura y lugar geográfico, hemos de decir que se trata "del problema de Occidente", de la infidelidad de Occidente a sus raíces, se ha debilitado como cultura y se ha hecho agresivo, su agresividad desató la agresividad del Islam que se experimenta como una cultura atropellada.
• Occidente ha logrado despertar los fundamentalismos, no sólo el Islam, sino también el Hinduismo está en este camino.
• La guerra es una derrota de la Humanidad y es una derrota del cristianismo: hay una poderosa irrupción del mesianismo neoprotestante. No se puede hablar de paz y no dejar piedra sobre piedra.
• Debemos afirmar nuestra comprensión de la paz. Occidente no puede hablar de paz sin hablar del Evangelio. Por eso el Papa nos marca el camino hacia un Occidente nuevo, vasto, multipolar y unido por el Evangelio. Por esto la división de los cristianos es un dolor mayor, un debilitamiento ante la misión entregada por Jesucristo.
• El Papa ha desarrollado y enseña, como Maestro de la Verdad, el correcto lenguaje de la paz, el lenguaje del Evangelio. El radicalismo y la entrega del Papa nos dan la pauta de cómo trabajar y construir la paz. Juan Pablo II está dando la vida por la paz.
• No podemos olvidar el pedido del Papa y el modo de la Iglesia en "hacer la paz": se trata de la oración, se trata de estar "con María la Madre de Jesús", orando, clamando el don de la paz. En el desvalimiento nos volvemos a María, Pedagoga del Evangelio, Pedagoga de la Paz. Con Ella, queremos asumir el compromiso de crear una nueva pedagogía comenzando por nuestros Movimientos y Comunidades trabajando por la familia, los centros de formación, etc.

Una nueva visión del mundo y del hombre

Tras el intercambio largo y rico, bien fundamentado, Mons Rylko agregó: "La guerra en Irak es una "nueva guerra", no por los medios que se utilizan, sino porque detrás hay un proyecto cultural, se trata de una nueva visión del mundo y del hombre. La guerra es presentada como un mal menor para vencer al enemigo mayor. En contraste, esta mentalidad, presenta la paz como aniquilamiento de algo y/o alguien para imponer un nuevo orden. Nadie parece preguntarse si el nuevo orden va o no con la cultura de los pueblos y naciones, por ejemplo: ¿la democracia occidental es apta para la cultura y la mentalidad árabe? ¡No se puede democratizar por decreto o por la fuerza! Tenemos que proponer un nuevo lenguaje de paz y para la paz. ¿En qué nos diferenciamos de un "pacifista"?, en que somos pacificadores, ofrecemos la Paz. Ofrecemos la Persona y el Rostro de la Paz que es Jesucristo.

La "Iglesia jerárquica" necesita más que nunca de la "Iglesia carismática"

Al cierre el Cardenal Stafford dijo algunas palabras a modo de orientación:

• ¿Cómo ha de usar el poder un hijo de la Iglesia? Si el poder no es un servicio, se hace atropello y crea indignidad.
• La guerra nos lleva a "sacar" de nosotros a los otros, los expulsamos del corazón, del sentimiento, de la voluntad.
• La victoria sobre la guerra es el amor, amor como el de Jesús, amor extremo. Sólo el amor abre el corazón para recibir al otro y a los otros, sólo el amor nos lleva a ser con el otro y los otros. Sólo el amor nos posibilita ser imágenes de la Trinidad, ser aquello a lo que estamos llamados.
• Vivan esto al interior de sus Movimientos y entréguenlo a la Iglesia toda y al mundo. *Creo poder decir que hoy la "Iglesia jerárquica" necesita más que nunca de la "Iglesia carismática", ¡vivan sus carismas y participen plenamente en la misión de la Iglesia!

Iniciativas del Pontificio Consejo

El Prof. Guzman Carriquiry nos comunicó tres iniciativas del Pontificio Consejo para el futuro:

• "Congreso de laicos católicos de los países del Este". Será en Kiev, Ucrania, del 8 al 12 de octubre de este año. Solicitan a todos los Movimientos y Comunidades Nuevas que estén en la región toda la ayuda que puedan aportar.
• "La realización del foro mundial de jóvenes", será en la primavera de 2004.
• La formación de un "Grupo de reflexión", que colabore con el Consejo. El primer tema será: "Mujeres", una reflexión sobre el feminismo y el aporte de la Iglesia. Será a inicios de 2004.

Mons Rylko comunicó el tema del próximo encuentro del Consejo y los Movimientos y Comunidades Nuevas: La constitución de una nueva Europa, el rol de los cristianos en ella.

Otro tema que queda pendiente es el de la Parroquia. Se trata de que la mayoría de los Movimientos y Comunidades Nuevas tienen actividades en parroquias, de aquí la pregunta: ¿Cómo pueden aportar los Movimientos y Nuevas Comunidades su carisma específico a la familia parroquial? Es un tema pendiente.

En la lengua de Schoenstatt...

A modo de cierre: Muchos de los temas tratados tienen un lugar importante en el pensamiento y los anhelos del Padre Kentenich, creo que lo vivido el sábado es un impulso a reafirmar ciertas intuiciones del Padre, profundizarlas y cotejarlas con nuestra estrategia actual y de futuro. Nombro algunos de los temas que salieron en el encuentro y los pongo en nuestro vocabulario: La misión de Occidente. El concepto de la Internacional en el Padre y la CAU. La Liga apostólica y su misión en la parroquia. La opción pastoral de priorizar: matrimonio, familia y educación. La necesidad de formar dirigentes para hoy y el mundo que viene. El valor de la educación para los valores perennes del Evangelio: amor, paz, perdón, comprensión, conversión, etc. El lugar de la espiritualidad y los acentos de la misma en el inicio de este milenio, salieron temas como: La centralidad de Jesús, Evangelio del Padre; María, Madre y Maestra de la Iglesia, Pedagoga del Evangelio y de la Paz. La oración, la comunión, la unidad…