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 published: 2003-03-26

Aprender de la Santísima Virgen cómo se trae a Jesús al mundo

Obispo Dr. Reinhard Marx, Tréveris, el 25 de marzo en Schoenstatt: "El Rosario es una oración a Jesús de la mano de María"

 

25 de marzo de 2003: Monseñor Reinhard Marx, Trier, rezando el Santo Rosario en la Iglesia de Peregrinos, Schoenstatt.

March 25, 2003: Bishop Reinhard Marx of Trier, praying the rosary in the Pilgrims' Church, Schoenstatt

25. März 2003: Bischof Dr. Reinhard Marx, Trier, beim Rosenkranzgebet in der Pilgerkirche, Schönstatt

 

Caminar hacia Cristo, de la mano de María - un signo de luz en tiempos oscuros

Walking to Christ, guided by Mary - a sign of light in the dark of times

An der Hand Marias auf Christus zugehen - ein Lichtzeichen im Dunkel der Zeit

 
 

P. Lothar Penners, director del Movimiento (izq.), saludó al Obispo

Fr. Lothar Penners, Movement Director (left), welcomed the bishop

P. Dr. Lothar Penners, Bewegungsleiter (links),bei der Begrüßung des Bischofs

 
 

Monseñor Reinhard Marx: "Quiero rezar el Santo Rosario con ustedes..."

Bishop Reinhard Marx: "I want to pray the Holy rosary with you..."

Bischof Reinhard Marx: "Ich bin gekommen, um mit Ihnen allen den Rosenkranz zu beten..."

 

"Dios te salve, Maria, llena eres de gracias..."

"Hail Mary, full of grace..."

"Gegrüßest seist du, Maria, voll der Gnade..."

 
 

Monseñor Reinhard Marx en el Santuario Original: "Te conosco desde niño..."

Bishop Reinhard Marx in the Original Shrine: "I met you already when I was a child..."

Bischof Reinhard Marx im Urheiligtum: "Dir bin ich begegnet schon in meiner Kindheit..."

 
 

Saludando a la gente

Meeting and greeting

Begegnung mit den Gläubigen

 

Fotos: POS, Brehm © 2003

 
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SCHOENSTATT, mkf. "El Rosario es una oración a Jesús de la mano de María", dijo el obispo Dr. Reinhard Marx, Tréveris. El 25 de marzo, rezó el Rosario en Schoenstatt junto con unas 1.700 personas. Schoenstatt fue el primero de cuatro lugares previstos en la diócesis de Tréveris donde el obispo Marx quiere rezar con motivo del Año del Rosario. El rosario de madera con el que rezó esta noche se lo regaló al finalizar a Nuestra Señora de Schoenstatt para el Santuario Original.

Allí, de ahora en adelante, todos los días a las 19:30 se rezará el Rosario por las intenciones que caracterizaron la oración del Obispo: Paz en el mundo, renovación de la fe y vocaciones para la vida consagrada.

25 de marzo de 2003

18:00: miradas atemorizadas dirigidas al cielo y a las calles en torno a la Iglesia de los Peregrinos en Schoenstatt: ¿Empieza a llover? ¿Vendrá mucha gente?

18:30: Los estacionamientos directamente delante de la Iglesia de los Peregrinos están todos ocupados. El personal designado ordena el torrente de autos y personas. En realidad esto se soluciona por sí solo, pero una seña amistosa no viene mal. Todavía no se divisa el auto que trae al Obispo. Cuatro ómnibus están frente a la Casa de los Peregrinos. La gente afluye de todas los cerros y colinas alrededor de Schoenstatt. Incluso las Hermanas de María que están de retiro espiritual.

18:45: Multitud delante de la Iglesia de los Peregrinos. Jóvenes y amables Hermanas de María venden velas a aquellos que no se habían aprovisionado antes. Hay diversos puestos de ventas. Junto a un puesto decorado con girasoles artificiales, la Rama de Señoras y Madres de Schoenstatt hace publicidad para su proyecto para mujeres embarazadas con necesidades económicas o de otra índole. Con entusiasmo se organiza, se saluda, se dan instrucciones. En la Iglesia se ocupan todos los asientos. Periodistas del Rhein-Zeitung [diario regional], el director de la prensa episcopal de Coblenza se informan sobre el desarrollo de este evento. Llegan religiosas con diversos hábitos, sacerdotes, jóvenes mejicanos y polacos, niños, jóvenes familias. En algún lado suena un teléfono celular. Llegan los superiores del Instituto de las Familias de Schoenstatt, el matrimonio Jensen de Chile, el matrimonio Fenelon de EE.UU.

18.55: Llega el obispo Dr. Reinhard Marx. Todos acuden a la Iglesia. Los 1.400 asientos no alcanzan ni remotamente. El coro de las Hermanas de María canta: "Clama jubiloso, el Señor..." Entran en procesión los monaguillos, los sacerdotes y el Obispo. Y de pronto cesa todo movimiento.

Ir tomados de la mano de la Santísima Virgen por el camino que conduce a Cristo

En nombre de todos los fieles de la región, de los palotinos y de todas las comunidades del Movimiento de Schoenstatt, el Padre Dr. Lothar Penners, Director Nacional del Movimiento de Schoenstatt, saluda al Obispo y le agradece por haber adoptado la iniciativa del Papa respecto al Año del Rosario y por haber venido en este día a Schoenstatt para rezar el Rosario en vínculo con el Santo Padre. Agrega que el rosario de madera con el que el Obispo rezará, será después un regalo a Nuestra Señora de Schoenstatt y será llevado a su Santuario con el ruego de que Ella una nuestra oración a su intercesión ante Dios. El obispo Marx responde que rezar el Rosario significa:

"Ir tomados de la mano de la Santísima Virgen por el camino que conduce a Cristo".

Después de la lectura del Evangelio que conmemora la Anunciación, habla el obispo Dr. Reinhard Marx y a través de sus palabras habla la familiaridad en el trato con María y con el rezo del Rosario, habla la convicción en la biunidad de Jesús con María. Empieza diciendo:

"Siempre en tiempos de mayor necesidad y preocupación, el Pueblo de Dios, buscando el camino correcto, ha dirigido la mirada hacia la Santísima Virgen. ¿Por qué hoy tiene que ser diferente? Al dirigir nuestra mirada hacia María, Ella nos muestra el camino, ya que nos muestra a Aquel que es el camino, la verdad y la vida."

Mostrar, en una sociedad pluralista, lo maravilloso que es haber encontrado a Cristo

La Iglesia, en tiempos turbulentos y en una nueva época de su vida, se encuentra ante el desafío de mostrar, siendo cristianos en una sociedad pluralista, lo maravilloso que es haber encontrado a Cristo. "En nuestras Eucaristías y en nuestra manera de vivir debemos reflejar que lo más importante es conocer a Jesús, amarlo, caminar con él, recibirlo como regalo." La Iglesia no es una asociación que puede desarrollar una estrategia pastoral y que después puede controlar los éxitos, sino que tenemos la obligación de vivir verdaderamente lo que creemos: "que en Jesús comenzó la vida en plenitud, y que en Él está la vida, toda la vida. Si hoy la Iglesia busca el camino, tiene que buscar el camino hacia Cristo de la mano de la Santísima Virgen. La Iglesia sólo es Iglesia de Jesucristo si se abre a lo mariano y aprende de la Santísima Virgen cómo se trae al mundo a Jesús."

Una oración a Jesús de la mano de María

El obispo Marx hizo referencia a la Fiesta de la Anunciación del Señor, que se celebra el 25 de marzo, y puso de relieve que Dios hecho hombre por la Virgen María significa una nueva creación, un nuevo comienzo. No se trata de una continuidad que termina en la salvación, sino que según Johann Baptist Metz se trata de una "interrupción", de una nueva iniciativa de Dios, de que nosotros somos interrumpidos en nuestras posibilidades. Aunque esta idea sea incomprensible para nosotros, en el sentido de esta "Fiesta del nuevo comienzo", no debemos reducir las posibilidades de Dios sólo a las que nosotros nos podemos imaginar. El 25 de marzo es una profesión de fe al Dios que hace que se realice la nueva creación, y "por Cristo en el Espíritu Santo va hacia el Padre". "Para no perder de vista el camino, para andar nuestro camino de la mano de María y permanecer fieles a este camino, para esto necesitamos la fuerza de la oración, la fuerza del Espíritu Santo, la intercesión de la Santísima Virgen. La oración del Rosario es una oración a Jesús de la mano de María por la que presente mantenemos a Jesús, una oración que puede ser rezada meditativa, personalmente y en comunidad." No esta dirigida hacia atrás, por el contrario, uno experimenta como justo la gente joven recurre a ella. Personas que perdieron la capacidad de rezar encuentran en ella una posibilidad de apoyarse en Jesús y de andar con Él. El obispo Marx acentuó una vez más que no hay ningún futuro camino para la Iglesia sin la alegría en la oración y puso en el corazón de los fieles las siguientes intenciones de la Oración del Rosario:

Paz en el mundo, renovación de la fe y vocaciones para la vida consagrada.

El 8 de diciembre: Consagración de la diócesis de Tréveris a la Santísima Virgen

Probablemente la diócesis de Tréveris fue consagrada por primera a vez a la Santísima Virgen en el año 1653, después de las terribles destrucciones a causa de la guerra de los treinta años.

Trescientos años más tarde, el 8 de diciembre de 2003, el Obispo quiere consagrarla de nuevo para poner bajo la protección de María a la diócesis, a su trabajo como obispo, en fin, el camino de la Iglesia hacia el futuro, hacia Cristo que vuelve a nosotros. Invitó cordialmente a todos a realizar esta consagración junto con él.

El obispo Marx lo expresó así:

"La Consagración a la Santísima Virgen es una profesión de fe pública que yo quiero renovar junto con toda la diócesis por la cual, en mi servicio juntamente con ustedes, me quiero poner bajo la protección y la conducción de María."

En el medio está tu nombre: Jesucristo

Antes de comenzar a rezar el Rosario fue expuesto el Santísimo Sacramento para que fuese adorado. En una oración formulada libremente, el obispo Marx dijo que nosotros durante el Rosario siempre retomaríamos una y otra vez el saludo del Ángel a María, "pero en el centro de esta oración, que se desarrolló en la historia de la Iglesia, está siempre tu nombre, Jesucristo. Esta oración conduce a Ti... Contemplando a tu Madre, nos animas a hacerte tangible, a traerte al mundo, a mostrarte al mundo, tal como lo hizo María en la noche de Belén; tal como lo hizo cuando estabas muerto en su regazo, como Custodia. Tu Madre – tu Custodia: Ella te muestra al mundo y así también nosotros queremos hacerlo por medio de nuestra vida y testimonio, de nuestra oración, celebrando nuestra Eucaristía, por medio de nuestra manera de vivir. Invitamos a todo el mundo a conocerte, a amarte, a encontrar en Ti la verdad y la plenitud de la vida."

El obispo Marx rezó el Rosario y 1.700 personas rezaron con él. Ellos rezaron en esta oración de la gente sencilla y de los creyentes de la Iglesia Universal con el Papa y los asustados cristianos en Irak, y con los miles de personas que en este momento, en alguna parte del mundo, con el rosario en la mano se adentran en oración en los misterios gozosos y dolorosos de sus vidas, en el sí de la Virgen María, en su mirada amorosa puesta en Jesús.

Para terminar el obispo Marx puso en la oración las intenciones de este mundo:

La situación de Irak y de otras regiones de la tierra que están en crisis, el Papa, la Iglesia en todo el mundo, la diócesis de Tréveris, por los sacerdotes y vocaciones religiosas, por la fidelidad y el testimonio de los sacerdotes, por todos aquellos que se encuentran en el noviciado y en los seminarios para sacerdotes, por los pastores fallecidos y parientes que nos han mostrado el camino de la fe.

Luego, el Obispo entonó el Te Deum: ¡Dios en tu grandeza, te alabamos! Por último, dio la bendición con el Santísimo Sacramento.

"Ya te encontré en mi niñez..."

El Padre Matthias Rummel SAC, rector del Santuario Original, agradeció al obispo por sus "palabras profundas, conmovedoramente espirituales". Dijo que como recuerdo de esta noche el Obispo quería entregar el rosario con el cual rezó y destinarlo al Santuario Original. Dijo: "Allí este rosario deberá estar visible para todos los visitantes de este querido lugar de oración, invitando a rezar frecuentemente en este Año del Rosario." A continuación invitó a todos a ir en procesión al Santuario. Así lo hicieron juntamente con el Obispo, en un ambiente de recogimiento, rezando y cantando. Niños de la misión polaca de Coblenza, que se encuentran noche tras noche para rezar el Rosario, llevaron el rosario.

Los presentes se encontraron en torno al Santuario Original con velas encendidas en las manos mientras el Obispo rezaba en este lugar de Alianza:

"Madre tres veces Admirable de Schoenstatt, ya te encontré en mi niñez, en las imágenes que conservaban las familias, en el testimonio de los sacerdotes que estaban y están vinculados al Movimiento de Schoenstatt. Al concluir nuestra Oración del Rosario te saludamos en este Santuario tuyo... Ahora te entrego este rosario con el cual pude rezar en esta celebración... Atiende nuestra oración por la revivificación de la fe en esta diócesis, la más antigua de nuestra patria; por las vocaciones para la vida consagrada; en las tareas y necesidades de nuestra vida personal. Escucha nuestras súplicas por la paz y justicia, diálogo y reconciliación entre los pueblos y culturas, entre las iglesias y religiones, entre norte y sur. Que el rosario sea, para todos los que visitan este Santuario, un estímulo para no desistir en el esfuerzo por una vida de fe en la vida diaria. Unidos con todos los peregrinos en tus santuarios en todo el mundo, en este momento nos unimos de nuevo a Ti. Déjanos participar en la apertura para con Dios y los hombres: Oh, Señora mía; oh, Madre mía,..."

Para los schoenstattianos presentes fue un momento de profunda alegría pronunciar junto con su Obispo las palabras con que en todo el mundo se sella la Alianza de Amor...

Con total espontaneidad y sencillez: Encuentros

Pasó mucho tiempo hasta que después de la bendición final el Obispo Marx llegase a la Casa Antigua para quitarse los ornamentos litúrgicos, ya que con total espontaneidad y sencillez comenzaron los saludos, apretones de manos, presentarse, etc. Feligreses de la parroquia de Vallendar, jóvenes mejicanos, Hermanas de María con regalos se abrían paso hacia él... Dos señoras que habían podido darle la mano al Obispo se fueron felices. Una señora mayor con la imagen de la Virgen Peregrina en sus manos, le dice a una amiga: "¡Ven también al Santuario, el Obispo estuvo allí!" Desde la Casa Antigua hasta la Casa de los Peregrinos, donde lo esperaba una colación, el Obispo tardó una media hora en llegar, ¡y allí ya lo esperaban miembros del club de tiro!

Una experiencia de una Iglesia llena de vida y sencilla con un Obispo en el centro, también lleno de vida, con fe y sencillez: de esta manera concluye esta noche en Schoenstatt.

Traducción: Hans y Pitty Reiche, Vallendar / Alemania



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Last Update: 28.03.2003 Mail: Editor /Webmaster
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