Brasil, Santa María, Hna.  M.  Matilde.  Como cada 18 de mes, el 18 de Febrero se encontraron 1000 personas de la Familia Schoenstattiana, entre ellos muchos  misioneros  de la Campaña de la Virgen Peregrina con su Peregrina en brazos,  en el Santuario Tabor de Santa María.  Es un “Año de Vocación“ en Brasil: siete novicias de las Hermanas de María de Schoenstatt brindaron su contribución   durante una presentación antes de la  Misa de Alianza.

Muchos peregrinos habían hecho un viaje de entre una y tres horas, entonces estaban allí desde temprano. Así, se aunaron al ofrecimiento meditativo de las novicias congregándose media hora antes de la Misa de Alianza (19.30 hrs.) en el aula de la Casa del Movimiento en  el Centro Mariano, donde también tendría lugar la Santa Misa. Entonces la consigna se hizo oír : ¡Avanzar hacia aguas más profundas!.

Matrimonio y familia como llamamiento

Las jóvenes hermanas entraron al aula principal llevando en sus manos las imágenes de la Mater Peregrina, luego ofrecieron una corta meditación sobre los diferentes tipos de llamamiento, destacando entre ellos el llamado al matrimonio. Éste se funda en la formación de una familia encomendada santamente a Dios; es decir, en una vida de esposos dedicada a la protección de los niños y a la educación en la fe. Todas las familias cristianas son llamadas a vivir el Evangelio y a dar testimonio de él. La familia es la base y la corona de una sociedad unida. Los niños reciben en ella la primera instrucción religiosa y aprenden a amar a Dios. Por lo tanto, la familia es el almácigo de todos los llamamientos. También se habló de la importancia de la oración en familia y de la orientación de los niños en el sentido de la vocación cristiana.

A lo largo de esta reflexión las novicias también señalaron el significado de la ofrenda del Santo Rosario, especialmente en este año que el Santo Padre ha denominado  “Año del Rosario”.  En este contexto, las hermanas aludieron al significado de La Madre Peregrina y a su regular visita a las familias que en el encuentro con la Mater rezan  el Rosario unidas. Además, en total concordancia con el llamado del Santo Padre en este Año del Rosario, también  se oró por las vocaciones.

Tras estas meditaciones, fue exhibido un corto video sobre el camino de una  jovencita desde  la consideración del llamado de Dios hasta tomar la  decisión de unirse a  las Hermanas de María. El testimonio de la joven fue profundamente vivenciado por los participantes.

A las 20 horas comenzó la Misa de Alianza, continuada por una procesión desde el Santuario Tabor hacia el otro lado de la calle donde, tras la bendición de cierre, el sacerdote quemó las hojas de papel que contenían el Capital de Gracias del mes anterior en el nuevo fogón Josef Engling. Así terminó la Celebración de Alianza del 18 de Febrero de 2003.

Traducción: Alicia Sabarbati, Villa Ballester, Argentina