"Por un nuevo orden social vivimos, luchamos y morimos"

Celebración del 35° aniversario de la Comunidad de San Egidio – Amor misionario de matrimonios - "Misiones familiares" de Schoenstatt

ROMA, P. Alberto Eronti. La voz del tiempo siempre es algo crucial para Schoenstatt en su camino de descubrir y desarrollar su misión en el "hoy y ahí", según la fe practica en la Providencia Divina es la voz de Dios y la voz del fundador en este tiempo de Schoenstatt. Más que nada cuando la voz de tiempo se escucha en el corazón de la Iglesia, en los encuentros con los movimientos eclesiales y la iglesia universal. En ese sentido, el 35 aniversario de la Comunidad de San Egidio, fundado y dirigido por laicos, como muchos movimientos, y su asistencia a los pobres, y su compromiso con la justicia y la paz pone en evidencia  el desafío que el Padre Kentenich avizoraba con el nuevo orden social, como también la misión de los laicos en Schoenstatt, especialmente en el campo de la familia.

El día 7 de febrero la Comunidad de San Egidio celebró los 35 años de su fundación. En la Basílica de San Pablo extra muros tuvo lugar la Eucaristía y luego el ágape en una gran tienda junto al templo. Al entrar en el templo se percibía el ambiente de fiesta. Para la Misa, presidida por el Cardenal Juan Bautista Re, concelebraron tres Cardenales, 26 obispos y más de 300 sacerdotes. A ambos lados del presbiterio había más Obispos y representantes de las iglesias de la Ortodoxia -participó el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Serbia y su séquito, de visita a la Santa Sede- evangélicas, protestantes y anglicana. De las cinco naves de la Basílica tres albergaban a la mayoría de los asistentes, entre los que se destacaban representantes de los Movimientos de Iglesia y Nuevas Comunidades, Embajadores, miembros de la Comunidad y simpatizantes.

La voz de Dios en este tiempo de la Iglesia

En la homilía el Cardenal hizo referencia a la historia de esta fundación. Lo que llama la atención -como voz de Dios en este tiempo de la Iglesia- es que el fundador, el Profesor Andrea Riccardi, es un profesor universitario intensamente comprometido con la Iglesia y el mundo. Justamente, la Comunidad nace trabajando al servicio de los pobres en las barrancas del río Tiber, no lejos de la Basílica de San Pablo. Con el paso del tiempo el grupo crece, se va estructurando mínimamente y define su aporte evangélico, centrado en los pobres y en un intenso compromiso por la paz y la justicia. La jerarquía fue reconociendo poco a poco el compromiso y el aporte que vivían y ofrecían, al ser aprobados reciben de la Curia Romana el antiguo monasterio carmelita de la Plaza San Egidio, de donde tomarán el nombre. Reconocidos y apoyados por varios Cardenales y obispos, recibirán el uso y cuidado de la hermosa iglesia de Santa María in Trastevere. Desde que ellos cuidan del templo, la atmósfera del mismo ha cambiado. Es un lugar de oración, de paz y serenidad. Los turistas que entran bajan la voz, se tranquilizan, oyen la música suave y el canto que funciona todo el día con una magnífica selección. La luz es adecuada, frente al altar mayor se ve -muy bien iluminado- el Icono de la Santa Faz del Señor. En el ábside, el mosaico muestra las figuras de Jesús y María. Llama la atención que el Señor tiene su brazo derecho sobre los hombros de su Madre, figura de la Compañera y Colaboradora.

Marcha por la paz del 1 de enero

La Comunidad se ha esparcido por el mundo y son muchos los centros de atención a los pobres y sus iniciativas por la paz. Fueron ellos los que organizaron y llevaron adelante la "Marcha por la paz" el día 1° de enero de este año. Están trabajando para conseguir la paz en varias naciones africanas en las que la guerra civil causa estragos. Fueron ellos los instrumentos de la paz firmada en Mozambique entre las facciones enfrentadas.

Cuando tantas parejas y familias están en crisis, Dios impulsa a matrimonios a hacer del amor esponsal, un amor misionero

Tras la celebración de la Misa nos reunimos en la gran tienda para saludarnos, compartir, dialogar. Pudimos saludar al Cardenal Kaspers, a los Obispos argentinos Laguna y Sánchez Sorondo y a muchas personas con las que vamos trabando amistad en el servicio del Evangelio. Fue una magnífica vivencia de Iglesia que me dejó pensando en una realidad que se va repitiendo: la cantidad de Movimientos y Comunidades Nuevas que son iniciadas y guiadas por dirigentes laicos, sean célibes o casados. La Comunidad de las Bienaventuranzas, cuyos estatutos acaban de ser aprobados por la Santa Sede, y dos grupos más de reciente fundación que se dedican, uno a los drogadictos y alcohólicos, otro a la recuperación de las mujeres de la calle, han sido fundados por matrimonios. Reflexionando sobre esto, me maravillaba de la manera cómo Dios responde a crisis y situaciones del tiempo. No me refiero sólo a los grupos que estas Comunidades atienden; sino también a que, cuando tantas parejas y familias están en crisis, Dios impulsa a matrimonios a hacer del amor esponsal, un amor misionero, que se proyecta fuera de la propia familia. Esto me llevó a pensar en nuestra Obra de Familias de Schoenstatt, en todo su potencial misionero fundado en la tercera gracia del Santuario. Cuando el Padre Kentenich afirma que "por un nuevo orden social vivimos, luchamos y morimos", no está diciendo una frase retórica, sino que señala algo esencial a su misión de padre y profeta y, por eso, a la misión de la Familia.

Una respuesta: Misiones familiares de Schoenstatt con la imagen de la Virgen Peregrina

En este sentido creo que una experiencia excepcional, desde Schoenstatt, la constituyen las "Misiones familiares". Éstas nacieron en Santiago de Chile por impulso del P. Hernán Alessandri en el ámbito de la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores. Las denominó "Misiones familiares católicas", con la idea de que fueran abiertas a todo grupo de Iglesia que las quisiera asumir. En Paraguay primero y luego en Argentina se han extendido con un acento más schoenstattiano. ¿Cómo funcionan? Se determina un lugar de misión, generalmente un pueblo no muy grande y necesitado. Se coordina con el párroco y se definen las fechas de la misión y lo que se necesitará en infraestructura. El grupo misionero está constituido por familias, entre 8 y 10 matrimonios con sus hijos y amigos de sus hijos. Esto supone en la práctica entre 70 y 90 personas. ¿Dónde radica lo particular de la experiencia?, en que la familia se hace misionera. Padres e hijos trabajan juntos al servicio del Evangelio y de sus hermanos más necesitados. Cuando me refiero a un "acento más schoenstattiano" es porque los misioneros quieren "dejar a alguien" en el lugar. Alguien que no sea un recuerdo, sino un programa de crecimiento espiritual. Por eso "queda en el pueblo la imagen de la Virgen peregrina". Una vez que los misioneros se van, es María la que sigue misionando y visitando las familias. El que se quede la Virgen, supone que los misioneros no se desentienden del lugar, sino que regresa cada tanto algún matrimonio con sus hijos para alentar y ayudar todo lo que María realiza.

La familia toda la que se hace instrumento en las manos de María

Naturalmente, el impacto de estas misiones es doble: en las familias que misionan y en el pueblo. Padres e hijos se conocen a un nivel nunca experimentado: el de evangelizadores, el de servidores de sus hermanos. Esto hace nacer muchas fuerzas ocultas en el matrimonio, en los hijos y en toda la familia. Se trata de una verdadera experiencia "pneumática", la fuerza y el poder de amor del Espíritu actuando en y desde la alianza de amor matrimonial y el amor familiar. Para los lugares misionados también es un impacto, se trata de una experiencia inédita: familia misioneras. Para muchos hogares debilitados, con problemas diversos, ver a padres e hijos trabajar juntos en un servicio de amor, les significa una renovación y una esperanza. Por eso, creo que se trata de la realización del imperativo que el Padre Fundador daba a la Familia en la Segunda Acta de Fundación: "Cuidar con gran dedicación la conciencia de misión divina y la conciencia de instrumento" ¡La conciencia de instrumento! En las Misiones familiares, es la familia toda la que se hace instrumento en las manos de María.

Misión familiar en Diamante, Entre Ríos: con la Auxiliar, peregrinas y 1.500 rosarios

El lunes 27 de enero partieron desde La Plata hacia la ciudad de Diamante, Entre Ríos, 100 personas para misionar en los barrios periféricos de la costa del río Paraná. Eran 6 matrimonios con sus hijos y varios jóvenes, contando con la capellanía del Padre Pablo Mullín. Misionaron 6 barrios en total, cada grupo (de 2 o 3 personas) acompañado de una peregrina, cuya presencia es fundamental ya que sin la Virgen, no les abren las puertas de sus casas. Al entrar a cada casa, a ejemplo de don Joao, se informan cómo está conformada la familia, si recibieron los Sacramentos, etc.

El párroco, que previamente les asignó las casas a misionar, les había pedido que comunicasen el anhelo del Santo Padre acerca del rosario y la oración por las familias, por lo que llevaron rosarios, regalando 1 en cada casa, junto con enseñarles a rezarlo y rezarlo con ellos. En total regalaron 1.500 rosarios!!! Cada familia misionada recibió además del rosario, un tríptico explicando cómo rezarlo, una meditación sencilla sobre los misterios y una estampa de la MTA. Todas las tardes se rezó el rosario en ermitas o capillas de los 6 barrios, reuniéndose en cada uno de ellos unas 50 a 100 personas.

Llevaron, como siempre, la Auxiliar de La Plata, yendo en procesión con Ella, el primer y último día, desde la escuela donde se alojaban a la plaza principal donde se celebró la Misa. La misión finalizó el domingo 2 de febrero.

Las Misiones Familiares Argentinas tienen como "patrono" al Padre Esteban Uriburu. El 12 de octubre de 1988, día de su fallecimiento, aún no habían encontrado lugar donde misionar por lo cual decidieron encomendárselo al P.Esteban y a los pocos días apareció el lugar. De ahí que junto con la Auxiliar, los acompaña siempre un cuadro del P.Esteban, que colocan en el lugar donde se alojan.

Simultáneamente en esos mismos días se realizó también la Misión Familiar a San Rafael, Mendoza, con matrimonios e hijos, jóvenes, y la capellanía del Padre Javier Arteaga.

Hubo además 2 Misiones Juveniles, una a Viale, con la capellanía del Padre Cruz Viale y el Padre Pablo Pol, y otra a La Rioja, con la capellanía del Padre Juan José Riba. Todas las Misiones van siempre acompañadas de imágenes peregrinas. 

Con aporte del Padre Pablo Mullín, Argentina

Más sobre el aniversario de la Comunidad de Sant Egidio:

Comunidad Sant' Egidio:

Misión Juvenil en Entre Ríos: Y: www.schoenstatt.org.ar