Novena de Navidad en la ermita... y el rosario de Schoenstatt en el radioMisión de Navidad y actividades navideñas de la Campaña del Rosario en Goya, Corrientes |
ARGENTINA, Goya, Ines Petiti,mkf/mb. La misión de Navidad en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, la novena de Navidad en la ermita con el pesebre viviente y colecta de alimentos y juegos, el rosario de Schoenstatt en la radio del obispado: regalos de Navidad para el Niño Jesús y la Mater de la Campaña del Rosario en Goya, Provincia de Corrientes, Argentina. Lo que hicieron los misioneros de Goya para que todo esté preparado y todos estén dispuestos para el nacimiento de Cristo, lo hicieron también miles y miles de misioneros de la Campaña en todas partes de la Argentina. El 22 de diciembre se cerró la misión de Navidad en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, y les pidieron a los misioneros que lean algo sobre la Navidad. Todo el trabajo de la misión de Navidad fue entregado al Capital de Gracias como un aporte desinteresado a la vida de la parroquia. El pesebre viviente en la ermitaEl "alma" del pesebre viviente en la ermita fue Graciela, una misionera de la Campaña, junto con unas madres que la ayudaron y muchos niños. Durante nueve días antes de Navidad, los misioneros invitaron a la Novena de Navidad en la ermita. Todo cerró con el pesebre viviente que salió lindísimo: los niños estuvieron preciosos, el niñito Jesús era un gordito que se portó muy bien. Ese niñito es un milagro de la Mater, cuando se le pidió prestado para el pesebre la madre lloró y la noche en que él hizo de niño Dios, lloraban la madre, el padre y sus tíos, estaban tan emocionados! El movía las piernas en esa cunita de cuero de ovejas, que estaba muy bonita, María y José estaban de verdad muy lindos también, como toda la escena. Graciela envió los nombres de todos los niños que participaron en el pesebre viviente para que sean escritos en estrellas en el pesebre en Schoenstatt. Esteban, un misionero de la peregrina, junto a su yerno, armaron el ranchito de la Sagrada Familia. El ejército les prestó un acoplado grande, que se colocó cruzando el espacio, y como fondo tenía la imagen del Padre con su rosario y la cruz de la unidad, en la pared detrás de la ermita, pintados en medio de un jardín floreciente. Esteban también trajo fuegos de artificio que encendió en el momento en que nacía el niño Jesús. La Mater estaba cubierta con un entretejido de luces de la Navidad, al igual que el cuadro de atrás, luciendo majestuosa. Un profesor de la escuela donde trabaja Inés Petiti instaló las luces, colocadas en distintos lugares y el pesebre también, comprometiéndose a instalar en forma permanente una luz que ilumine al Padre Kentenich. Un joven, Mario Espinoza, encargado de pintar el Santuario en la otra pared detrás de la ermita, colocó después de Navidad un piso más lindo a la ermita. "Va a estar muy coqueta la Mater", dice Inés. Los misioneros consiguieron que la gente llevase muchos juguetes, que al día siguiente fueron llevados por los misioneros al hogar de niños y al hospital. Rezando el santo rosario en la radio del obispadoEn el 22 de diciembre unas misioneras fueron a rezar el santo rosario a la radio del obispado, siendo grabado para pasarlo en distintos momentos del día. Como introducción rezaron la oración compuesta por el Padre Kentenich en 1944, que se encuentra en el rosario del Instrumento del Hacia el Padre. También para las meditaciones de cada misterio utilizaron folletos de Schoenstatt, sólo las de los misterios luminosos fueron tomadas de Cristo Hoy, semanario católico que junto con la Campaña organizó el "Rosario por la Patria". Claro que las misioneras estaban muy nerviosas por la importancia de esta grabación, ya que toda la región donde llega esta radio comunitaria escuchará este rosario! Las Mil Avemarías rezadas en la ermita el 18 de diciembre, como cada día 18, fueron parte de las actividades navideñas también. Nuevamente se rezó un rosario formado con bolsas de alimentos que llevaron luego al Hogar San José, un hogar de ancianos. En el último rosario, la Mater fue coronada con una corona de rosas. En cada se la corona con un rosario blanco que previamente se le entrega a la persona a cargo de rezarlo. Cada una de ellas, al finalizar el último misterio, corona a la Mater con su rosario, y en cada rosario se coloca una flor, formando así una corona que finalmente todos juntos le entregan a la Mater. El rezo de los Mil Avenmaría, veinte Rosarios, en la Iglesia parroquial o en la ermita o el Santuario, es uno de los costumbres que se han desarrollados en la Campaña. Es una tradición muy valorada y es fuente de abundantes bendiciones, pues promove la unión de las diferentes instituciones parroquiales. |
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Last Update: 10.01.2003
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