Three groups of pilgrims were setting out to Rome on December 3, starting from Schoenstatt, Würzburg, and Rottenburg-Stuttgart 3 Gruppen starten heute nach Rom: ab Schönstatt, ab Würzburg und ab Rottenburg-Stuttgart

The pilgrimage to Rome began with the Angelus in the Original Shrine Romfahrt beginnt mit Angelus im Urheiligtum

Travel blessing Reisesegen

Departure with radiant sunshine Auftakt in strahlendem Sonnenschein

Fotos: POS, Brehm © 2002

Auxiliary Bishop Heinrich Tenhumberg symbolically offering the Rome Shrine to Father Kentenich Weihbischof Tenhumberg übergibt P. Kentenich symbolisch das Romheiligtum und –zentrum

Bishop Joseph Höffner, one of the guests for Father Kentenich's 80th birthday Bischof Josef Höffner, Münster, als Geburtstagsgast

1965: Entrace to the land "Belmonte" 1965: Eingang zum Grundstück Belmonte

December 8, 1965: Before leaving to Belmonte for the blessing of the wayside shrine 8. Dezember 1965: Vor der Fahrt zum Grundstück Belmonte zur Segnung und Errichtung des Bildstockes (mit dem Bildstock: Dr. Rudolf Weigand)

Rome 1965: During one of the daily Rome talks Rom 1965: Bei einem der täglichen Rom-Vorträge

Fotos: Archiv Schönstatt-Institut Diözesanpriester © 2002

SCHOENSTATT/ROMA, P. Oskar Bühler. Más de cincuenta peregrinos partieron el 3 de diciembre desde Schoenstatt hacia Roma. El Instituto secular de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt invita desde hace muchos años al finalizar el otoño a los "Amigos del Santuario de Roma Matri Ecclesiae" a ir en peregrinación a Roma. Tal como el nombre lo indica, a los peregrinos les interesa hacer realidad el proyecto, ya existente desde hace décadas, de construir un Santuario y Centro Internacional de Schoenstatt, para el cual, después de largas tratativas, la autoridad competente romana dio en septiembre el permiso de construcción. Este Santuario fue prometido como regalo por el Consejo Internacional de la Obra de Schoenstatt al Padre Kentenich cuando cumplió 80 años, el 16 de noviembre de 1965.

"El amor es más fuerte" – fue el lema del viaje a Roma 2002. De acuerdo a esto, el programa de este viaje incluía el encuentro con personas que, especialmente, por la fuerza del amor han servido a la Iglesia y han seguido ayudándola en tiempos críticos. Por eso en el programa estaban previstas visitas a la Iglesia de San Ignacio de Loyola, a la tumba de Santa Catalina de Siena y a las Hermanas de la Madre Teresa. A nosotros como Familia de Schoenstatt sus testimonios nos deben animar a ponernos al servicio de la Iglesia como Movimiento apostólico, sobre todo por la fuerza fundamental del amor. El mismo interés tenía un viaje a la Iglesia de peregrinación "Divino Amore".

Servir a la Iglesia

Acorde con la misión de Schoenstatt, el futuro Centro Internacional con el Santuario como centro espiritual deberá servir a la Iglesia. Por eso junto al encuentro con el Santo Padre en la audiencia general y la visita a su Iglesia, la Catedral de San Pedro, el punto relevante de esta peregrinación fue la visita al terreno Belmonte en el barrio romano Casalotti. En el lugar en donde estará ubicado el Santuario, los peregrinos realizaron un acto solemne durante el cual ya se imaginaron el Santuario y el Centro de encuentro "in situ". Naturalmente en el programa estaba también incluida la visita al Santuario "Cor Ecclesiae" de las Hermanas de María en la "Via Appia Antica", donde los peregrinos celebraron la Eucaristía en la fiesta de la Inmaculada, con la cual pusieron fin a la estadía en Roma. Pasando por Asís, la ciudad de San Francisco, quien con su carisma dio a la Iglesia muchos impulsos duraderos, el viaje continuó en dirección a Alemania.

En al año 1965: maduró el plan para construir un Santuario en Roma

Durante esta estadía en Roma los pensamientos se remontaron siempre al año 1965, en el que, en muy corto tiempo, maduró el plan para construir este Centro de Schoenstatt en Roma y el cuál fue prometido al Padre. Fue el año en que tuvo lugar la última sesión del Concilio Vaticano II (1962-1965). Éste causó atmósfera de surgimiento en toda la Iglesia. En la Familia de Schoenstatt surgieron además expectativas concretas; todavía no estaban resueltas las cuestiones relativas al reconocimiento de Schoenstatt por parte de la Iglesia oficial. Es cierto que en 1964 la Iglesia le otorgó la autonomía a la Obra de Schoenstatt, pero el Fundador estaba aún separado de su Obra en Milwaukee / USA. Con el deseo de obtener su libertad y reconocimiento, jóvenes sacerdotes y estudiantes de teología del Instituto secular de sacerdotes diocesanos fueron en la primavera y en el otoño del año 1965 en peregrinación a Roma. Los últimos 80-100 km fueron recorridos a pie, rezando y meditando. En septiembre de 1965 el Padre Kentenich fue llamado a Roma. Eso hizo que la mirada de toda la Familia de Schoenstatt se dirigiese de manera especial a Roma. Los superiores de cada una de las comunidades pudieron reunirse alrededor de él; después de tanto tiempo el Padre y Fundador estaba otra vez a su disposición para mantener conversaciones y dar conferencias.

La celebración de 80 años del Padre Kentenich

Cuando el Padre Kentenich durante estas conversaciones se enteró de la idea de tener un Santuario de Schoenstatt en Roma, la aceptó con sumo entusiasmo. Esto llevó a la promesa hecha por el Consejo Internacional el 16 de noviembre de 1965 durante la celebración de los 80 años del Padre Fundador. Por deseo del Padre Kentenich se le confirió la responsabilidad para la realización de este plan al Instituto secular de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt.

Desde entonces se emprendieron muchas peregrinaciones a Roma de parte del Movimiento de Schoenstatt. Se trataba de poner en claro la planificación, también de encontrar el terreno adecuado y, desde hace doce años, concretamente en tener éxito en las tratativas para obtener el permiso de construcción en el terreno Belmonte.

Representantes de la familia

La peregrinación a Roma de este año fue en primer lugar una peregrinación en acción de gracias al terminar exitosamente la larga lucha para obtener el permiso de construcción. Pero, por supuesto, hay que seguir mirando hacia adelante. Hay que poner ahora manos a la obra. Los responsables tienen que ocuparse de la planificación detallada para la primera parte de la construcción. Y todo el Movimiento Internacional de Schoenstatt va a estar unido y va a colaborar para que el prometido Santuario y Centro sea verdaderamente un regalo de todos al Padre y Fundador.

Los cincuenta peregrinos se sintieron representantes de toda la Familia de Schoenstatt y partieron de la base de que estaban acompañados espiritualmente por muchos miembros y amigos de Schoenstatt.

Traducción: Hans y Pitty Reiche, Vallendar / Alemania