Cierre del año jubilar del Santuario del Padre: Alianza de amor. Closing of the jubilee year of the Father Shrine: Covenant of Love Abschluss des Jubiläumsjahrs des Vaterheiligtums: Liebesbündnis

"¿Vio cómo la gente hacía cola para saludarlo?" "Do you see how the people stand in lines to greet him?" "Siehst du wie die Leute Schlange stehen, um ihn zu begrüßen?"

Procesión con la MTA en su anda. 'Procession with the MTA Prozession mit der MTA

En su primer encuentro con la Familia, el recientemente designado Obispo de Quilmes, Monseñor Luis Stöckler The newly appointed Bishoo of Quilmes, Luis Stöckler, during his first meeting with the Schoenstatt family of his diocese' Erste Begegnung mit der Schönstattbewegung seiner Diözese: der neuernannte Bischof von Quilmes, Luis Stöckler

Momento de la renovación de la alianza de amor. Moment of the covenant renewal. Augenblicke der Bündniserneuerung

Después de renovar la Alianza de Amor, procesión desde el Santuario a la Iglesia de Dios Padre, con 24 Auxiliares. After the renewal of the Covenant: processin to the God Father Church with 24 Auxiliaries Nach der Bündniserneuerung Prozession zur Gott-Vater-Kirche, mit 24 Auxiliares

Cantata

Panel de la diócesis de Quilmes, la diocesis del Santuario Nacional: Pastoral de los cárceles. Los presos hacen las imágenes de la MTA que se ven! Display of the diocesis of Quilmes, diocesis of the National Shrine, prisoners' pastoral. The prisoners craft the images of the MTA. Ausstellung der Diözese Quilmes, in der das Landesheiligtum liegt: Gefängnispastoral. Die Häftlinge fertigen die MTA-Bilder an, die dort stehen.

Foto: Ana Riquelo © 2002

ARGENTINA, mb. "En un momento muy especial de nuestra Argentina, donde cada uno trata de sobrevivir, nosotros tenemos una misión..."- así caracterizó el Padre Pablo Mullín lo que impulsó a unas 4.000 personas a celebrar - en medio de la crisis socioeconómica y en un día sumamente caluroso - una fiesta de familia para cerrar el año jubilar del Santuario del Padre en Nuevo Schoenstatt, Argentina. Testimonios, paneles, una cantata, charlas, Misa Jubilar, y sobre todo la renovación de la Alianza de Amor y el compromiso con el Padre llenaron a los peregrinos de espíritu misionero y de esperanza – para llevar esta esperanza a la iglesia y el mundo.

"¿Vio cómo la gente hacía cola para saludarlo?" – pregunta una misionera de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina, finalizado el "cierre del jubileo", mirando una foto de la estatua. Era una vez más, aunque con un carisma distinto, "el jubileo", esa fuerte experiencia de la presencia del Padre en medio de la Familia de Schoenstatt argentina, que la hace familia, Familia del Padre. Desde el 20 de enero, en que la Familia de Schoenstatt argentina selló la Alianza con el Padre Fundador simbolizada en la colocación de la estatua del Padre, los peregrinos se toman de sus manos – en un gesto que es signo de encuentro, de alianza, de experiencia de su paternidad. También este 13 de octubre, cuando la gente hacía cola para saludar al Padre.

Con María Familia del Padre

En su primer encuentro con la Familia, el recientemente designado Obispo de Quilmes, Monseñor Luis Stöckler, comenzó su homilía con estas palabras: Con María, Familia del Padre! De ahí desarrolló la misión y carisma de Schoenstatt para la Iglesia, dando gracias por el "Movimiento del Padre Kentenich" y lo que el mismo significa para la Iglesia. Entre los múltiples saludos recibidos, de Obispos, párrocos, legisladores, comunidades, fue leído el del Cardenal Primado, Monseñor Jorge Bergoglio, calidísimo y muy cercano.

Esta fiesta del 13 de octubre tuvo otro carácter que la de enero: fue un festejo bien masivo y popular, con sus características propias: los peregrinos no se guían por el programa sino de pronto se quedan conversando, paseando, visitando santerías o recorriendo otros lugares. Los paneles ubicados en el "camino del Padre" fueron un foco de atracción para todos, especialmente los misioneros que disfrutaban su reencuentro con los lugares de gracias y con otros misioneros, renovando así su espíritu de conquista y los vínculos personales. Tan sólo un ejemplo: un micro de Corrientes, con 37 personas a bordo, quedó varado a mitad de camino por desperfectos técnicos, pero los peregrinos decidieron llegar al Santuario de todas maneras, tarde esa noche, aunque el festejo "oficial" hubiese finalizado.

"Aquí estoy Padre..."

Era más que nada una fiesta de la familia del Padre – del Padre que una vez más reunió a su familia en su casa, llamándola a aliarse con él para la misión, como expresó Rosita Ciola, misionera de la Campaña, en su testimonio: "Siento que el 20 de enero de 1942, cuando el Padre Kentenich decidió entregar su libertad por el bien de su Familia, también lo hizo por mí. Por eso, como hija, me siento impulsada a seguir sus huellas desde mi vida personal y familiar con una gran confianza,  tal como él lo hizo, con una entrega generosa a los deseos y al querer de Dios y con un amor de hija pequeña que me impulsa a abandonarme en los brazos de la Mater. Aquí estoy Padre, soy tu hija, una hija inquieta y rebelde que un día llegó al Santuario de Ballester sin saber que ese lugar es el taller donde la Mater modela al hombre viejo para transformarlo y educarlo. Allí anclé mi vida y allí permaneceré para siempre, unida espiritualmente a ese terruño santo desde cualquier lugar del planeta para seguir creciendo y fortaleciéndome y para recibir las gracias que la Madre quiera seguir regalándome.

Gracias Padre José Kentenich por elegirme como hija, por quererme tanto, por enseñarme con tu ejemplo a transitar la vida cara a Dios y por regalarme esta gran Familia a la que hoy pertenezco y a la que tanto amo".

Padre, tu herencia nuestra misión....

Al finalizar los testimonios todos se dirigieron a la estatua del Padre para asumir, junto a toda la Familia de Schoenstatt argentina, la misión del Padre: ser como él, padres y madres en este nuevo milenio. A la oración del Padre Juan Pablo Cattoggio, Superior Regional de los Padres de Schoenstatt, "Te pedimos, Padre, desde tu Santuario, esperanza para la Iglesia y el mundo", todos respondieron, cantando: Padre, tu herencia nuestra misión, expresando a continuación:

"Padre Fundador, te pedimos que este compromiso sellado contigo nos conduzca al corazón del Padre Dios y nos haga vivir el misterio de su Providencia. Nos volvemos a María, la fuente de la cual manó tu amor servicial y desinteresado. Ayúdanos a prolongar tu paternidad y liderazgo en estos días difíciles de nuestra patria...". La Alianza con el Padre Fundador nos quiere regalar una mejor vivencia de Dios Padre, el Padre Juan Pablo, como el 20 de enero. "Su mano nos protege, educa y envía a construir un mundo nuevo. Las elevamos a lo alto y rezamos con actitud de niño: Padrenuestro.... Las manos del Padre nos bendicen y acompañan, nos protegen y conducen. Que también las nuestras sean bendecidas, para ser artífices y constructores en Argentina del Reino Mariano del Padre, del cual este Santuario quiere ser prenda y garantía".

"Buscabas Padre, aliados para la misión y la Reina te trajo a nuestras tierras...", mientras entonaban el Himno del Jubileo 2002, se invitó a quienes deseaban hacerlo a acercarse a los canastos en los cuales podían depositar el taloncito de la estatua del Padre, o la oración personal que habían escrito. Un momento de encuentro, de misión, de presencia del Padre... "Hoy nos reúne tu abrazo paternal, en tu casa hay fiesta de familia, 'mar adentro' nos envías en alianza, para reflejar tu rostro, Padre de pueblos". Algunos están convencidos de que el rostro del Padre "del Santuario del Padre" está sonriente... siempre!

"Querida Madre y Reina, venimos a consagrarte el corazón..."

"Querida Madre y Reina nuestra, Míranos reunidos como Familia en el año jubilar de tu Santuario...". Las palabras iniciales de la oración de renovación de Alianza se hicieron "gráficas" en la siguiente procesión hacia la Iglesia de Dios Padre, encabezada por la Cruz procesional, las 24 Auxiliares presentes y el anda de la MTA decorada por una misionera, a pedido suyo, con infinidad de rosas! Le llevó todo el día sábado decorar el anda, con la ayuda de otras dos misioneras, y el domingo regaba las rosas a cada rato para que el calor no las marchitase.

"Peregrinos llegamos en medio de la noche de una Argentina que busca nuevos rumbos.

Tu amor nos sella como hermanos, tu cariño nos marca como hijos... Que nuestro Santuario Nacional sea casa para muchos, misión, patria y pueblo de Dios Padre, luz de Cristo cuando la fe se torna vacilante, o el oasis se opaque en medio del desierto...".

Más fotos y información en un articulo que sale pronto; también: www.schoenstatt.org.ar

Más sobre el jubileo de oro, 20 de enero de 2002: