Schönstatt - Begegnungen

Una Corona para la Reina de los peregrinos

Tren especial con peregrinos desde la arquidiócesis de Friburgo: Coronación y Encuentro con el Padre Kentenich

Pilger auf dem Weg zur Anbetungskirche auf Berg Schönstatt
Predigt: Monsignore Dr. Peter Wolf griff das Motiv des Festes Kreuzerhöhung auf und zeigte Maria unter dem Kreuz als Vermächtnis Jesu.
Jugendliche, die bei der Krönungsfeier mitwirkten.
Strahlende Herbstsonne erwartete die Pilger, als sie am Todestag Pater Kentenichs zur Anbetungskirche strömten.
Prozession von Berg Schönstatt zur Pilgerkirche im Tal: Das gekrönte Bild mittendrin dabei.
Mit gut 1000 Personen Pilgern wurde der Gottesdienst in der Pilgerkirche gefeiert.
Schlussgottesdienst: Kinder mit Fähnchen begleiteten das Bild der Gottedmutter beim Einzug in die Pilgerkirche.
Aus der Diözese Freiburg am Altar (v.l.n.r.): Monsignore Dr. Peter Wolf, Pfr. Bernhard Pfefferle, Pfr. Fridolin Matt, Dr. Hermann Gedemer, Dekan Lukas Wehrle
Ehrenplatz für das gekrönte Bild der Dreimal Wunderbaren Mutter und Königin von Schönstatt
Die Musikgruppe Esperamor aus Vallendar gestaltete den Abschlussgottesdienst mit.
Foto: POS, Fischer © 2002

SCHÖNSTATT, mkf. Alrededor de 800 personas vinieron en peregrinación el 14/15 de septiembre desde la arquidiócesis de Friburgo a Schoenstatt. Ella tuvo dos puntos centrales: la coronación de la "Reina de los peregrinos" el 14 de septiembre y el encuentro con el Padre Kentenich el 15 de septiembre, día en el que toda la Familia Internacional de Schoenstatt conmemora de su muerte.

El sábado alrededor del mediodía, acompañados por la "Reina de los peregrinos" que esta tarde debía ser coronada nuevamente, llegaron desde la diócesis de Friburgo los peregrinos en un tren especial, es decir, como siempre con el Santuario-Tren.

La corona de la "Reina de los peregrinos" de la arquidiócesis de Friburgo es una de las coronas más originales que la Virgen de Schoenstatt ha recibido hasta ahora, (y sería difícil encontrar un Movimiento que le haya regalado más coronas a la Virgen que Schoenstatt). La corona representa un mapa de la arquidiócesis del sudoeste de Alemania con paisajes típicos y hombres de la arquidiócesis incorporados en la sencilla silueta de la corona.

El mensaje de la Corona.

Hace 10 años, el 24 de Mayo de 1992, los peregrinos de la diócesis de Friburgo en Oberkirch, coronaron la imagen que siempre los acompañaba en su peregrinación. En aquel entonces, ellos eligieron a María como –Reina de los peregrinos, Reina de la fe – como Reina del Estado de Baden. Entonces algunos de los peregrinos estuvieron allí presentes, y esa vivencia sigue todavía presente en su memoria. Para aquellos que por primera tomaban parte en la peregrinación o todavía no estaban sumergidos muy profundamente en esta corriente, la idea "coronación" era nueva. Por ello el programa estaba dirigido a transmitir gráfica y cotidianamente la corona y el proceso de vida de la coronación.

Antes de la misa, después del mediodía del sábado, algunos jóvenes mostraron la originalidad de la corona por medio de una "corona-rompecabezas", tal como fue representada por la tarde en la celebración de coronación en forma de una meditación.

En la punta de la corona brilla el símbolo del "Ojo del Padre" Dios. Desde el Ojo del Padre salen muchos rayos hacia toda la corona. Ellos simbolizan la bondad y el infinito amor paternal de Dios que es regalado a todos los hombres en y a través de María.

Pero Dios necesita que nosotros descubramos su amor en la vida: en las ocultas atenciones y alegrías, pero también en el dolor. Nada, absolutamente nada, sucede sin Dios. Y su propósito es siempre el Amor.

En la corona están representados las típicos características del Estado de Baden: abetos, una vid, agua... Es un símbolo del hogar. La configuración de esta vida está representada por la Familia que vemos sobre la corona. En el centro de la corona se encuentra el croquis de la arquidiócesis y de cada una de las regiones. Cada región lleva una piedra preciosa propia. Este tesoro del terruño ha sido colocado en el Santuario de Schoenstatt, en el lugar de gracias de la Santísima Virgen.

Reina de nuestro camino de fe.

Para su prédica en la misa, Monseñor Wolf tomó el motivo de la fiesta de la elevación de la cruz y mostró a María ante la cruz como legado de Jesús.

A la tarde, tuvo lugar la fiesta de coronación en la Iglesia de los peregrinos. Se trató de captar gráficamente a la Virgen Santísima como Reina en nuestro camino de fe. Como cierre de la fiesta de coronación hubo una procesión de luces hacia el Santuario Original.

A la mañana siguiente continuó el "camino de fe" siguiendo las huellas del Padre Kentenich. Era el 15 de septiembre, aniversario de su muerte. Rayos de sol otoñal recibían a los peregrinos cuando, poco antes de las nueve, entraban en masa a la Iglesia de la Adoración.

Se reflejaba alegría en los rostros. Lo que, en una peregrinación como esta, le será regalado a cada uno, a menudo, sólo se deja vislumbrar: "Yo traje algunas preguntas conmigo. Una me ha sido contestada repetidamente. Por eso para mí todo ha valido la pena" – "He recargado las pilas. Puedo mirar de nuevo hacia adelante."

Por los caminos del Padre

"El 15 de Septiembre de 1968 - Hacia el Padre va nuestro camino" se lee sobre el programa. Luego de una introducción en los sucesos del día, el punto central fue para todos el desfile hacia la Capilla del Fundador y desde allí hacia la Casa de Formación por el camino que tomó el Padre Kentenich antes de su muerte. Desde la Casa de Formación, la casa en la que el Padre Kentenich vivió luego de su retorno de EE.UU, con la imagen de la Reina de los peregrinos en el centro, siguió la procesión hacia abajo, hacia el valle, hacia la Iglesia de los peregrinos. El celebrante principal de la misa, preparada por el grupo Esperamor, fue Monseñor Hermann Gedemer. Alguien después opinó: "A mí me gustaron especialmente cada uno de las misas con las peticiones y las prédicas, la participación de los niños, el grupo musical del domingo, toda la atmósfera en la cual uno percibe que Dios toca aquí la tierra."

Con una celebración de envío en la Iglesia de los peregrinos terminó el viaje de peregrinación.

"La peregrinación fue otra vez maravillosa, me alegré mucho de estar de nuevo allí por onceava vez. Espero poder estar nuevamente allí el año próximo. Muchas gracias a todos los participantes. Me llevo mucho conmigo a casa", dijo alguien. Y alguien más: "Todos nosotros nos llevamos mucho, nueva fuerza y confianza en Dios. También nuevos impulsos para nuestro círculo de peregrinos, para que la Santísima Virgen todavía peregrine mucho tiempo en nuestras comunidades."

Traducción: Beatriz Arosemena, Guayaquil, Ecuador/ Pitty Reiche, Vallendar, Alemania



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Last Update: 23.10.2002 11:48 Mail: Editor /Webmaster
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