Mirando atrás a un sueño hecho realidadJuventud de Schoenstatt Milwaukee 02: 500 jóvenes de Schoenstatt en Milwaukee |
INTERNACIONAL, Mark Niehaus. Los más de 500 chicas y chicos que se llegaron a Milwaukee para una jornada internacional juvenil, que precedía el encuentro por el día mundial de la Juventud en Toronto, ya regresaron a casa hace días a Suiza, México, Chile, Alemania, Australia, Sierra Leone y otros países. Una experiencia inolvidable, haberse encontrado espiritualmente con el Padre Kentenich – 50 años después de su arribo a Milwaukee – y su familia internacional, y de todos aquellos que se esforzaron para organizar este evento. Muchos años soñamos con esto. Milwaukee tiene un gusto especial en nuestra familia de Schoenstatt, que incluye el de dolor. El tiempo de exilio de nuestro Padre Fundador en Estados Unidos fue difícil, muy difícil para muchos de la familia. Pero para nosotros los estadounidenses, la presencia de nuestro Padre Fundador fue también un tiempo especial de gracias. Por muchos años recibimos a numerosos visitantes individuales o en grupo, en busca de contacto con las familias, y tras las huellas de nuestro Padre, y siempre se iban asombrados y con mucha gratitud. Pero las visitas no eran tantas. Sonábamos con el día en que llegarían muchos, especialmente jóvenes. ¡Están aquí!!Nuestro sueño se hizo realidad el 18 de julio en el Santuario del Exilio, donde el Padre Kentenich vivió durante sus años en Milwaukee. Por meses nos habíamos preparado para este encuentro, Juventud de Schoenstatt Milwaukee 02 y en ese momento, mientras las preparaciones de la Misa de inauguración estaban en momento más febril, alguien gritó: "¡Están aquí!" Nos dimos cuenta que los buses estaban estacionando y que montones de chicas bajaban. Al mismo tiempo se veía llegar caminando a chicos, ondeando sus banderas mientras terminaban su peregrinación a pie desde Marquette al Santuario. El césped en frente del Santuario súbitamente estaba lleno de alegría y movimiento por los 500 jóvenes que habían venido a Milwaukee para encontrarse como Juventud de Schoenstatt antes de ir a Toronto a participar del día Mundial de la Juventud. Así comenzó nuestro encuentro. Cruzando barreras lingüísticas y culturalesFue conmovedor ver a todos estos jóvenes reunidos, escucharlos tratar de cruzar las barreras del lenguaje y la cultura para conocerse y compartir su fe y amor por la Madre de Dios. En nuestro encuentro de cuatro días aprendimos de la cultura de los demás y cómo cada uno de nosotros vive Schoenstatt. Asímismo nos divertimos juntos y sobretodo descubrimos el regalo de la presencia especial del Padre Kentenich en Milwaukee. Festival de NacionesLa experiencia cultural de nuestro encuentro comenzó de inmediato. Nuestros compañeros alemanes tocando una trompeta hacían saber a todo el aeropuerto de Milwaukee que el encuentro comenzaban, dejando hasta a los más jóvenes de nuestros colaboradores estadounidenses tarareando sus canciones, aunque no entendieran las letras. En el programa masculino tuvimos un festival de naciones para presentar las diferentes culturas. Algunos de los momentos culminantes: una presentación de power point de las diferentes zonas y culturas de Chile y los Santuarios que se encuentran en cada una; una versión interactiva del cuento de Heidi de nuestros representantes suizos; México nos hizo cantar: "Canta y no llores", no importando que supiéramos español o no, Australia nos tuvo "valseando Matilda", Sierra Leona bailó para nosotros con trajes africanos y los estadounidenses interpretaron sus canciones patrias. En realidad fue una experiencia enriquecedora. Compartiendo la Vida de SchoenstattEl tener tanta juventud reunida también ofreció la oportunidad de compartir nuestra vida schoenstattiana. Tuvimos talleres sobre actividades apostólicas donde podíamos escoger diferentes actividades, como por ejemplo el trabajo social hecho por los paraguayos, cómo son organizados los campamentos en Alemania, y las misiones en Chile. También conocimos sobre nuestros héroes de Schoenstatt como Mario Hiriart, Gilbert Schimmel, Jesús Pagán y muchos más. Nuestra meta no era sólo aprender sobre la Alianza de Amor, sino ver cómo ella transforma la vida de estos hombres. Finalmente fuimos motivados por el Padre Marmann, director del Consejo General de Schoenstatt, para construir con coraje el futuro de Schoenstatt. No hay buen trabajo sin diversiónNo sólo trabajamos sino que también nos divertimos! El calor reinante pasaba a segundo plano en nuestros momentos libres cuando aparecía la pelota de fútbol. El pasto enfrente del Santuario se transformó en un estadio de fútbol, con más que suficientes jóvenes queriendo participar y muchos otros animándolos. Una tarde hubo un paseo en Grant Park, el lugar donde el Padre Kentenich llevaba a sus visitantes. El fútbol y la natación fueron los pasatiempos más aprovechados y se concluyó con una oración y fotos con una imagen del Padre Kentenich en la playa, frente al lago Michigan. El logo de Milwaukee 02 se hizo vida. En el centro de la jornada – El Padre KentenichEn el centro hubo un encuentro con el Padre Kentenich. El fue la persona a la que la mayoría de los participantes había venido a conocer. Escuchamos de diferentes personas que habían experimentado al Padre en Milwaukee. Caminamos y vimos los diferentes lugares en los que el Padre había estado. Algunos de nuestros jóvenes pasaron toda la noche de vigilia en el Santuario del Exilio, para estar largo tiempo en el lugar donde el Padre pasó tanto tiempo de su vida. Terminaron con el compromiso en el Santuario de ser padres para el mundo hoy. Mensajeros del Padre Kentenich para la Iglesia y la vida diariaEste mensaje se hizo eco en el día final, el 21 de julio, cuando cerca de 800 jóvenes se reunieron junto a la familia de Estados Unidos en el Centro Internacional en Waukesha para celebrar la Alianza de Amor. El Padre Marmann, que presidió la celebración eucarística, nos envió para ser mensajeros del Padre para la Iglesia en el Día Mundial de la Juventud y en nuestra vida diaria. La paternidad y la capacidad para aceptar y amar a cada persona, cualidad que encontramos en el Padre Kentenich, debemos vivirla y llevarla al mundo. Esa noche salíamos camino a Toronto. Bien cansados. Pero más que cansados, con el corazón pleno, lleno de mil emociones, porque el increíble sueño de Milwaukee 02, se había hecho realidad. Traducción: Angie Santos, Guayaquil, Ecuador |
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Last Update: 27.08.2002 14:42 Mail: Editor
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