Schönstatt - Begegnungen

"Madre, desciende..." - Un nuevo Santuario en Belén de Escobar

Bendición del décimo octavo Santuario de Schoenstatt en la Argentina

Bendición del Santuario de Schoenstatt, Belén de Escobar, Argentina
Dedication of the Schoenstatt Shrine, Belén de Escobar, Argentina
Einweihung des Schönstattheiligtums Belén de Escobar, Argentinien
Foto: Badano © 2002
Pentecostés, día despues de la bendición: Misa del Nuncio Apostolico, Monseñor Santos Abril y Castelló
Pentecost, day after the blessing: Mass with the Apostolic Nuncio Santos Abril y Castelló
Pfingsten, Tag nach der Einweihung: Messe mit dem Apostolischen Nuntius Santos Abril y Castelló
Foto: Kübler © 2002
Entrada de la Mater
Arrival of the Blessed Mother
Ankunft der Gottesmutter
Foto: Badano © 2002
Momentos antes de la bendición: recuerdos, gratitud, deseos
Moments before the dedication: memories, thanks,longing
Vor der Einweihung: Worte der Erinnerung, des Dankes, der Erwartung
Foto: Birk © 2002
La puerta se abra...: el obispo de la diócesis Zárate Campana, Monseñor Rafael Rey.
Opening the door: Bishop Rafael Rey, dioceses of Zárate Campana
Die Tür öffnet sich... Bischof Rafael Rey, Diözese Zárate Campana
Foto: Badano © 2002
Abierto para todos
Open for all
Offen für alle
Foto: Badano © 2002
Juventud Masuclina
Men's Youth
Mannesjugend
Foto: Badano © 2002
Misioneras de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina
Missionaries of the Schoenstatt Rosary Campaign
Missionare der Pilgernden Gottesmutter
Foto: Badano © 2002
Vigilia de Pentecostés
Pentecost Vigil
Pfingstvigil
Foto: Birk © 2002
Encuentro de responsables: Dr.Inge Birk, Superiora General del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt (i), Marta Blas, presidente de la comisión Campus Schoenstatt (d)
Meeting of persons in charge: Dr. Inge Birk, Superior General of the Institute Ladies of Schoenstatt (l), Marta Blas, president of the Campus Schoenstatt commitee
Treffen von Verantwortlichen: Dr. Inge Birk, Generaloberin der Frauen von Schönstatt (l), Marta Blas, Vorsitzende der Kommission Campus Schoenstatt
Foto: Kübler © 2002
Grundstein: Belen de Escobar - Roma 18. Mayo 2002
Foto: Badano © 2002
Entrada de los celebrantes, con el obispo
Entrance procession of the priests, with the bishop
Einzug der Zelebranten mit dem Bischof
Foto: Badano © 2002
Fotos: © 2002
 

ARGENTINA, sde. En Belén de Escobar, en la zona norte de Buenos Aires, fue bendecido un nuevo Santuario, a cargo del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt, el día viernes 18 de mayo de 2002, por el obispo de la diócesis Zárate Campana, Monseñor Rafael Rey.

Este Santuario en el "Campus Schoenstatt" de Escobar nace del sueño y la entrega del Padre Esteban Uriburu, acompañado por un grupo de laicos muy comprometidos, entre ellos, Agustín y Luisa Achával, quienes donaron las primeras hectáreas de terreno, y los miembros de la Comisión "Campus Schoenstatt" que trabaja activamente hasta el día de hoy, sumándose posteriormente la llegada de las Señoras de Schoenstatt. Recuerda Marta Blas, presidenta de la Comisión: "Corrían los años 80 y con el espíritu visionario que lo caracterizaba, el Padre Esteban vio la necesidad de crear un gran centro de Schoenstatt para la zona norte, invitándonos a trabajar a un grupo de matrimonios en este gran proyecto. Al principio nos reuníamos en distintas casas en desayunos de trabajo, sin un lugar fijo, hasta que Confidentia nos abrió sus puertas, y desde entonces la Comisión se reúne allí semanalmente.

Un cielo casi negro presagiando una tormenta que nunca llegó

El sábado 18 de mayo amaneció con la amenaza de lluvia, que perduró todo el día y con un viento frío que no dejó tregua a los peregrinos que llegaron para la bendición. Todo el campo estaba cubierto de agua y el clima les impidió a los peregrinos sentarse aunque sea en el pasto. 

Pero no importó la intemperie: la Reina había elegido esa fecha y ahí estábamos, embarrados y con frío, pero con ganas de compartir esa hora. Sólo cayeron unas leves gotitas como para recordar que era una "acontecimiento importante para Schoenstatt", pues aquí en la Argentina siempre nos acompaña la lluvia en esos momentos. Además, nos hacía tener más presente al Padre Esteban quien con gran optimismo decía "la lluvia es bendición".

En medio de la bendición flameaban las banderas de Argentina, Alemania, el Vaticano y países latinoamericanos aledaños, como un gesto de unidad familiar.

Una gran concurrencia...

Aproximadamente a las 11 hs. la larga fila de concelebrantes -Padres de Schoenstatt, sacerdotes diocesanos y del clero regular- se acercó a la carpa del altar, levantada al costado del Santuario. La presidía Monseñor Rafael Rey, Obispo de Zárate-Campana. El coro entonó el canto de entrada. Luego el Padre Guillermo Carmona, Director Nacional del Movimiento, saludó al Obispo y a los demás presentes, especialmente a las autoridades del Movimiento. El intendente local, Sr. Luis Patti, quiso asistir también pero no pudo llegar ya que se topó con una larga "caravana" de autos bloqueando el acceso al Santuario y el camino "a campo traviesa" estaba intransitable debido a las lluvias caídas durante toda esa semana.

Como representantes de las Señoras de Schoenstatt estuvieron presentes: el Director del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt, Padre Josef Fleischlin; la Superiora General del Instituto, Dra. Inge Birk; la consejera para Latinoamérica, Sra. Lucía Kübler, y la Superiora para Latinoamérica de la Región del 31 de Mayo, Sra. Elisabeth Schirle.

La Presidencia Nacional y la Central del Movimiento en Argentina estuvieron representadas por el Superior de los Padres de Schoenstatt, Padre Juan Pablo Catoggio, la Superiora Provincial del Instituto de las Hermanas de María, Hermana María Teresa Echeverri, los jefes de la Federación de Familias, Daniel y María Martino, la jefa de la Federación de Mujeres, Perla Piovera, el Director del Movimiento, Padre Guillermo Carmona, la Superiora de la Dinámica, Hermana María Virginia Perera, además del Consejo de las Hermanas en pleno y Asesores de la Central.

Por la cercanía con el Instituto de las Señoras de Chile, hubo una gran participación de hermanos chilenos, pero también representantes de Ecuador, Alemania, Paraguay, Suiza y Brasil.

De Argentina peregrinaron miembros del Movimiento de diversas diócesis. Una gran cantidad de Auxiliares y Peregrinas a los pies del altar manifestaron la firmeza de los misioneros de llevar la presencia de la Virgen Peregrina a todas partes para que desde aquí derrame también sus gracias sobre todos sus hijos. Desde Florencio Varela llegó un ómnibus repleto de Hermanas que se unieron a la alegría del pueblo. Participaron, en total, alrededor de 3500 personas.

"María nos invita a vivir en la unidad"

Siguió el ritual de la bendición y la entrega de las llaves del Santuario al Obispo Diocesano, como gesto de titularidad espiritual del mismo.

Las lecturas nos llevaron al misterio de la presencia de Dios y de María en el lugar santo. Monseñor Rey comenzó su homilía manifestando su cercanía y cariño a Schoenstatt Contó que tuvo la gracia de estar presente en la bendición del Santuario de Mendoza en 1980 y que en 1988 le había tocado participar junto al Padre Esteban Uriburu, en la bendición de la ermita en este lugar. En esa ocasión, recordó "le pedí a María, que me regalara antes de ser trasladado a otro sitio, un Santuario de Schoenstatt para esta diócesis. Hoy puedo partir tranquilo, Ella me ha concedido mi petición, ahora me puede llevar donde Ella quiera".

Pidió tres gracias especiales, que responden a tres signos de nuestro tiempo. En primer lugar, que este Santuario sea un lugar de encuentro, que sea casa y escuela de comunión, "este es el gran desafío que tenemos en el milenio que comienza. Si queremos responder a las profundas esperanzas del mundo, María nos invita a vivir en la unidad". En segundo lugar, que sea un lugar de encuentro con Dios donde aprendamos a contemplar el rostro de Jesús, y en él, el rostro de cada hermano; y finalmente, que desde este Santuario, después de contemplar a Jesús, salgamos dispuestos a mostrar su rostro a los demás, que quieren y precisan verlo en nosotros. Hace falta que cada cristiano renueve el impulso misionero de los orígenes.

Más adelante agregó: "muchos sentirán en este Santuario un contacto real con María, alguien continuamente presente, con quien se puede estrechar vínculos personales muy profundos. Como Juan la recibió en su casa, hoy queremos recibirla en este Santuario. Por eso debemos abrirle las puertas del corazón, invitándola a reinar en este lugar y en toda la iglesia diocesana.

María en su carro de triunfo

Para la mayoría fue la entronización del cuadro de la Mater el momento de mayor emoción. La saludamos con pañuelos en alto, el corazón emocionado y con pétalos de flores, mientras cantábamos "Madre desciende, Reina de Mundo, ven; Madre, ven; Toma morada entre tus hijos, desciende, Madre, Reina fiel". Comenzó a avanzar desde la lejanía, pasando por entre la multitud, al compás del coro. La precedía la bandera argentina. Paso a paso, su imagen se fue aproximando al Santuario. La imploración de sus hijos para que se quedara y estableciera en el lugar, - en los difíciles momentos que vive la humanidad y particularmente la nación Argentina - hacía eco en nuestros corazones.

Poco a poco, en medio de miles de pañuelos blancos que la saludaban a su paso, se fue aproximando a la explanada del Santuario. La portaban en sus hombros un grupo de varones, miembros del primer grupo de matrimonios de la ciudad de Escobar. Acompañaban la imagen también chicas vestidas de primera comunión, quienes habían tenido oportunidad de preparase para recibir el sacramento de la Eucaristía en este lugar, mientras se construía el Santuario. El mismo obispo, en representación de la asamblea, recibió y escoltó solemnemente la imagen al Santuario para su entronización.

En el momento principal de la ceremonia un resplandor del sol se avizoró muy tenue llamando la atención frente a la lluvia inminente que nunca se produjo.

La campana, anunciando allí la presencia de María

Poco después se colocaron las reliquias de los santos, se ungió e incensó el altar y los muros del altar, se colocó la Cruz de la Unidad y finalmente, rompiendo la emoción o acrecentándola, se oyó la campana convocando, anunciando, recordando allí para siempre la presencia de María. Durante la presentación de las ofrendas distintos representantes de los países fueron llevando los regalos y capitales de gracia. Se ofrecieron en un canasto gigante más de 19 millones de Ave Marías provenientes desde distintas latitudes, cifra que superó la promesa original de 18 millones. Junto al altar principal y entre tres enormes arreglos de flores blancas, también estaban presentes decenas de Peregrina y Auxiliares, cuya Campaña ha ido adquiriendo fuerza y propagándose desde este Santuario.

El Santuario fue concebido como un regalo espiritual para el Santo Padre, en su octogésimo segundo cumpleaños. Así se lo hicimos saber.. Era la expresión sensible del "Dilexit Ecclesiam" del Padre Fundador. Se leyó un saludo dirigido al Santo Padre, invitando a todos los presentes a firmar un enorme pergamino.

Al final de la Misa se acercó al altar una gran torta. Fue muy simpático ver a Monseñor Rey apagar las velas de la misma. El Himno de la Familia indicaba que había finalizado la Misa. La Mater estaba allí, esperando desde ahora nuestros aportes para su Capital de Gracias.

El almuerzo -choripán, hamburguesas y empanadas- calmaron el hambre. En uno de los quinchos, con mesas adornadas festivamente se reunieron los invitados especiales, quienes recibieron también un rico asado.

Por la tarde se realizó la bendición eucarística y comenzó la vigilia de Pentecostés.

Pentecostés en Belén

Al día siguiente, un grupo de no más de 300 personas llegó hasta el lugar. Esta vez, el Nuncio Apostólico, Monseñor Santos Abril y Castelló, presidió la ceremonia. En su homilía hizo referencia al poder y a la fuerza transformadora del Espíritu Santo.

"Hoy nos reunimos en los Santuarios y buscamos a esa Madre de la Iglesia, para que sea la que nos introduzca en esa Trinidad Santa, y a través de los Santuarios nos lleve a en esos canales de gracia, para transformarnos a nosotros mismos, y hacernos transformadores de la sociedad. Queremos que en la sociedad en que vivimos también seamos capaces de enseñar esa verdad entera. Esa gran verdad es la verdad sobre Dios, sobre la Iglesia y sobre el Hombre.

La Verdad sobre Dios, nos da la capacidad para entendernos, para comprendernos a nosotros mismos y para humanizarnos cada vez más. La verdad sobre la Iglesia, nos regala los distintos carismas, y nos permite trabajar de distintas maneras, en distintas asociaciones. Lo importante es que esa verdad con la fuerza del Espíritu Santo, nos de la fuerza de llevar y mejorar la sociedad en que vivimos. Y la verdad sobre los hombres. Esa verdad que significa respeto a todo ser humano, que es amado por Dios, que debe ser respetado y que tiene sus derechos que deben ser promovidos. Tenemos que llevar a la sociedad de hoy la verdad sobre el hombre".

Un regalo al Santo Padre

Al término de la homilía la superiora regional del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt, Sra. Elisabeth Schirle, se dirigió al Sr. Nuncio, y reiteró el deseo de regalar al Santo Padre, y a la Iglesia, este Santuario. "Queremos pedirle hoy a Ud, recibir físicamente este saludo para el Santo Padre. "Querido Santo Padre Juan Pablo II: en el día de su cumpleaños (18.05) queremos regalarle el Santuario de Belén de Escobar, Argentina, el cual está bendecido para el Belén original. Reciba Ud. este Nuevo Trono de la Madre Reina y Victoriosa, Tres Veces Admirable de Schoenstatt, para su misión, en la conducción de la Santa Iglesia".

También, la Superiora General del Instituto, Sra. Inge Birk se dirigió al celebrante principal para entregarle como regalo la cruz de la Unidad. En primer término, le agradeció su presencia en la celebración de esta primera misa, y luego agregó:

"Esta cruz es el mensaje de Schoenstatt. Esta cruz especialmente es el signo de la fidelidad a la iglesia y al Santo Padre. Si nosotros le entregamos hoy esta cruz, en primer lugar queremos formular la promesa de ser siempre fiel a la Iglesia, sobre todo en este lugar de Argentina".

Por último, y con gran sorpresa para la asamblea la Sra. Elisabeth Schirle se dirigió al Nuncio, para pedirle que a través de sus manos se entregaran las bendiciones papales, destacándose con el obsequio a cuatro matrimonios a cargo de la construcción del Santuario.

El primero en recibirlo fue Don Agustín Achával (quien había cumplido el día anterior 70 años) y su esposa Luisa, luego se invitó al estrado al constructor Eduardo Güemes y su esposa, quienes celebraban ese día sus 45 años de matrimonio; también al arquitecto César Alegrini e Isabel, su esposa, se les entregó la bendición y finalmente el arquitecto Martín Poli y señora.

El intendente felizmente pudo asistir en esta oportunidad. Alguien lo escuchó decir al retirarse: "Vine porque debía estar presente, y me voy como cristiano".

La Mater volvía a despertar nuestra confianza y depositaba su amor en nosotros

Nos quedaba un doble sentimiento: la Mater volvía a despertar nuestra confianza y depositaba su amor en nosotros. Al mismo tiempo, nos desafiaba a convertir a Belén de Escobar en un auténtico centro schoenstattiano en Argentina. Esperamos que -poco a poco- la semilla sembrada vaya creciendo. El árbol, enraizado en la Misión Nacional, seguirá entregando sus bendiciones a la Familia Nacional y a la Iglesia.

Contribuciones: Patricia Gago, Luz María Zañarto, María Inés y Víctor Cutrone, Lucía Kübler, Marta Blas, Comisión "Campus Schoenstatt"



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Last Update: 04.07.2002 17:30 Mail: Editor /Webmaster
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