Schönstatt - Begegnungen

Me sentí conversando con el Padre Kentenich ...

Peregrinación de la Rama de Profesionales de Chile, abril 28 a mayo 7 del 2002

At the entrance of House Sonnenau, their home in Schoenstatt for the time oftheir stay: the group of Professional Women from Chile
Am Eingang von Haus Sonnenau, ihrem Zuhause für die Zeit in Schönstatt: die Gruppe der Berufstätigen Frauen aus Chile
Visiting the Shrine by House Marienland two days after the 25th anniversary.
Besuch beim Heiligtum bei Marienland, zwei Tage nach der Jubiläumsfeier
Attachments and friendships in a global family: little welcome gifts from the German Professional Women
Bindungen und Freundschaft in einer weltweiten Familie: kleine Willkommensgeschenke der deutschen Berufstätigen Frauen
Refuge from the rain: Meeting with German Professional Women Martina Rasch, and Petra Ververs (m) in a café in Koblenz
Zuflucht vor dem Regen: Treffen mit den deutschen "Kolleginnen" Martina Rasch und Petra Ververs (m) in einem Café in Koblenz.
Personal encounter with Father Kentenich at the place where he died and is buried.
Persönliche Begegnung mit Pater Kentenich an der Stelle, wo er gestorben ist und begragen liegt.
Last evening in Schoenstatt: memories, fruits, resolutions, joys are shared. It was good to be here!
Letzter Abend in Schönstatt: Erinnerungen, Früchte, Vorsätze, Freuden werden miteinander geteilt. Es tat gut, hier zu sein.
Fotos: PressOffice Schönstatt, Fischer © 2002

Schoenstatt, mkf. "Estar en Schoenstatt sin recibir especiales regalos es imposible. Sólo hay que traer el corazón dispuesto a recibir las gracias aquí existentes. Yo creo que había en mi vida un "antes" y un "después" de Schoenstatt," comentó Rosa González Cubillos en el último día de su permanencia en Schoenstatt. Junto a nueve miembros de las Profesionales de Chile, ella estuvo en Schoenstatt con la primera peregrinación a Schoenstatt en este año que proviene de fuera de Alemania. Su peregrinación a los lugares especiales de Schoenstatt, así como a Dachau, Metternich y Gymnich fue como "ir tras las huellas del Padre Kentenich y aquellos que construyeron Schoenstatt junto con él." "Me sentí conversando con el Padre Kentenich," dijo una de las participantes al resumir su experiencia personal de estos días de Schoenstatt.

El ser un grupo pequeño no significa experimentar menos que otros grupos más numerosos. Al contrario, este grupo de profesionales, acompañadas por la Hna. Silvia, su asesora de Chile y de la Hna. Luz María, encargada de los peregrinos de habla hispana, disfrutaron de una gran flexibilidad. Algunas de ellas visitaban Schoenstatt por primera vez, para otras era la segunda – se compartieron recuerdos, por supuesto. De las nueve participantes, cuatro venían de un mismo grupo de vida, habiendo hecho su Alianza el mismo día.

"El haber vivenciado el maravilloso misterio que es Schoenstatt y el haber descubierto en el Padre Kentenich su paternidad y cómo ama a sus hijos," dice María Teresa Garcés, es lo que me llevo a casa de estos días.

La presencia tangible del Padre Kentenich en los lugares que el vivió

"Ir reconociendo en cada palabra escuchada, experiencia vivida y lugares visitados, la presencia del Padre Kentenich, su amor a la Mater y su afán porque cada uno de nosotros se cobije en este amor de la Mater que nos llevará con su Hijo Jesús al Padre Dios," dijo Rosa Gonzáles, resumiendo lo que todas experimentaron. Sin duda las visitas al Santuario Original y la tumba del Padre Kentenich son los puntos culminantes de cada peregrinación a Schoenstatt para aquellas personas que no pueden sencillamente "subirse al auto y llegar allí" como lo remarcó alguien en una conversación con Profesionales de Alemania. ¿Cuál fue la experiencia más profunda de estos días? "El haber estado en la Tumba del Padre, porque nunca imaginé sentirme tan tranquila. También cuando estuve a solas en el escritorio del Padre (donde vivió sus últimos años), me sentí conversando con él," es la respuesta de una de las participantes, lo cual resume lo que las otras sintieron también "Me gustó mucho el estar muy unida a nuestro Padre Fundador. El me hizo muchos regalos espirituales y materiales," dijo Josefina Acuña.

El testimonio del Padre Ángel Strada, la visita al lugar donde está documentado el Jardín de María en Metternich, los momentos aprovechados a solas en el escritorio del Padre Kentenich y las horas en privado en la Tumba del Padre, ayudaron a sentir la presencia tangible del Padre Kentenich y transformar los conocimientos sobre su paternidad en una experiencia viva. La más preciosa experiencia, como lo dijo Rosana Belmar, fue "El sentirme hija no sólo del Padre Dios, sino del Padre Kentenich, especialmente en la Tumba del Padre."

"Como el lugar en que Dios Padre me esperaba para entregarme mucho amor"

El Santuario Original como un lugar de gracias, y la hermosura de la naturaleza en Schoenstatt – a pesar de una serie de días lluviosos – significaron mucho a estas mujeres. "No puedo decir cuál fue el momento culminante de estas experiencias, dijo Rosa González Cubillos, "ya que para mí es como un todo, en el que cada santuario, cada lugar, nos entrega algo, nos permite una vivencia especial. Es como el ambiente general, que nos recuerda a cada momento la presencia amorosa del Padre." Schoenstatt es "como debe ser el Paraíso, la belleza de la naturaleza es majestuosa", dijo otra de ellas. "Me sentí cobijada siempre, con mucha paz. El lugar no me lo imaginaba así, creí que era un valle y los montes estarían más alejados, pero al estar aquí veo que es más lindo. Y conocer el Santuario Original, es estar en un lugar que tanto ha escuchado, un privilegio. Al igual que conocer otros." - "Se respira paz, amor, cobijamiento y se es feliz," comentó María Teresa Garcés, y Julia Rebolledo López: "El santuario lo sentí como el lugar en que Dios Padre me esperaba para entregarme mucho amor. Me sentí hija".

"Ahora me siento con una responsabilidad más grande"

No se trata simplemente de un regalo que se recibe con gratitud y alegría, continúa ella sino del "renovado impulso para dar a otros a conocer la obra de Schoenstatt." Josefina Acuña dice: "Este es un lugar verdaderamente hermoso. Antes solamente lo conocía a través de libros, pero ahora que he tenido la vivencia, con fundamento podré contar, sí, es realmente hermoso. Sus Santuarios son maravillosos; de aquí llevo en mi corazón la gran fuerza interior para "ser María" en este nuevo milenio."

"He tenido una gran bendición al haber estado en Schoenstatt y ahora me siento con una responsabilidad más grande, poder cumplir que el cielo toque la tierra donde yo esté," es la corta y clara conclusión de otro miembro del grupo.

Nueva entrega para construir el "Santuario de Dachau" en los pequeños Dachaus de los demás

Uno de los momentos más especiales de la peregrinación fue la Santa Misa en el Santuario de las Profesionales, el Santuario que se encuentra en la casa Marienland – que es también un Santuario de la Rama de Madres y Hermanas de la Provincia Dinámica. El Padre Sidney Fones celebró la Santa Misa con este grupo en ese lugar, el 2 de Mayo, 2002, justo dos días después del Jubileo de Plata del Santuario. Él explicó el nombre y misión del Santuario, "Regnum Patris", Reino del Padre, en vista al "permanecer" en la cercanía y el amor del Dios Padre y el "permanecer" del Padre Dios en cada uno. Durante la visita a la casa, Rosana comenzó a compartir sus recuerdos del Encuentro Internacional de las Profesionales con motivo del 75to aniversario de su fundación, en 1995. "Lo que más me impresionó fue la representación teatral "Mi Dachau se transforma en un Santuario" – y cuando construimos una réplica del Santuario en el escenario, al ir cada país dando su contribución." Su emoción fue enorme cuando escuchó que la generación joven de las Profesionales de Alemania ha hecho su compromiso para garantizar el Santuario de Dachau, y que la corriente está muy viva en ellas. En la pieza del Padre de las Profesionales, varias de ellas decidieron espontáneamente firmar los documentos de 1995 con el compromiso de construir el "Santuario de Dachau", el lugar donde cada ‘Dachau’ se transforma en un lugar de gracias. Con la canción "Grande es el cariño" concluyó la espontánea celebración.

Dos días después, el grupo se encontró con tres representantes de la generación que ha hecho de su vida el Santuario de Dachau. Compartieron una especie de viaje aventurero en barco, ya que hubo una lluvia torrencial y el barco en el que habían programado recorrer el Rin no zarpó y consiguieron otro que prácticamente era privado – lo cual fue una buena ocasión para llegar a conocerse, compartir cantos y experiencias. Un café en un lugar al lado del río en Coblenza fue el "escape" de la lluvia y un lugar para compartir, reír y enriquecerse mutuamente. "Me sentí peregrina y Dios me regaló estar con personas de mi Rama. Recibí nuevas fuerzas con metodología muy dinámica. Me siento en una comunidad de vida, " dijo Julia Rebolledo López. Rosana Belmar: "Ha sido muy enriquecedor compartir con el grupo y las chicas alemanas. La armonía y la tolerancia. Hemos vivido en un pedazo de cielo..."

Frutos

Finalmente, en el último día de su estadía en Schoenstatt, las profesionales se dieron cuenta que el brillo del sol sí existe en Alemania. Antes de salir para Dachau, el campo de concentración donde el Padre Kentenich fue encarcelado más de tres años, las mujeres reflexionaron en los frutos de esta peregrinación: ¿Qué se llevan a casa, a la vida diaria?

"La certeza de que el amor del Padre Dios siempre nos acompañará. Debo siempre recurrir a la Mater, no olvidar que Ella nos conduce a su Hijo, y se preocupa de nosotros. La gracia de saberme hija del Padre, elegida por él," dijo Rosa González Cubillos.

"Que si hay paz en mi corazón los problemas y situaciones de la vida diaria se pueden sobrellevar mejor. Que debo ser reflejo de un pequeño cielo donde toque la tierra en cada lugar que yo esté. Para irradiar alegría y amor debe uno convertirse en una niña," contó una de ellas. Marta añadió: "El reconocer que todo lo que me sucede es para obra de Dios, que Dios me quiere regalar el día a día, paso a paso porque me ama." Es así de simple, dijo Rosana: "El sentirme hija muy querida."

Traducción: Angie Santos, Guayaquil, Ecuador



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Last Update: 28.05.2002 13:10 Mail: Editor /Webmaster
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