Día de la Madre en SchoenstattUn primer encuentro para muchas personas que viven cerca de Schoenstatt |
SCHOENSTATT, mkf. "Van a ser así todos los Domingos en el verano? Yo no me imaginé que esto sería así en Schoenstat, me gustaría que también vinieran mis amigas..." No, no va a ser igual entodos los siguientes Domingos, fue así porque era el Día de las Madres en Schoenstatt, una celebración especial ofrecida por las Hermanas de María en el Monte de Schoenstatt: cientos de personas sentadas en bancas, conversando, tomando cafe y torta; niños jugando, música en vivo interpretada por Hermanas y un organillero... Antes de ello, hubo un momento de oración en honor de todas las madres y de la Madre de Dios, que se realizó en la Iglesia de la Adoración. Había tres personas originarias de Rübenach/Koblenz que se dirigían a la Iglesia de la Adoración, preguntándose el porqué de tantos automóviles en los parqueaderos: "¿Qué hay aquí? Estabamos dando un paseo caminando y queríamos visitar esa Iglesia, teníamos curiosidad de conocerla, algo habíamos oído de que una persona estaba enterrada ahí!" Se les contó algo sobre Schoenstatt, sobre el Padre Kentenich y los miles de visitantes de todo el mundo que vienen a Schoenstatt cada año: "¡Nosotros vivimos tan cerca y nunca habíamos venido! Pero la verdad es que la gente de Koblenz no lo conoce!" Otros visitantes ya habían venido en otros años, ya sea para los cantos ante el Pesebre o las charlas de los Lunes por la noche. "Hay aquí un rango de edades de unos 90 años," dijo la Hna. Anne-Meike Brück, que era la encargada de este evento. Me alegró mucho ver tantas familias jóvenes con niños pequeños!" Flores para María, la Madre de todosLa celebración del Día de la Madre en la Iglesia de la Adoración se inició con una acción de gracias para María, la Madre de todos y para todas las madres. Unos niños interpretaron un baile con flores, mientras las hermanas tocaban y cantaban. Luego hubo un momento de meditación en la cual se invitó a todos a que escribieran en un papel sus dolores, preocupaciones, sus necesidads o sencillamente los nombres de sus seres queridos, y a que ofrezcan una flor a María. En los anuncios de este evento, se había indicado a todos que trajeran si querían una flor – y hubo de todos los tipos: desde margaritas a gerberas, desde violetas hasta rosas, desde lirios a campanitas de Mayo, incluso orquídeas. Estas hermosas flores fueron presentadas como un regalo en honor a María. Al final de la celebración se podía visitar un momento la tumba del Padre, en donde era posible sacar una frase del Padre Kentenich escrita en papeles rojos – estos papeles se terminaron antes de todos pasaran por ese lugar. Fiesta del Día de la Madre en SchoenstattEl tiempo estuvo bueno por unas dos horas después de la celebración en la Iglesia, lo que hizo posible una fiesta al aire libre. Había puestos con café y torta, con flores y plantas de los jardines de las hermanas, con información. También hubo un taller de manualidades en la granja y juegos para los niños en algunos lugares. "Nunca había visto tantas hermanas", se preguntaba un señor, "¿de dónde salieron?". Y era verdad, se podía ver a grupos de hermanas en cada "esquina de actividad", trabajando, hablando con la gente o simplemente disfrutando el programa! ¡Un organillero fue la gran atracción! Alrededor de las 17h00 se desató la lluvia, lo cual hizo que muchos salieran corriendo hacia sus autos – pero algunos valientes se dirigieron a la granja, donde el organillero siguió su repertorio! Traducción: Angie Santos, Guayaquil, Ecuador |
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Last Update: 17.05.2002 12:40 Mail: Editor
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