Schönstatt - Begegnungen

En tempestad y lid...

Madrugada chilena-argentina en el Santuario del Mar y de la Paz

Comodoroa Rivadavia, Santuario del mar y de la paz
Comodoroa Rivadavia, Shrine of the Sea and of Peace
Comodoroa Rivadavia, Meeres- und Friedensheiligtum
27 de abril de 2002:Madrugada chilena-argentina en el Santuario del Mar y de la Paz
April 27, 2002: Chilean-Argentine Dawnbreaking Service in the Shrine of the Sea and of Peace
27. April 2002: chilenisch-argentinische Madrugada im Heiligtum des Meeres und des Friedens
Sign of peace and brotherhood: passing on of the Chilean flag
Zeichen des Friedens und der Brüderlichkeit: Überreichung der chilenischen Fahne
Madrugadores encima del Santuario
Dawnbreakers by the Shrine
Madrugadores beim Heiligtum
Noticia en el diario "Chronica"
The local newspaper reported about the event
Halbseitiger Bericht in der Tageszeitung
Visita a la Ermita
Visting the wayside Shrine
Besuch beim Bildstöckchen
Fotos: rhcr,www.madrugadores.cl © 2002

ARGENTINA, rhcr. El sábado 27 de abril de 2002, en el Santuario del Mar y de la Paz - bendecido el 30 de octubre de 1993 como garantía de la Paz entre los Pueblos y como garantía de la Paz Argentino-Chilena y entre Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña - se reunía un grupo de varones peregrinos de Chile y varones de la Familia de Schoenstatt de Comodoro Rivadavia, para rezar por la Paz y fortalecer los vínculos de unión y fraternidad entre Argentinos y Chilenos. El encuentro se enmarcó en la corriente de vida de "los Madrugadores".

Santuario del mar y de la paz, su nombre hace referencia a la historia. En primer lugar al conflicto limítrofe con Chile, durante el cual la familia de Comodoro se comprometió por la paz argentino-chilena. También por la participación a través de la oración y el servicio durante la guerra de las Malvinas. Y, finalmente, porque siempre se rezó y se reza por la patria.

El inicio de Schoenstatt en Comodoro Rivadavia

En el Golfo San Jorge, centro del litoral atlántico, a una altura de 61 metros sobre el nivel del mar, se halla la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut, en la Patagonia Argentina. Por su ubicación, la ciudad - con una geografía muy árida, como desértica - tiene en su haber los más fuertes vientos en territorio continental argentino.

Schoenstatt se fundó allí en 1978, pero la Familia reconoce como fecha fundacional el 15 de septiembre de 1979, cuando se entronizó la Imagen de Nuestra Madre y Reina Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt en la Iglesia Catedral San Juan Bosco – única Catedral del mundo dedicada al Patrono de la Patagonia y Fundador de la comunidad Salesiana.

El Movimiento nació por el empeño de un joven profesional, que enamorado del mensaje de Schoenstatt y de la pedagogía del Padre Kentenich, decidió lanzarse a "gestar" una Familia.

La primera ermita

El Movimiento creció muy fuerte en la rama de Madres, quienes en 1981 levantaron la primera ermita de la Mater como "primer peldaño hacia el Santuario" y como signo de unidad fraterna entre Chilenos y Argentinos. La ermita fue apadrinada por las autoridades civiles y militares argentinas y por el Cónsul de la Republica de Chile en Comodoro Rivadavia. La Familia de Schoenstatt se hizo garante y prenda de holocausto para la paz entre los dos pueblos hermanos.

A la "cuasi" guerra con Chile, que tanto dolor causó en ambas laderas de los Andes, la Argentina recuperó en abril de 1982 la soberanía en las Islas Malvinas, ocupadas por el Reino Unido de Gran Bretaña desde 1833, dando origen a una guerra, cuya sede continental de abastecimiento y envío de tropas fue Comodoro Rivadavia.

La Rama de Madres acompañó heroicamente a cada soldado que iba a Malvinas con su oración y entregándole, en su despedida, un Rosario.

La tocante ceremonia a los pies de la primera ermita, repetida tantas veces como soldados iban a la guerra, continúa emocionando a quienes vivieron aquellas horas.

Mujeres de la primera hora

Es un pecado omitir en esta "prehistoria" de la Madrugada, el nombrar a:

  • Carmen Palma de Sáez, chilena de Concepción, "hija" de Montahue, quien fue pilar de la primera ermita y se ofrendó como holocausto de paz entre los pueblos hermanos. El Señor tomó su ofrenda y luego de una larga enfermedad que fue minando sus fuerzas y capacidades, volvió a la Casa del Padre.
  • María de Levang, una croata, que sufrió persecución y campos de concentración por haber querido levantar en su patria una capilla a la Virgen. Su ejemplo de mujer vivaz, sabia, alegre, cuyo lema de alianza fue "construyo contigo", nos impulsó permanentemente a asumir su lema como nuestro. Pidió que la Virgen le tomara la vida como prenda por el Santuario. Y el Señor escuchó su pedido, dejándonos un vacío inmenso pero un impulso que aún no cesa...
  • Concepción de Redondo, española, esposa de un Mártir de la fe en las dolorosas horas de la Guerra Civil Española, quien trabajó y oró porque María tuviera su trono de Gracias en esta su Tierra de adopción, entregando también su vida por el Santuario, por la Misión, por una Patagonia de María.

Nombrar a tantas mujeres que "lucharon como varones" a la hora de dar su vida por hacer de Schoenstatt una familia que enriqueciera a la Iglesia que peregrina en el Sur de América, sería "interminable", pero a aquellas que ya están en el Cielo, así como a Roxana Nickichuk o a Helenita de Reynoso, a Casilda de Villalabeitía, a Juana Rossi de Cavana o a Maria de Luna, que como cruces negras dieron todo por la Mater, es imposible no nombrarlas.

En ellas nombramos a todas y cada una de las madres que, junto con la Hermana Asesora, María Alejandra, han hecho del Schoenstatt Comodorense una realidad fecunda.

Desde entonces 15 ermitas en toda la ciudad y una en la ciudad de Caleta Olivia (80 km al sur de Comodoro Rivadavia) han ido germinando el anhelo del Santuario.

Un encuentro con el Padre Menningen y el nombre del Santuario

En 1985, en las jornadas del Centenario del Padre en el Schoenstatt Original, Roberto Horat tuvo un encuentro con el Padre Alex Menningen, quien después de escuchar la historia de la Familia de Comodoro Rivadavia, decidió regalar la imagen de la Mater para el futuro Santuario. De puño y letra bautizó aquel Santuario, sólo existente en los corazones, como "Santuario del Mar y de la Paz".

Esa imagen peregrinó por los lugares de la vida del Padre. Conoció tanto el Santuario Original, como el Campo de Dachau y la tumba del Padre Kentenich; fue a Roma, fue bendecida por Su Santidad Juan Pablo II y caminó sobre las huellas del Señor, de María y de los primeros cristianos en Tierra Santa. Presidió la Misa en la Basílica de la Natividad en Belén y vuelta a Roma...se perdió! Una noche entera buscándola por Roma de noche: policía, peregrinos, taxistas, desconocidos, la buscaron hasta que al amanecer un coche la devolvió. La Mater "salió a pasear"! Años después nacía en Roma el Santuario a la sombra de la Basílica de San Pedro...

Enmarcada, la imagen fue coronada el 11 de diciembre de 1987 por el entonces Obispo de Comodoro Rivadavia, Monseñor Dr. Argimiro Daniel Moure -de feliz memoria- dando inicio a las obras del Santuario.

La Piedra fundamental fue bendecida por Su Santidad el Papa en su segundo viaje a la Argentina y la imagen, al ser vista por el Santo Padre, recibió de él un emocionado aplauso!

Finalmente, después de innumerables capitales de gracia, pruebas y ofrendas, el Santuario del Mar y de la Paz fue bendecido el 30 de octubre de 1993, por el Obispo de Comodoro Rivadavia Monseñor Dr. Pedro Ronchino.

Garantía de Paz entre los pueblos

Su misión es ser Garantía de Paz entre los pueblos, especialmente entre Argentina y Chile; y entre la Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña.

El Padre Esteban Uriburu, quien fuera muchos años asesor de la Familia de la Patagonia, sintió este Santuario como propio y ofreció por él mucho de los dolores que le tocaron vivir antes de ir a la Casa del Padre.

Sin lugar a dudas, sin él, como sin la Hermana María Alejandra, la oración silenciosa de la Hermana Maria Marcella, y la sigilosa pero fecunda obra de cada uno de los schoenstattianos de Comodoro, el Santuario no hubiera podido ser.

Cada uno ha sentido que las palabras del Padre iban dirigidas a él: "nada puedo sin el Santuario!", dando el ciento por uno, algunos hasta sus vidas, su salud, su dinero, para que a la sombra de este Santuario, "Faro en el Mar del Mundo", se puedan decidir los destinos y la paz entre los pueblos.

El Santuario mira al océano Atlántico, invitándonos a "navegar mar adentro", y desde su trono de Gracias, la Mater "tiene vista del mar", mirando a las Islas Malvinas para cuidar a todos los que allí viven y también los que allí esperan la resurrección del día final.

Una semilla del Jubileo: Madrugada en el Santuario del Mar y de la Paz

En enero de este año 2002, durante los festejos del Jubileo de Oro del Santuario del Padre, Santuario Nacional de Argentina en Florencio Varela, un hermano nuestro, muy querido, viejo schoenstattiano, vehemente y "soldado firme" de María, llegó para compartir con todos los asistentes y peregrinos al jubileo la corriente de vida de "los madrugadores", nacida en Chile, donde varios hombres se unieron para madrugar en los Santuarios de Schoenstatt.

Rafael Ojeda comentó, expuso, dialogó, inflamando los corazones, y dejó la semilla.

Vuelto a Comodoro Rivadavia, la "ciudad de los vientos", de la que un traslado profesional lo había alejado hace siete años, Roberto Horat intentó participar a muchos varones sobre esta corriente.

Como nada es fácil, no se asustó. Quien tiene una Misión debe cumplirla... Impulsado por su lema, ADSUM!, otra vez volvió a empezar, como en las épicas jornadas del tiempo de la fundación de la Obra en Comodoro Rivadavia.

El Santuario estaba allí. La Familia estaba allí. La iglesia estaba allí y necesitaba de "madrugadores".

Consciente que es necesario- como dice Isaías- que el centinela anuncie la mañana, no le importó estar solo, sino tan solo: estar.

Los chilenos se lanzaron al vacío... lejos, muy lejos

El foro de la página de los Madrugadores (www.madrugadores.cl) fue el lugar para compartir vivencias y nutrirse de la corriente de vida, a la que intuyó como una refundación viril del Schoenstatt comodorense, y como un imperativo y una llamada del Padre Kentenich a "volver a llenar las amplias naves de la Santa Iglesia" (Consagración Matutina).

Los hermanos de Chile sintieron el llamado del "adsum!"y decidieron viajar a Comodoro Rivadavia, a más de 2000 km de Santiago de Chile, a más de 1500 km de Puerto Mont, a más de 300 km de Coyhaique, lejos, muy lejos.

Detrás de la cordillera, perdido en la meseta patagónica, en el desierto, el Santuario del Mar y de la Paz esperaba.

Argentina, en medio de una crisis social, económica y política inédita, casi en "llamas". Sin bancos, sin provisión de gasolina, con la prensa asustando a cada instante por revueltas, "piquetes" y cacerolazos, todo lo lógico indicaba no moverse, no ir, dejarlo para otro momento "más humanamente" oportuno.

Y allí se lanzaron. Al vacío. A un salto mortal seguro, sin orilla del otro lado, sólo con la confianza ciega en que Ella y el Hijo aceptaban y bendecían el desafío.

María hizo todo!

Del otro lado de la cordillera, las fuerzas del enemigo arreciaron como pocas veces lo habían hecho.

El 25 de abril, una fiebre altísima derrumbó a Roberto en cama. Está solo en Comodoro Rivadavia, trabajando como Rector de un importantísimo Colegio Bilingüe, vive en un hotel, su esposa y su hija residen en Buenos Aires. Desde la cama, pensó cómo hacer todo lo que debía hacer para recibir a los "locos de amor de María". Nada podía hacer. María hizo todo!

Sin que lo buscara, aparecieron algunos empleados del hotel y se ofrecieron gratuitamente a ocuparse de todo lo que fuera necesario para recibir a los "madrugadores". "Nos ayudas en todo instante", dice el Padre. Por teléfono les recordó a los que pudo llamar de esa mañana de sábado. Muchos por respeto humano y cariño accedieron, pero era sábado, de madrugada, y hacía mucho frío!

Viernes 26 de abril – el mismo día en que en 1936 habían llegado las Hermanas de María a Chile – la salud de Roberto, desde ya muy precaria, no tenía variaciones y a las tres de la tarde comenzaron a llegar los peregrinos.

A las seis y media de la tarde, sin que nada lo hubiera hecho prever, ninguna alerta meteorológica o pronóstico lo anticipara, el cielo se ennegreció y un huracán como pocas veces se vio en Comodoro Rivadavia se abalanzó sobre la ciudad. Vientos a más de 180 km. por hora destruyeron techos, arrancaron carteles, volcaron camiones y buses, y los generadores de energía eléctrica, sumiendo la totalidad de la ciudad en oscuridad y a merced de un feroz viento.

Ni los vientos, ni las alarmantes noticias, ni el cansancio...

El argentino pensó en los viajeros, en el Santuario (¿habría sobrevivido a la fuerza de los vientos?). En la oscuridad, ante el trepidar de los vidrios del hotel golpeados por el viento, en el silencio de todos los pasajeros que había debido bajar al lobby del hotel por temor a lo que pudiera pasar, se abrió la puerta del hotel y apareció un grupo de madrugadores!

Rafael Ojeda, vestido para la ocasión y como si llegara al polo sur, saludó al argentino con un solo saludo: "todo es gracia".

El viento comenzó a amainar. Llegaron más madrugadores. Durante la noche siguieron llegando autos y personas. Ni las horas de viaje, ni los vientos, ni las alarmantes noticias, ni el cansancio lograron abatir a los peregrinos al Santuario del Mar y de la Paz.

No más chilenos, ni argentinos...

Era la primera vez que un contingente de varones peregrinos chilenos llegaba al Santuario Garantía de Paz entre los pueblos. En la explanada del Santuario, frente al inmenso mar, argentinos y chilenos revivirían el abrazo de Maipú entre San Martín y O'Higgins.

A las siete de la mañana del sábado 27 de abril de 2002, treinta y siete varones americanos, con Mario Hiriart al "frente", ingresaron al Santuario del Mar y de la Paz.

La campana sonaba alegre y fuertemente en la madrugada. Era noche aún sobre el Santuario y sobre el mar. Casi no había viento ni hacía frío.

El Santuario iluminado, cual faro en la noche, como bastión del atento centinela, abría sus puertas a hombres hermanos. Iglesia viva. No más chilenos, ni argentinos... ahora hermanos, más que nunca hermanos en la Casa Materna, en torno a la mesa del Hijo por quien somos hijos.

Un mail nos anunciaba que en Roma, el Santo Padre nos miraba con ternura, nos bendecía y nos acompañaba madrugando desde su capilla privada. En el Santuario Original una persona ponía nuestras intenciones y nos hacía uno con la generación fundadora... y muchos madrugadores, esposas, amigos, familia e hijos madrugaban mirando al Sur para acompañarnos.

La madrugada siguió con las oraciones del Hacia el Padre.

Somos tus testigos hasta los confines de la tierra!

Las voces de algunos hablaron a la Mater, le contaron cómo habían llegado, le presentaron la alegría que los embargaba, le pidieron ayuda para seguir siendo testigos del varón cristiano, le imploraron que los utilizara como instrumentos para construir una sociedad nueva.

Mamá: hemos llegado hasta aquí! Ahora también nosotros, como reza el lema de la Familia de Comodoro Rivadavia, ¡somos tus testigos hasta los confines de la tierra!

El himno a Maipú encendió corazones. Las paredes del Santuario parecían expandirse, el amanecer nos llegó desde el mar iluminando el interior del Santuario como el Alba de la Nueva época.

La Eucaristía celebrada por el Obispo Emérito de Coyhaique, madrugador y peregrino al Santuario del Mar y de la Paz, nos acercó al Pan de la Vida y nos hizo estar en la cuna del Niño de Belén y en la Cruz de la Redención en el Gólgota, nos unió a Juan abrazando a María y a María junto a los Apóstoles en el Cenáculo.

La misa, cantada y rezada por voces masculinas, pareció un canto de batalla y un cántico de paz. "Ofrecimos nuestro capital de gracias por la liberación de la Basilica de la Natividad de Belén...y según las noticias este santo lugar estaría dejando de ser amenazado..."

Todos los que estuvieron allí esa mañana consideran histórico ese momento. Ahora es como un antes y un después.

Encuentro de hermanos

El desayuno permitió confraternizar entre los anfitriones y los peregrinos. Sin embargo, faltaban cuatro, que no habían llegado. Todos y cada uno miraba insistentemente a la Madre... "no se perderán". Cuando salían para el Carmelo de San José, para compartir la alegría con las Hermanas carmelitas descalzas del Monasterio más austral del mundo, la madrugada y la misión de esta corriente de vida, llegaron los Buenos Samaritanos, que tuvieron que detenerse para ayudar a quienes necesitaban de sus manos después de un accidente. Ahora sí, todos, cuan cortejo de vida, salieron al Monasterio.

Acompañados ahora por esposas e hijos y por los argentinos que, habiendo sido invitados, ya se sentían parte y forjadores de la corriente de los Madrugadores en Comodoro Rivadavia y más allá... Se unieron a las "hermanas" de Santa Teresa de los Andes y de Santa Teresita de Lisieux, "la schoenstattiana oculta", le agradecieron la confiada oración y las contagiaron con los cantos con los que habían saludado a la Mater en el Santuario. La Visita a esta "Casa de Dios y Puerta del Cielo" fue como un fin de una madrugada que tenía calor y luz de mediodía.

Una emocionante y "distinta" experiencia religiosa

A la tarde los Madrugadores y sus esposas se encontraron con las señoras de la Rama de Madres, las históricas y aguerridas mujeres que dieron forma y vida al Santuario, guardianas fieles y fidelísimas del mensaje del Padre, apóstoles desde el silencio y la heroicidad.

Después, en la Catedral San Juan Bosco, los Madrugadores compartieron la fuerza de su oración y sus cantos con toda la comunidad parroquial. El Padre Edison, Párroco de la Catedral, predicó sobre el testimonio de estos varones y la fuerza de su corriente. Él mismo se sintió madrugador y, como a la mañana, volvió a compartir la cena, los cantos y las experiencias.

El sábado 27 finalizó; ya es domingo 28 de abril, un día diáfano, espléndido, hasta cálido. Uno a uno los viajeros fueron partiendo; el diario Crónica de Comodoro publicaba en un cuarto de página que el Santuario del Mar y de la Paz había sido testigo de una emocionante y "distinta" experiencia religiosa; en todas las misas el Padre Edison volvió a encender corazones y a invitar a todos los varones a esta corriente de vida que haría florecer el desierto.

El sábado 4 de mayo los varones madrugadores de Comodoro Rivadavia se reunirán en el Santuario del Mar y de la Paz. No estarán físicamente los hermanos chilenos, ni sus guitarras, quenas y charangos, ni sus voces, pero a los pies de María, Madre del Santuario que anuncia los más nuevos tiempos, los varones patagónicos se lanzarán a conquistar corazones para que "vuelvan a llenarse las amplias naves de la Santa Iglesia".

Más: www.madrugadores.cl


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Last Update: 14.05.2002 13:10 Mail: Editor /Webmaster
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