En Pilar un centro de feUn aporte fundamental para la vida de los niños y sus padres: el "Centro de Catequesis Nuestra Señora de Schoenstatt" en Pilar, Argentina |
ARGENTINA, Marta Blas, Hna. M. Sabrina. El miércoles 3 de abril se reiniciaron las clases en el Centro de Catequesis, situado en la localidad de Pilar. "El futuro de la humanidad pasa por la familia": inspirado en estas palabras de Juan Pablo II, nace en 1998 el "proyecto de la fe" para formar a nuestros hijos en los valores que los modelan para la vida. "El año pasado tuve la enorme responsabilidad de preparar 14 chicos para tomar la Primera Comunión. Para mí fue ésta una maravillosa oportunidad de no sólo transmitirles conocimientos catequísticos a los chicos, sino también intentar, de alguna manera, el compromiso y la participación de toda la familia en tan importante Sacramento. El Centro quiere ser un lugar en donde todos se sientan cobijados y en el que no sólo se eduquen los chicos sino que padres, alumnos, profesores y todos los que lleguen a él encuentren una gran familia donde poder apoyarse y crecer espiritualmente, en sana armonía. La Mater ya lo ha hecho posible porque todos nos hallamos muy a gusto allí, gozando del privilegio de su dulce protección, que nos conduce con ternura a crecer en el amor. Solos, no podríamos", cuenta María Marta Domínguez, catequista del Centro desde 1999. Debido al enorme crecimiento demográfico en la zona de Pilar y alrededores, cada vez es más necesario responder a las familias a nivel de educación y fe. Numerosos colegios dieron respuesta a esta demanda y Marta Blas junto a numerosos colaboradores, contando con el aval y apoyo espiritual del Padre Esteban Uriburu, comenzaron con el "proyecto de la fe" para formar a nuestros hijos en los valores que los modelan para la vida: el "Centro de Catequesis Nuestra Señora de Schoenstatt" quiere responder a las necesidades de los chicos y jóvenes de hoy, ofreciendo la posibilidad de que muchas familias con hijos e hijas de entre 6 y 17 años puedan recibir la enseñanza de la fe y un aporte espiritual fundamental para la vida: catequesis de Primera Comunión, Confirmación, Perseverancia y grupo de jóvenes. El mensaje central: un Dios "Papá" que nos pensó y amó desde siempreCarola Aguirre prepara a un grupo de 18 chicos y chicas de entre 12 y 14 años, básicamente de dos colegios distintos, para su Confirmación en el próximo mes de junio: "La Mater me regaló el haberlos conocido con anterioridad ya que los preparé para su Primera Comunión. Esto facilitó el conocimiento personal pese al poco tiempo por semana que compartimos el encuentro. Al haber trabajado con catequesis familiar (encuentro con padres) pude percibir su crecimiento en la fe. También fue muy lindo ver cómo crecieron los chicos en los años que no los tuve como alumnos. Los temas tratados se centraron principalmente en la Alianza con Dios Padre. Trabajamos descubriendo nuestras propias virtudes y dones para conocernos y, de esta manera, ir vislumbrando el Ideal Personal de cada uno. La Mater, modelo de virtudes, es nuestro ejemplo. Durante el año pasado se desarrollaron temas doctrinales aplicados a la vida, para que los chicos fueran descubriendo la acción del Espíritu en la vida diaria, y valorar que todo cuanto nos pasaba estaba dentro del plan amoroso de Dios. Frente a ese amor enorme que me regala Dios Padre día a día ¿qué respuesta le doy yo? Así llegamos a la Confirmación, nuestro Pentecostés personal, en el que damos nuestra respuesta libre por medio de la Alianza con ese Dios Papá que nos pensó y amó desde siempre". El objetivo principal es que los chicos y los jóvenes encuentren la raíz de su propia fe y se jueguen por ella. Catequesis para toda la vidaEl desafío más grande es que la catequesis que los chicos reciben se encarne como valor para toda la vida - de hecho ésta es la etapa en que están más abiertos a lo religioso - y que no quede sólo como aprendizaje intelectual. Para esto es de vital importancia el acompañamiento de sus padres, quienes cuentan con el apoyo espiritual de Schoenstatt para enfrentar las dificultades actuales. Precisamente el Movimiento de Schoenstatt apunta al fortalecimiento de la familia como célula básica de la sociedad. En 2001, Carolina Mac Loughlin tuvo a su cargo el grupo Iniciación, formado por chicos de 6 y 7 años, quienes están dando sus primeros pasos en esta "catequesis para toda la vida": "Comenzamos conociendo a Dios, nuestro Padre del Cielo, descubriendo su abrazo paterno en nuestra vida diaria; valoramos todos sus regalos, especialmente el mayor de ellos: su Hijo Jesús. Y así conocimos a Jesús como nuestra guía para llegar al Padre, como el maestro que nos enseña con su palabra y con su ejemplo, y descubrimos que imitarlo nos hace más felices. A través de Él, llegamos a nuestra Madre del Cielo, la Virgen María, nuestra Mater, quien nos protege y nos cuida. Y terminamos preparando, junto a Ella, nuestro corazón para la Navidad. Durante el año los chicos fueron iniciándose en la oración, hicieron su primera visita al Santuario y participaron de las distintas celebraciones del Año Litúrgico y de la construcción de la Ermita en el Centro, que les sirvió para hacer su primera contribución al Capital de gracias. Personalmente agradezco a la Mater por este año que pasó, por darme la oportunidad de participar del Centro como catequista y permitirme así, crecer y enriquecerme espiritualmente". Donde la Mater nos reúne para ser solidarios con nuestro prójimoUna foto enviada por Mariano y Carolina Sánchez Kalbermatten, padres de un alumno del Centro, lleva este título a modo de explicación: "Una tarde en nuestro Centro de Catequesis donde la Madre nos reúne para ser solidarios con nuestro prójimo. Desde el comienzo nuestros hijos han recibido aquí su formación y sobre todo mucho amor". Pilar es una zona de muchos contrastes, con enorme cantidad de "countries" (barrios cerrados con club house y otras comodidades) donde viven matrimonios jóvenes de un nivel económico medio alto y alto, y al mismo tiempo también con barrios de enorme pobreza e indigencia. Desde el principio surgió una iniciativa en el Centro de Catequesis: tres meses al año los chicos, al llegar, depositan alimentos en la ermita como una forma de ayudar a la parroquia correspondiente, donde hay familias carenciadas. En septiembre llevan comestibles, en octubre ropa y en noviembre juguetes para Navidad. En las semanas previas a Navidad, los chicos del Centro representan el Pesebre Viviente. Un año, invitaron a los chicos de un hogar al que asisten niños carenciados recibiendo allí formación, atención sanitaria y alimentación, otro año los "espectadores" fueron abuelitos de Pilar, personas de condición humilde que residen en un Asilo de ancianos. "Son momentos que nuestros corazones no podrán olvidar", dice Carolina Sánchez Kalbermatten. Este Centro de Catequesis está avalado por el trabajo y la oración de muchos, por la alegría y entrega de las catequistas y va acompañado por el amor desinteresado de muchos padres que animan a sus hijos, cada día, a conservar la fe y a profundizarla. Para ello cuentan con el asesoramiento del Padre Pablo Pol, de la Comunidad de los Padres de Schoenstatt. En estos tiempos difíciles que atraviesa Argentina especialmente, esperamos que muchos puedan acercarse para construir todos juntos un mundo mejor. |
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Last Update: 12.04.2002 13:58 Mail: Editor
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