"...y soy el hijo predilecto de mi Madre!"Bodas sacerdotales de oro de los Padres Heinz Künster y Mattias Wiebel |
SCHOENSTATT, mkf. El lunes de pascua, el mismo día en que el nuevo Obispo de Tréveris asumía sus funciones festejaron con mucha alegría sus bodas sacerdotales de oro los Padres Heinz Künster y Matthias Wiebel, ambos nacidos en Coblenza. El "Schängellied" es un canto popular que habla de los "niños traviesos" de la ciudad de Coblenza. Esta canción entonada en la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt durante la celebración el 1 de abril no fue ninguna "broma de abril", a pesar de que en Alemania en esta fecha se le hace bromas a la gente. (Tal como en otros países latinoamericanos el 28 de diciembre para el día de los Santos Inocentes). Gratitud, alegría y sencillo orgullo por cincuenta años de fidelidad a la vocación sacerdotal fueron las características más relevantes en la Misa solemne en la Iglesia de la Adoración y en la posterior recepción en la Casa Marienau y en la Casa de los Peregrinos. En realidad el aniversario fue el Viernes Santo, pero a los dos homenajeados les pareció que el lunes de pascua era el día más adecuado para festejar con sus parientes, con los miembros de sus antiguas parroquias y con la Familia de Schoenstatt. El Padre Matthias Wiebel fue el primer Coordinador nacional de la Federación de Sacerdotes diocesanos luego de su refundación y es hoy padre espiritual en Schoenstatt. El Padre Heinz Künster es ya más de diez años rector en la Casa Marienau (Casa Central de los Sacerdotes diocesanos de la Federación), y custodio del Símbolo del Padre para el Santuario Original que le fue confiado por el Padre Kentenich.
No sólo seriedad y solemnidad..."Ser un niño travieso de Coblenza es divertido... ˇy soy el hijo predilecto de mi Madre!". Los homenajeados demostraron que las fiestas de aniversario no tienen porque ser sólo serias y solemnes. El Padre Pablo Peláez -Sacerdote ecuatoriano de la Federación que actualmente trabaja en la diócesis de Limburgo como vicario parroquial- estuvo a cargo de la homilía. En ella contó algunas anécdotas de la vida sacerdotal de los dos festejados y aplicó la última frase del "Canto de los niños traviesos" en referencia al misterio de vida de ambos sacerdotes: en su única e inconfundible manera de ser y vocación, saber ser "el hijo predilecto" de la Madre de Dios a cuyo servicio pusieron, hace cincuenta años, su vida sacerdotal. Y a su servicio quieren seguir trabajando como "sacerdotes disponible" de Schoenstatt y de los hombres que ahí los solicitan. Una y otra vez hubo pruebas del sano humor de los dos homenajeados durante la solemne homilía. Según el Padre Pablo Peláez: él rara vez se ha reído tanto como en los años en que era estudiante y viviendo en Marienau pudo conocerlos de cerca. Continuó diciendo que la Pascua de Resurrección es la fiesta donde acentuamos fuertemente la alegría y la gratitud, tal cual como en esta celebración. Concluyó con las palabras: "Gracias, Señor, por haber elegido tales instrumentos para conducir a muchos hombres hacia Ti y hacia tu Madre."
Recuerdo vivo en las parroquias hasta hoyUn gran número de sacerdotes concelebraron la Misa solemne juntamente con los dos homenajeados, entre otros el actual Coordinador nacional de los Sacerdotes de la Federación Padre Rudolf Liebig, Monseñor Hermann Zimmerer, el Padre Siegfried Koch, el Padre Tillmann Beller, el Padre Pablo Peláez y muchos otros sacerdotes de la Federación venidos de cerca y de lejos. Cuán fuerte sigue siendo el recuerdo del trabajo pastoral de ambos homenajeados en sus antiguas parroquias y allí donde en la actualidad trabajan a título de representantes lo demostró la gran participación de los feligreses venidos de esas parroquias. Entre ellos se encontraban miembros del club de tiro al blanco San Hubertus "Oberzissen" ataviados con sus trajes de fiesta y la asociación de cantores "Webach / Kirchen" de la primer parroquia donde trabajó el Padre Wiebel, que le dieron solemnidad a la Misa con órgano y canciones a varias voces. Carmen Peláez de Ecuador puso un aire internacional. Ella que acompañándose con la guitarra cantó sus propias composiciones: ˇfue un regalo especial!
"El sol que nace de lo alto ".Al terminar el Padre Wiebel con una buena dosis de humor agradeció a todos los que contribuyeron para celebrar este día. Citando el "Benedictus", el Cántico de alabanza de Zacarías de la Liturgia de las Horas, dio su profundo agradecimiento a Cristo: "el sol que nace de lo alto". Para él el motivo fundamental para la alegría y gratitud es poder cooperar desde hace cincuenta años como sacerdote haciendo presente este sol que nace de lo alto: "ˇY por eso todos nosotros tenemos motivo para alegrarnos!" El Padre Künster se adhirió al agradecimiento y dio a su manera testimonio del gran regalo del sacerdocio celebrado en este día. El Padre Liebig, el Coordinador nacional de los Sacerdotes diocesanos de la Federación, tomó la palabra y felicitó a ambos por la propia entrega de cada uno de ellos en nombre de la Federación. Con frecuencia cuando él se encuentra en Marienau y pregunta por el Padre Wiebel, recibe la respuesta: el está "en el Monte Schoenstatt" en su función como confesor para las Hermanas de María, Rama de Madres, Profesionales, celebrando misas o en otros servicios sacerdotales. Explicó que al testimonio del Padre Künster debe el haber encontrado el camino hacia la Federación de Sacerdotes y le agradeció especialmente por ser "desde hace diez años el alma de la Casa Marienau".
Una colorida multitud dando sus felicitacionesDelante de la Iglesia la Rama de Madres de Tréveris homenajearon al Padre Künster con una serenata mientras los invitados participantes a la Misa se encaminaban hacia el valle para felicitar al Padre Künster y al Padre Wiebel en la Casa Marienau y en la Casa de los Peregrinos respectivamente. Una colorida multitud se puso en fila para dar sus felicitaciones. En la Casa de los Peregrinos se escuchó nuevamente a la Asociación de Cantores y resonaron las risas cuando el Padre Wiebel contó uno de sus chistes. ˇNingún signo de que en la vida religiosa haya que andar serios y tristes! La persona más joven dando sus felicitaciones en la Casa Marienau tenía apenas unas semanas de vida. Bärbel Limbach de la Federación de Enfermos entonó una canción deseando felicidades para el Padre Künster. La Rama de Madres de Tréveris dejó ver su variado trabajo en una exposición retrospectiva acompañada de diapositivas y le entregaron el Padre Künster una piedra del piso del Santuario Original como signo de agradecimiento y vinculación en la misión para y con este lugar de gracias. Carmen Peláez alegró nuevamente a los presentes con canciones. Luego de esto, culminó la fiesta con un buffet. Una de las invitadas en la Casa Marienau dijo: "ˇSimplemente podemos estar contentos de que hoy el ser sacerdote haya sido visto de nuevo bajo una plena claridad, sin críticas ni lamentos, sino como regalo y motivo de genuina alegría!" Traducción: Pitty Reiche, Vallendar, Alemania
|
Zurück/Back:
[Seitenanfang / Top] [letzte
Seite / last page] [Homepage]
Last Update: 12.04.2002 10:38 Mail: Editor
/Webmaster
© 2001 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt,
hbre, All rights reserved