Schönstatt - Begegnungen

Bienvenida con cantos y aplaudas

La llegada de la estatua del Padre al Santuario de Nuevo Schoenstatt, Argentina

Los que se enteraron del acontecimiento y tuvieron la oportunidad, llegaron para saludarlo.
Those who had gotten notice of the event and had the possibilty, came to welcome the Father!
Alle, die davon mitbekamen und es möglich machen konnten, kamen zur Begrüßung
Llegada de la caja con la estatua del Padre
Arrival of the container with the Father statue
Ankunft der Transportkiste mit der Vaterstatue
La Hna. M. Ursula, saludó al Padre Fundador, junto con el artista, Juan Fernández.
Greeting the Father and Founder: Sr. Ursula, and the artist, Juan Fernández
Begrüßung des Vaters und Gründers: Sr. Ursula und der Künstler, Juan Fernández
Fotos: Badano, P. Marcelo Aravena © 2002

ARGENTINA, Hna Arntrudis Seeger. Un acontecimiento significativo unas días antes del jubileo de oro – la llegada del la estatua del Padre, en el 11 de enero a las 18.00 horas. Los muchos días de tensiones y de oración redoblada por las dificultades esperadas, alcanzó su punto culminante cuando se avisó que todos los obstáculos y dificultades se han vencido y que el container con la estatua del Padre ya está en camino hacia el Santuario. Como siempre, la MTA se sirvió de signos exteriores, para señalar el paralelo con fechas o hechos importantes del pasado y su efecto de ser portadores de gracia.

El 18 de diciembre, día de la Alianza, el barco "Pasteur" salió desde Holanda con su carga preciosa rumbo a Latinoamérica. El 5 de enero debía arribar al puerto de Buenos Aires, junto con los tres Reyes Magos de Oriente.

El 11 de enero fue el gran momento en que la estatua de Padre hizo su entrada a Nuevo Schoenstatt. El mismo día, en que hace 50 años recibimos el telegrama que el Padre viene para bendecir el Santuario. Acontecimiento que aquella vez fue fruto de una fe y confianza heroica y filial.

Todos llagaron saludarlo

Los que se enteraron del acontecimiento y tuvieron la oportunidad, llegaron para saludarlo: laicos, las Mujeres de la Federación, madres, padres, chicos, jóvenes, Hermanas, el Padre Juan Pablo Catoggio. No eran muchos, pero todos estaban conscientes de que actuaron en representación.

La Generación mayor de las Hermanas, que aquella vez estuvieron presentes en la bendición, esperaban con alegría, junto al Santuario, en el lugar previsto para el Padre. Ellas no querían faltar aún en silla de rueda.

Los cantos y los aplausos acompañaron la bienvenida durante todo el tiempo que tuvimos que esperar hasta que el Padre estuvo en su lugar.

Seguramente miró lleno de orgullo y alegría a su Familia de Schoenstatt Argentina y la bendijo. También estaban los incansables y sacrificados obreros y se sentían atraídos por todo el clima reinante. Uno decía: "Nunca he visto tantos rostros alegres." Todos querían sacarse una foto con el Padre.

La Hna. M. Ursula, que todos conocen, la superiora del tiempo de las visitas del Padre Kentenich en Argentina, saludó al Padre. El Padre Juan Pablo Catoggio nos dio la bendición en nombre del Padre y con él.

La estatua del Padre – regalo de la Familia de Argentina al Santuario Nacional

Entre 1983 y 1985 Juan Fernández, artista chileno, creó su primera estatua del Padre. Se utilizó en el centenario del nacimiento del Fundador en septiembre de 1985. En la apertura de ese centenario, sin haberlo planificado, se alinean a la derecha de la estatua un inglés, a la izquierda un argentino. Era el tiempo de Malvinas. De repente ambos lo notan, se miran y cruzan algunas palabras. Los días siguientes serán de encuentro. Ambas delegaciones intercambian unos crucifijos y se redescubren hermanos en el Padre.

Hecha por el mismo artista, esta estatua, similar a la de 1985 quiere ser el regalo de la Familia Argentina al Santuario del Padre. Hasta este momento, ella no había tenido posibilidades de aportar algo original y propio al Santuario Nacional.

Su significado es claro: el Padre recibe a sus hijos, los conduce de su mano al Santuario y los envía al mundo para llevar su rostro, el de Jesús y de Dios Padre. Todo peregrino que se ubique frente a la estatua podrá decir -en silencio o en voz alta- "Padre, vamos contigo, nuestro corazón en tu corazón, nuestro pensamiento en tu pensamiento, nuestra mano en tu mano. Padre, tu herencia, nuestra misión. Desde tu Santuario, esperanza para la Iglesia y el mundo".

Con textos del Programa del Jubileo de Oro, Comisión Central del Jubileo



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Last Update: 31.01.2002 13:31 Mail: Editor /Webmaster
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