ESPECIAL: El 23 de enero, una semana antes de que la Cámara de Diputados decida sobre la controvertida ley de células embrionarias, se entregaron las primeras 75.000 firmas para la protección de embriones humanos. Por parte de la Alianza Cristiana, de gran peso en Alemania (CDU = Christlich Demokratishe Union / CSU = Chirstlich Sozialistische Union), las firmas fueron recibidas a las 11:30 por su presidente en el Parlamento de Alemania, Friedrich Merz. Por la Alianza 90 y los Verdes, la recepción estuvo a cargo de Christa Nickels, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria de la Cámara de Diputados, a las 17:00 horas. Al día siguiente a las 10:00, representando al gobierno federal de Alemania, recibió las firmas el Secretario de Estado Dr. Klaus Theo Schröder, del Ministerio Federal de Salud.

"Ser humano desde el comienzo" es el lema y el convencimiento básico para la iniciativa de protección de embriones humanos, impulsada por diversos movimientos jóvenes laicales de la Iglesia.

14 comunidades, federaciones y organizaciones se han sumado entre tanto a esta iniciativa, entre las que figuran la Comunidad Chemin Neuf, los grupos Cultura de Vida, SOS Vida y muchos más. Hay una página en internet que informa sobre el desarrollo de la temática y los objetivos (www.embryonenschutzinitiave.de).

El valor de la vida humana

Son tres las instituciones que han abordado tan desafiante tarea: los Focolares, la comunidad Pan de Vida y Schoenstatt. "En diversas conversaciones descubrimos mucho interés y vimos mucha gente en Alemania para quienes la vida es un valor indiscutible, que se encuentra incluso por sobre los progresos médicos y el bienestar económico," dice Ursula Dörpinghaus, de los Focolares, quien explica de esta forma el lanzamiento espontáneo de la recolección de firmas. Ruth y Peter Fischer aceptaron representar al movimiento de Schoenstatt en la iniciativa. "Esta fue para nosotros una de las primeras oportunidades de trabajar conjuntamente en una acción concreta para una causa común que todos llevamos en el corazón."

La propuesta encontró un eco muy favorable en consultorios médicos, farmacias, comunidades de Iglesia y en círculos privados y en muy poco tiempo llegaba desde toda Alemania una lluvia de firmas apoyando la iniciativa. En jornadas de estudio y en charlas, en muchos diálogos con políticos y científicos se ha sensibilizado a la opinión pública con este tema. Además se solicitó la consideración del mismo a legisladores nacionales y del Parlamento de Europa, marcándoles la trascendencia de su responsabilidad, y se motivó a científicos a agotar los esfuerzos para lograr alternativas en la investigación, como ser la obtención de células embrionarias tomadas del cordón umbilical.