Schönstatt - Begegnungen

Reina de la Unidad y de la paz

Coronación en el Santuario de Alangasí, Quito, Ecuador; 8 de Diciembre, 2001

Vista panoramico: 1.000 participantes en Quito, Ecuador
Panorama: approximately 1,000 persons joined in the crowning ceremony in Quito, Ecuador
Panorama: ungefähr 1.000 Teilnehmer bei der Krönungsfeier in Quito, Ecuador
La MTA con la corona vuelve al Santuario
The MTA picture, with the new crown, is being placed in the Shrine
Das gekrönte Bild wird wieder im Heiligtum angebracht
Entrada de la corona
Entrance of the crown
Einzug der Krone
La corona de la Reina del Paz y de la unidad familiar
The crown of the Queen of World Peace and Family Unity
Die Krone der Königin des Weltfriedens und der Familieneinheit
Cardenal Antonio Gonzales, Arzobispo de Quito
Cardinal Antonio Gonzales, Archbishop of Quito
Kardinal Antonio Gonzales, Erzbischof von Quito
Misioneras de la Campaña de la Virgen Peregrina
Missionaries of the Schoenstatt Pilgrim MTA Campaign
Missionare der Pilgernden Gottesmutter
Juventud Masculina
Boys' Youth
Mannesjugend
Rama de Madres
Mothers' League
Schönstattmütter
Profesionales
Women's League
Berufstätige Frauen
Coro - Cantata
Choir, Cantata
Chor bei der Cantata
Folcklorico
Religious Folclore
Religiöse Folklore
Foto: Angie Santos © 2002

ECUADOR, Angie Santos. Coronas de diferentes formas, corazones alegres y expectantes, la coronación de la "Mamita Virgen", como les gusta llamarla a los quiteños en su Santuario de Alangasí, localizado a 40 minutos de la ciudad de Quito, fue una hermosa experiencia y dejó huellas en todos los asistentes. Asistieron más de 1,000 personas, entre ellos 400 miembros de la Familia de Guayaquil. La coronación la realizó el Cardenal Arzobispo de Quito, Mons. Antonio Gonzalez. Un sol resplandeciente fue el marco de la celebración.

La coronación en Quito se había venido madurando desde hace varios años. La Corona fue donada en 1989, antes de que exista el Santuario, por un matrimonio schönstattiano puertorriqueño. En el tiempo de preparación al Jubileo del año 2000 y durante su celebración se creció en la conciencia del importante rol de María, lo cual culminó en la consagración del nuevo milenio a María, por parte del Santo Padre. Durante esos años, la Familia de Quito fue regalando y conquistando cada año los símbolos del Espíritu Santo, la Cruz de la Unidad y el Símbolo del Padre.

Nace una corriente de vida

El lema de la Familia de Quito en los dos últimos años ha sido "Por nuestra Reina, santos de cada día" lo cual contribuye a gestar la coronación. A todo esto se suma la grave crisis que ha azotado al país en años pasados, lo cual ayudó a que lo que en un principio era una tímida idea de entregar la corona a María, gradualmente vaya ganando fuerza hasta convertirse en una auténtica corriente que quería coronar a María por todo lo alto, se elige como fecha la fiesta de la Inmaculada Concepción de María.

La unidad familiar

En principio, la principal intención de la coronación se centró en la unidad familiar, que pretendía abarcar las siguientes dimensiones: la familia natural (propia) como célula básica de la sociedad; la familia de Schönstatt de Ecuador, para que con su ejemplo encienda a la familia ecuatoriana, muy necesitada de UNIDAD para afrontar sus dificultades. Luego de tomar la decisión de la coronación, se trabajó en la espiritualidad de coronación, y al ocurrir los graves atentados del 11 de Septiembre, esta corriente tomó más fuerza pues la familia sintió que las circunstancias actuales del mundo hacen necesario coronar a María, por lo cual también se la corona como Reina de la Paz del Mundo.

En los meses previos hubo entonces una intensa preparación, a la cual también se unió la Familia de Guayaquil. Cabe recalcar que, por respetar procesos y corrientes de vida propios, la familia de Ecuador todavía no realiza jornadas nacionales, pero seguramente este será uno de los frutos de esta Coronación.

Participación de la familia de Guayaquil – una viaje de 8 – 9 horas

El día Viernes, 7 de Diciembre por la noche, se realizó una Vigilia de preparación a la Coronación con adoración al Santísimo. El Santuario parecía estallar con los cientos de rosas que adornaban el altar, regalo de exportadores de estas hermosas flores y elaborados por señoras del club de jardinería. La atmósfera era de una alegre expectación. Los anfitriones, la Familia de Schoenstatt quiteña, acogían a los que iban llegando, especialmente los muchos miembros de la familia de Guayaquil. Para esta ocasión se habían organizado unos 8 buses, que salían a diferentes horas de Guayaquil, un viaje de 8 o 9 horas subiendo los Andes. Los matrimonios y señoras fueron acogidos en casa de miembros de la Familia de Quito, la Liga y la Juventud llegaron a casas de retiro o campamentos. En total eran casi 400 personas contando con los que llegaron por su cuenta o por avión. Cada veinte minutos entraba un grupo, había una liturgia con oraciones y cantos que todos seguían. Para los que esperaban había programas alternativos, cantos, un video de la inauguración del Santuario, que tuvo lugar en Enero de 1993, café y galletas para soportar el frío, sobretodo para los guayaquileños que vienen de un clima tropical.

La Juventud - Alegría contagiosa

Al día siguiente, el 8 de Diciembre, desde temprano se empezaron a congregar miembros de la Familia de Schoenstatt y peregrinos para este hermoso acontecimiento. El sol comenzó a brillar desde temprano, en el Santuario entraba una luz que hacía más hermoso los adornos y la MTA se veía resplandeciente. Antes de iniciarse el programa de la coronación, las Militantes de la Juventud Femenina de Guayaquil, coronaron a su Reina y renovaron su consagración de Militantes, también miembros de la Familia de Schoenstatt de Quito se consagraron como Militantes.

Los diferentes grupos iban llegando, especialmente uno muy bullicioso y alegre fue el de la Juventud Masculina. Muchos de ellos habían viajado toda la noche con otros miembros de las diferentes Ramas, y acababan de llegar a Quito. Las "Aliadas" (juventud secundaria), vinieron de Guayaquil en gran número, más de 50 chicas, y así mismo, contagiaron con su alegría y ánimo a todos los presentes.

Bailes para la Reina

Para dar inicio al programa, se presentó un grupo y un coro de una escuelita cercana. Ellos le bailaron a la Reina y el coro interpretó dos cantos compuestos por la Hna. M. Yelka con temas alusivos a la coronación. Luego de este hermoso inicio, hubo interpretación de piezas musicales por parte de una familia, y los padres de los niños que van a la guardería José Kentenich, interpretaron un baile folkórico para la Reina.

La explanada del Santuario se iba llenando con más de 1,000 asistentes y la Santa Misa iba a ser retransmitida por Radio María y el Canal de Televisión perteneciente a la Iglesia Católica del Ecuador, SITV.

Entrada de la corona

A las 11h00 la imagen de la MTA estaba ya en un altar preparado especialmente en el cual también estaba la corona del Santuario de Guayaquil, y los celebrantes hicieron su entrada. La Santa Misa y la Coronación estuvieron presididas por el Cardenal Arzobispo de Quito, Mons. Antonio Gonzalez.

Luego de la Homilía, en la cual el Cardenal resaltó el significado de este acto, llegó el momento tan esperado. La corona hizo su entrada en un anda antigua tallada en madera, en hombros de algunos miembros de las diferentes Ramas de Quito y Guayaquil. Unas niñas vestidas de blanco tiraban petalos de flores a su paso. La gente emocionada, aplaudía y cantaba. Luego de ello, el Cardenal tomó la corona y la puso en el cuadro de la MTA.

Coronación de la Auxiliar de Ecuador

A continuación los presentes fueron invitados a coronar o renovar la coronación de sus propias imágenes, y así lo hicieron las diferentes familias y personas individuales. Había coronas de todos los tipos, grandes, pequeñas, doradas, de hojalata, de cerámica. Las misioneras de la Virgen Peregrina coronaron en silencio a la Imagen Auxiliar de la Virgen Peregrina que trajeron el año 2000 del Encuentro Internacional de Santa María, Brasil.

Intercambio: Como vivir la unidad familiar

Luego de la Santa Misa el cuadro fue colocado en el Santuario y se inició la visita de los asistentes al Santuario. A las 13h00 se invitó a los miembros de la Familia de Schoenstatt a un almuerzo en unas carpas preparadas para el efecto. Los miembros de la Familia de Quito servían el almuerzo, de forma muy organizada, mientras todos comentaban sus impresiones de los momentos vividos.

A las 15h00 las diferentes Ramas se reunieron para intercambiar ideas de como vivir la unidad de las familias y contribuir a la unidad en el Ecuador.

Cantata en la Iglesia del Carmen Bajo

Otro de los momentos más esperados era la presentación de una Cantata preparada especialmente. Esta se realizó en una Iglesia antigua del Quito histórico. Para allá se dirigieron a las 16h30 los buses desde el Santuario. En los buses ya los jóvenes de Quito y Guayaquil eran íntimos amigos y fueron cantando todo el camino. El marco de esta hermosa cantata era ideal: la Iglesia del Carmen Bajo, que tiene un retablo tallado por uno de los grandes Maestros de la Escuela de Arte quiteña, Legarda, en el cual se resalta en su parte superior la coronación de la Trinidad a María. La presentación intercaló cantos de un coro, una presentación de diapositivas y bailes folkóricos.

La Iglesia no tenía suficiente espacio para las casi 700 personas que la repletaban, algunos miembros de la juventud masculina y femenina no pudieron entrar, pero fueron al convento contigüo donde improvisaron una peña folkórica y no pararon de cantar alegremente, ni siquiera cuando se. les unieron luego los asistentes a la Cantata, para servirse el tradicional "canelazo" (licor caliente con canela) y sánduches.

Un "chuchaqui" espiritual...

Al día siguiente, en la Santa Misa que se realizó a las 9h00 en el Santuario, previo a la salida de los buses para Guayaquil, el Padre Eduardo comentó en la homilía que se había vivido momentos de paraíso, aunque el día anterior literalmente todos hayan caído "desmayados" en sus camas, producto del cansancio de un día tan lleno. También dijo que una hermana había comentado que todos estaban con un "chuchaqui" espiritual. El "chuchaqui" es el termino que se usa en Ecuador de como uno se siente después de haber ingerido licor la noche anterior. Este "chuchaqui" era diferente, fue causado por un día lleno de momentos hermosos, de un alegre compartir, de una verdadera celebración en la que se conjugó lo religioso con el espíritu familiar, lo natural con lo sobrenatural, al más puro estilo schoenstattiano y con la confianza en que María se coronará como Reina de la Paz en el mundo y de la Unidad en el Ecuador.



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Last Update: 15.01.2002 13:59 Mail: Editor /Webmaster
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