Walk around the Shrine in Weiskirchen, mile per mile: for poor people in Cebu, Philippines Rund ums Heiligtum, Kilometer um Kilometer für arme Menschen in Cebu, Philippinen

The funds raised by the young people in Weiskirchen help for social and catechetical projects of the Schoenstatt Sisters in Cebu Das Geld, das die Jugendlichen aus Weiskirchen sammeln, dient sozialen und pastoralen Projekten der Marienschwestern in Cebu

The rain did not affect the joy, only the shoes! Der Regen machte den Jugendlichen nichts aus, nur den Schuhen!

Parents provided drinks and chocolate to make up for possible energy loss!' Damit die Energie nicht ausgeht: Eltern versorgten die Läufer mit Getränken und Schokolade!

"Singing in the rain..."

The walk began and ended in the Shrine in Weiskirchen, near Frankfurt. Der Kilometerlauf begann und endete im Heiligtum in Weiskirchen bei Frankfurt.

Foto: Burkart © 2002

ALEMANIA, Hna. M. Hiltraude Burkhart. Dinero por millas y cada centavo cuenta: Las chicas del grupo de Schoenstatt de Weiskirchen tienen una buena idea para recolectar fondos para los habitantes de las Filipinas. Las personas de Weiskirchen trajeron a Schoenstatt los resultados de su compromiso para el proyecto social que tienen las Hermanas de Maria en Cebu (Filipinas), en su visita del mes de Diciembre.

Una gran suma fue recolectada por un grupo de diecinueve niñas y niños que participaron en una carrera por los alrededores del Santuario. Ellos consiguieron auspiciadores que donaban una determinada cantidad de dinero por cada kilometro. Dos niños de once años rompieron el record con veinte kilometros de recorrido. Los negocios de Weiskirchen donaron una respetable cantidad de dinero.

"I’m singing in the rain..."

La ruta era de 1.6 kilometros (.994 millas). Por supuesto, este proyecto comenzó en el Santuario con la canción "Mother Mary, I want to go with you…" ("Madre Maria, quiero ir contigo…") la cual fue canatada con mucha fuerza, inmediatamente después comenzó la carrera. Los chicos iban bastante rápido. Despues de cada vuelta las madres marcaban una tarjeta. En medio de la carrera, estos valientes corredores recibieron sanduches, refrescos, dulces que les daban energias. ¡Era impresionante como los chicos podian caminar rápido y comer al mismo tiempo! Muchas veces llegaron cantando al lugar donde se marcaban las tarjetas y saludaban con sus paraguas de colores. Llovía torrencialmente, eso podia notarse no solo en los caminos mojados y en los zapatos deportivos que alguna vez fueron blancos sino también en los mismos chicos, que estaban felices de verses como los "reyes de la lluvia y el lodo". ¡Pero nadie se rindió! Las madres y los padres de familia no solo fueron una excelente ayuda, sino los fanáticos número uno de sus hijos.

Los chicos caminaron entre diez y veinte kilometros; dos niños de once años rompieron el record de veinte kilometros. ¡Los diecinueve chicos caminaron un total de 212 kilometros! Las niñas – y los niños – que estaban muy entusiasmados con su proyecto, estaban muy orgullosos del dinero que habian recaudado y de la forma como lo hicieron. Una de las niñas no encontró un auspiciador pero insistió en pagar, de su mesada, DM 0,50 por cada kilometro que ella caminara. El total fue de DM 10,00. Un auspiciante de buen corazón aumentó algo a esa cantidad…

El Proyecto "Cada centavo cuenta": Una idea de los Estados Unidos

En esa tarde familiar en Weiskirchen, los jóvenes presentearon la caminata y el proyecto "Cada centavo cuenta". Este fue inspirado por «The Penny Power Proyect » de los Estados Unidos, el cual los chicos descubrieron por medio del Internet. Ellos recogieron monedas en alcancías, que pusieron en negocios o en casas de algunas familas.

La alegría de llevar a Schoenstatt su contribución para la gente de las Filipinas fue algo asi como una regalo de Navidad.

Traducción: Maria Elena Vilches, Guayaquil, Ecuador