Schönstatt - Begegnungen

"Que otra vez me sienta captado por la misión..."

Renovación del Compromiso Misionero en San Isidro

Renovación del Compromiso Misionero en el Santuario en San Isidro, Argentina.
Renewal of the Missionaries' compromise in the Shrine of San Isidro, Argentina

El encuentro comenzó con una charla del Padre Guillermo Carmona, Director del Movimiento y Asesor Nacional de la Campaña, donde entrelazó el ser y tarea del misionero
The meeting began with a talk given by Fr. Guillermo Carmona on the call to be missionary
Esto encuentro esta importante para seguir ser "Santuario Abierto" y "Luz para este milenio" porque llevar a María "es llevar a Cristo, la Luz que tiene no fin"
The meeting is important to continue to be "Open Shrine" and "Light for this millennium" as bringing Mary means to bring Christ, light without end.
"Ella es la gran Misionera", "Ella obrará milagros".
"She is the great missionary, she will work miracles."
"Madre, lléname otra vez el corazón de alegría y de entusiasmo, haz que otra vez me sienta captado por la misión".
"Mother, fill my heart again with joy and enthusiasm, let me once again fall in love with the mission."
Auxiliar con una multidud de Peregrinas
Auxiliary with over hundred pictures of the Pilgrim Mother
Fotos:Badano© 2001

(Dora Campos) Una gran cantidad de misioneros, que desbordaron ampliamente la capacidad del Santuario, renovó su compromiso con la Mater en el encuentro anual de la Campaña del Rosario en San Isidro, el 4 de Octubre: "Tú eres la Gran Misionera, Tú obrarás milagros, pero quieres mis manos y mis pies para realizarlos, quieres que dócil y sencillo como un pequeño burrito, te lleve a los demás sin demora". Al finalizar la ceremonia, las campanas del Santuario sellaron este nuevo compromiso de llevar a la Mater junto a todos sus hijos, que tanto la necesitan.

Esta renovación es muy importante para los misioneros, como ellos mismos han testimoniado innumerables veces. Responde a una necesidad que experimentan en su tarea diaria de abrirle caminos y puertas a la gran Misionera: la vinculación con la fuente de gracias, Santuarios y ermitas. Allí la Mater los reenciende nuevamente en la misión y les regala fuerzas para seguir siendo un "Santuario Abierto" y "Luz para este milenio" porque llevar a María "es llevar a Cristo, la Luz que tiene no fin". El anhelo y la entrega de los misioneros se percibe en las palabras sencillas y sinceras con que renovaron su envío: "Madre, lléname otra vez el corazón de alegría y de entusiasmo, haz que otra vez me sienta captado por la misión. Junto a todos los que hoy se vuelven a consagrar, te pido la fuerza de rezar mi Rosario diario, vivido y ofrecido a tu Santuario, por aquellas familias que sigues confiándome..."

Camino al Jubileo del Oro del Santuario del Padre

Al mismo tiempo, también es bueno tomarse un día para evaluar el año transcurrido. La charla inicial motiva y orienta esta reflexión. Por eso, en la renovación, los misioneros no sólo le dan nuevamente su "sí" a la Mater sino que también le entregan el Capital de gracias del año, las alegrías y los conflictos con que se han confrontado, los éxitos y fracasos, sus riquezas y debilidades, su entusiasmo y su desaliento, su energía y su cansancio, el esfuerzo y sacrificio aportado, aquello que aún falta conquistar o debe acrecentarse en cada uno.

En este espíritu, el encuentro comenzó con una charla del Padre Guillermo Carmona, Director del Movimiento y Asesor Nacional de la Campaña, donde entrelazó el ser y tarea del misionero con el tiempo histórico que vive la Familia argentina ante el próximo Jubileo de Oro del Santuario del Padre, único Santuario bendecido por el Padre Kentenich en nuestro país. Desde muchísimas diócesis, entre ellas San Isidro, la Campaña ha peregrinado este año al Santuario Nacional para ahondar en su historia y su misión o, como dicen los misioneros, "tras las huellas del Padre".

Un compromiso renovado en la vida diaria

Una preocupación de los responsables de la Campaña es que no todos los misioneros acuden a las reuniones. Siendo éste un aspecto muy importante, en ocasiones la experiencia mostró que la ausencia se debía a diversos factores -económicos, familiares, de salud, trabajo- que no influían en la profundidad del compromiso.

Tal es el caso de una misionera de San Isidro que nunca podía asistir a las reuniones. Mary, la encargada zonal, estaba entre preocupada y sorprendida por las maravillas que las familias a cargo de esta misionera contaban que la MTA realizaba en cada uno de sus hogares. Como la misionera era de condición muy humilde y no tenía teléfono, Mary fue a visitarla. Al llegar a la casa, más que modesta, vio a la señora -de unos 35 años- rodeada de chiquitos y lavando ropa en una palangana, indicio de la falta de agua corriente. La misionera la recibió con enorme alegría y, entre una cosa y otra, le contó que su marido hacía "changas" (pequeñas tareas ocasionales) porque se había quedado sin trabajo, así que ella ayudaba lavando la ropa de varias familias. Desde luego, no tenía dinero para el pasaje de colectivo ni con quién dejar a sus hijos. Ante este panorama, a Mary se le estrujó el corazón y quedó sin palabras. No hacían falta más explicaciones ni justificativos por su ausencia a las reuniones. Pero lo más impactante fue que la misionera le contó que mientras lavaba la ropa rezaba el rosario, ofreciendo su labor y oración por la familia que ese día recibía la visita de "su" peregrina, en fidelidad al compromiso asumido con la MTA, dado que no podía enriquecerse con las charlas. Después de compartir ese testimonio tan increíble, Mary concluyó: "¡cómo estas familias no iban a experimentar semejantes gracias!".

La bendición de conocer a Joao

Llenos de entusiasmo, a continuación los misioneros se dirigieron al Santuario, donde las peregrinas aguardaban su llegada en los comulgatorios y al pie de ellos. Reinaba un silencio total. El Padre Guillermo agradeció a la nueva responsable diocesana de la Campaña, Dora Campos, la estupenda convocatoria y organización del encuentro. Todos juntos rezaron la oración de renovación, entregándole a la Mater la tarea de este año y poniendo en sus manos la que emprenderán en el próximo. A medida que los iban nombrando, el Padre Guillermo y el Padre Agustín Arévalo, párroco de Garín que se hizo presente allí ese día para renovar también su compromiso como misionero, le entregaron su peregrina a cada uno, con la expresión ya clásica en la Campaña: "Ella es la gran Misionera", "Ella obrará milagros".

El Padre Arévalo se consagró como misionero en Santa María; para él -que por "casualidad" peregrinó allí- el encuentro con don Joao marcó an inbreak (una irrupción???) de gracia. "Iba descubriendo que me sentía retratado y desafiado. Joao me estaba denunciando muchas facetas interiores y me iba poniendo toda mi historia ante los ojos. No se imaginan con cuánta verdad los abracé. Me había quedado sin la fuente. Había pensado que la misión, en la parroquia, no era más que un instrumento de apoyo. Creo que toda la bendición se puede resumir en esta iluminación, pues a partir de allí todo comenzó a ser distinto dentro mío. - De la Mater, ni qué hablar. Nunca la sentí tan cercana. Me resulta imposible, al menos por ahora, no rezar hasta cuatro o cinco rosarios o más por día. Si viajo tengo unos ‘casettes’ del rosario y voy rezando. He entendido un poco más los gestos de la devoción popular. Me esfuerzo por lograr que mi devoción a la Madre Admirable logre en mí formas realmente de niño. Yo el intelectual, el seguro, el ‘iluminado’... Qué tonto he sido! La gran bendición es que he podido entender a Schoenstatt y que he conocido a Joao."

Las Campanas del Santuario sellaron...

Todos -sin distinción de edad, sexo, profesión, nivel social, cultural, económico, antigüedad o grado de pertenencia en Schoenstatt- besaban la imagen con la misma emoción y cariño con que la recibieron por primera vez. Algunos arrodillados, otros con lágrimas en los ojos, casi todos estrechándose en un abrazo después de recibirla. Al finalizar la ceremonia, las campanas del Santuario sellaron este nuevo compromiso de llevar a la Mater junto a todos sus hijos, que tanto la necesitan, visitando hogares, hospitales, colegios, cárceles, comercios, taxis, asilos, a bebes en riesgo, ciegos, drogadictos, mujeres embarazadas, matrimonios que depositan en Ella su esperanza de tener un hijo, personas que no tienen hogar o están solas.

"La vida se enciende en la vida"

Este acontecimiento, naturalmente, fue un festejo familiar. Todos compartieron un delicioso té, con tortas y masitas, entreverados con testimonios y experiencias de cada uno con la peregrina.

Un médico ecuatoriano y su mujer fueron por primera vez al Santuario el día de la renovación con la inquietud de conocerlo porque desde que llegaron a Argentina se encontraban con la MTA en todas partes, por ej. el Hospital de Clínicas donde él atiende. Nunca antes habían oído hablar de Schoenstatt. Después de participar en el encuentro, fueron a conversar con la responsable de la Campaña ya que les había llegado muchísimo todo lo que habían experimentado allí. Al entrar en contacto con esta gran corriente de vida, ambos manifestaron su deseo de consagrarse como misioneros y combinaron con ella para asistir a las charlas de preparación.

Finalmente llegó el momento de la despedida, hasta el próximo año, en que la Mater los convoque nuevamente a su Santuario, partiendo los misioneros llenos de entusiasmo y el anhelo de "ser más que nunca ‘Santuario Abierto’, en primer lugar, abriendo mi propio corazón y ser también ‘Luz para este milenio’ porque llevarte a Ti es llevar a Cristo, la Luz que no tiene fin."



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Last Update: 12.12.2001 10:06 Mail: Editor /Webmaster
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