Schönstatt - Begegnungen

Santuario Abierto

Schoenstatt en la luz de un Metodista

Jan & John Beebe
Fotos: POS, Brehm © 2001
DOCUMENTACIÓN

En vistas al primer Encuentro Ecuménico de Movimientos Eclesiales en Alemania, el 8 de diciembre de 2001, John y Jan Beebe, un matrimonio metodista de Inglaterra, compartieron durante su estadía en Schoenstatt sus experiencias y perspectivas sobre Schoenstatt promoviendo un futuro intercambio. Para John y Jan Beebe, el "Santuario Sin Paredes" o "Santuario Abierto" se ha convertido en la palabra y experiencia clave que da respuesta a todos aquellos que "golpean tocan a las puertas de Schoenstatt", desde adentro y desde afuera.

1. INTRODUCCIÓN

El primer contacto que tuvimos con Schoenstatt fue a través de unos amigos nuestros en Manchester a fines de los 70. Nos dieron una breve introducción sobre Schoenstatt y nos motivaron a visitar el lugar. Al tiempo conocimos a un matrimonio chileno que, a lo largo de varios meses, nos transmitió la historia y la espiritualidad de Schoenstatt. Después de unos meses sugirieron que para más conocimiento, nos convenía ir a Schoenstatt. Se encargaron de reservarnos lugar allí y así fue cómo en octubre viajamos por primera vez a Schoenstatt. Nos alojamos en la Missionhaus y la Hna. Marie Clara y el P. Franz Brügger nos llevaron a recorrer varios Santuarios y casas de Schoenstatt. Nos gustaron los lugares que vimos y quedamos impresionados en particular con la amabilidad de nuestros dos guías.

Al año siguiente regresamos a Schoenstatt, conocimos a la Hna. Jean, y nos entusiasmamos cada vez más. Preguntamos si podíamos sellar la Alianza de Amor, aunque lo creíamos imposible ya que ni Jan ni yo somos católicos. De hecho soy Pastor metodista y Jan también es metodista, así que pensamos que no éramos los candidatos ideales para sellar la Alianza. Sin embargo, el P. Franz no lo consideró un problema insuperable, brindándonos apoyo y entusiasmo. De alguna manera, ya habíamos comenzado a experimentar el ‘Santuario Abierto’ sin saberlo! Preparamos el rito y sellamos nuestra Alianza el 7 de abril de 1983 en el Santuario de las Familias. A esa altura ya nos habíamos hecho amigos de Hans y Christel Hampl, miembros del Instituto de Familias, que nos respaldaron, al igual que la Hna. Jean. Una vez más fue el aporte de los schoenstattianos el que ayudó a crear un clima de ‘Santuario Abierto’. Creo que fuimos uno de los primeros matrimonios no católicos que sellaron su Alianza, esperamos que haya otros y que, con el tiempo, cada vez más gente como nosotros se sienta atraída a formar parte de Schoenstatt.

2. ¿MISIÓN IMPOSIBLE?

Bueno, ahí estábamos, dos Metodistas totalmente comprometidos con Schoenstatt, tratando de orientar nuestra vida a la luz de Schoenstatt, pero sin contar con el apoyo de ningún grupo ni comunidad. A lo largo de los años, nos mantuvimos en contacto con las familias schoenstattianas de Manchester pero vivíamos a muchos kilómetros de distancia. Compartimos con ellos uno de sus encuentros de familias en Schoenstatt y en forma esporádica íbamos a Manchester a visitarlos, pero la mayoría del tiempo estábamos solos. Pronto empezamos a hablar de Schoenstatt con gente de nuestras congregaciones, y a raíz de eso un matrimonio de nuestra iglesia en Cambridge nos acompañó a Schoenstatt en dos oportunidades. Lamentablemente, el señor, Frank Searle, ya ha fallecido pero su viuda, Vi, sigue interesada en Schoenstatt hasta el día de hoy y a menudo recuerda los tiempos felices que pasaron allá.

Nuestro siguiente destino fue Tonbridge en Kent y, dadas las nuevas circunstancias, otra vez volvimos a empezar desde cero con nuestra misión schoenstattiana. Hacia fines de 1989 tuve problemas de salud y tuvieron que operarme, lo cual me imposibilitó emprender el largo viaje a Alemania. Siempre fuimos en auto, pero no podía manejar tantos kilómetros. Nuestros amigos ofrecieron llevarnos en su auto a este lugar del cual habíamos hablado con tanto entusiasmo, así que en agosto de 1990 fuimos con ellos. A Hugh y Lynne les gustó el lugar pero mucho más aún les gustó la gente que conocieron. En aquel entonces la Hna. Jean estaba todavía en Schoenstatt, aunque a punto ya de regresar a su patria, los Estados Unidos. Su sucesora, la Hna. Jessica, estaba recién llegada y, sin duda, se esmeró tanto para que nuestros amigos metodistas se sintiesen "en casa" como otros lo habían hecho anteriormente. A nuestro regreso, Lynne escribió un artículo en nuestro boletín parroquial, manifestando que Schoenstatt era un lugar maravilloso, y que sería bueno que pudiésemos llevar en peregrinación a un grupo de la iglesia .

El ‘Santuario Abierto’ dio otro paso adelante cuando fuimos a Schoenstatt con nuestro primer grupo, de doce personas aproximadamente, en 1991. Le siguieron dos grupos más, el último en 1996. Poco después, se inauguró en Escocia el nuevo Centro de Schoenstatt, Ballincleroch, y llevamos un grupo allí en 1999. Todos los que viajaron con nosotros a Schoenstatt expresaron que las visitas habían sido provechosas; algunos tenían preguntas, pero inclusive aquellos que experimentaron dificultades, disfrutaron su estadía allí. Lo que les impactó realmente, sin embargo, fue la amabilidad y gentileza de las personas con quienes nos encontramos: Hermanas, Padres y otros miembros del Movimiento de Schoenstatt. El ‘Santuario Abierto’ precisa instrumentos que ayuden a cerrar las brechas que existen inevitablemente!

3. EL LUGAR DE MARÍA

Tarde o temprano la espiritualidad de Schoenstatt debía ser evaluada con cierto detenimiento. Pude dedicarme a esto durante un período Sabático de tres meses a fines de 1992. Como fruto de mi estudio, escribí un libro titulado "El lugar de María en el cristianismo". En él intenté responder algunas de las preguntas planteadas por la gente que había ido a Schoenstatt y algunas personas de nuestra iglesia que habían manifestado interés pero no habían podido (o querido) viajar a Schoenstatt. Estando en Tonbridge recibimos en nuestra iglesia dos visitas de la Hna. Margarita, desde Escocia, y una del P. Franz, y a raíz de esto, se formaron dos grupos. No eran propiamente grupos de ‘Schoenstatt’ en el sentido estricto, pero surgieron preguntas relacionadas con la espiritualidad de Schoenstatt. Uno de los aspectos más controvertidos de la espiritualidad schoenstattiana era que aparentemente ponía un énfasis muy fuerte en el rol de María. Algunos pensaban que no era necesario, ya que como cristianos tenemos un acceso total a Dios a través de Jesús. ‘No precisamos a María’, dijeron! Esta es una de las mayores dificultades con la que nos hemos confrontado. Es cierto que algunas personas no tienen problema en entender el lugar de María, aceptan que cumple un rol importante y no lo cuestionan. A aquellos que lo consideran un obstáculo hemos intentado mostrarles cómo descubrió el P. Kentenich que María era parte esencial del plan de Dios, que era un instrumento que tuvo un papel indispensable en la Encarnación de Jesús. Muchos protestantes le dan un lugar a María en nuestras celebraciones de Navidad, pero después la hacen a un lado hasta el año siguiente! Estoy convencido de que las objeciones pueden superarse, con lo cual se enriquecería el conocimiento de nuestra fe, pero es necesario guiar a nuestros amigos, paso por paso, hasta que ellos también lleguen a una comprensión total. Para que el ‘Santuario Abierto’ se haga realidad, el rol de María tiene que ser entendido y valorado. Una vez dicho esto, hay personas para quienes comprender el rol de María es una especie de liberación. Una señora de nuestra iglesia en Tonbridge comentó en una reunión posterior a su visita a Schoenstatt: "Siempre le tuve cariño a María, pero nunca me atreví a decirlo hasta ahora". Me he retirado ya del servicio permanente como ministro y nos hemos mudado a una nueva localidad. Aquí, el trabajo continúa! Dos matrimonios de nuestra nueva localidad han mostrado interés por Schoenstatt y tenemos planeada una visita en el 2002. Una señora de ese grupo ha tenido las experiencias más asombrosas de María en las últimas semanas, y lejos de ser un impedimento, María ha sido de gran ayuda. Vamos percibiendo cómo Jesús nos invita realmente a conocer y amar a su Madre y a ver que, de un modo muy real, ella es nuestra Madre también.

4. ‘PREPARAR EL CAMINO’

Cuando hemos llevado gente a Schoenstatt, y de hecho, cuando nosotros hemos ido, observamos que hay ciertas cosas que deben tenerse en cuenta cuando los protestantes visitan Schoenstatt. Ya he mencionado el lugar de María, pero hay otros aspectos. Los católicos suelen utilizar diversos símbolos religiosos para expresar su fe. Los nuestros no tienen el mismo arraigo a los símbolos. Estamos aprendiendo, ya que ahora en la mayoría de nuestras iglesias tenemos un crucifijo y a menudo encendemos velas, pero no guardamos el sacramento y por tanto no tenemos ninguna devoción Eucarística. No tenemos pilas para agua bendita, no hacemos la genuflexión, y muy raras veces nos arrodillamos en las ceremonias. No es común ver cuadros en nuestras iglesias y las estatuas son casi desconocidas. Por supuesto, me refiero a los metodistas pero estoy seguro que los bautistas, aquellos que pertenecen a las iglesias reformadoras y otras iglesias ‘autónomas’ tienen la misma postura. Imagínense a alguien de una de nuestras iglesias que llega a Schoenstatt y ve el cuadro de la MTA, el altar adornado en los Santuarios, las estatuas, el Tabernáculo y tantos objetos más. ‘¿Realmente, hace falta?’, preguntarían. ‘Sin duda, podemos rendir culto a Dios sin todos estos objetos’. En vez de favorecer el culto, se convierten en obstáculos! Por ser Schoenstatt un Movimiento católico, hay que dejar que estas cosas que parecen innecesarias se conviertan en los símbolos conocidos que hacen de cada Santuario un lugar de gracias y un hogar. Esto lleva tiempo y normalmente descubrimos, cuando llevamos grupos a Schoenstatt, que aquellos que tienen reparos en este aspecto demoran unos días en "aclimatarse". La otra dificultad, que no se limita sólo a los no-católicos, es el idioma. Escuchar grupos de personas rezando y rindiendo culto en un idioma desconocido es dejarlos sentirse aislados. Cuando hemos llevado grupos a Schoenstatt, hemos asistido siempre a la Misa del domingo por la mañana en la Iglesia de la Adoración. Algunos al finalizar la Misa salieron perplejos y sólo cuando les explicamos que la liturgia es muy similar a nuestra Cena del Señor (como llamamos normalmente a nuestra Eucaristía) se sintieron más en casa.

El choque cultural, las diferencias religiosas, los acentos nuevos - todos ellos causan dificultades cuando la gente va a Schoenstatt. Los que tienen una predisposición natural a la devoción Mariana, que no les molestan o resultan complicados los ritos desconocidos y que pueden adaptarse al idioma y a las diferencias religiosas, no tienen problema. Pero la experiencia ha demostrado que aún aquellos que tienen problemas reales pueden llegar a apreciar la misión, el mensaje y la espiritualidad de Schoenstatt. Las barreras, los prejuicios y las sospechas pueden derribarse cuando el amor se manifiesta. En un sentido muy real, María, la Madre de Nuestro Señor, no es sólo objeto de devoción para la iglesia católica, sino que es la Madre de todos los cristianos. Los que hemos descubierto esta verdad por nuestra cuenta hemos establecido una relación más profunda con Jesús, con el Espíritu Santo y con el Padre. Lejos de ser un impedimento, María nos ha conducido a un conocimiento más profundo. Es por este motivo que la espiritualidad de Schoenstatt es tan importante y el aporte del ‘Santuario Abierto’ es una necesidad!

5. LA INFLUENCIA DEL FUNDADOR

No puedo finalizar este breve resumen de nuestra experiencia del ‘Santuario Abierto’ sin mencionar la importancia que ha ejercido la vida y el ejemplo del P. Kentenich en la aceptación de Schoenstatt por parte de nuestros hermanos metodistas. Al visitar el Museo del Padre Kentenich, ver su vida en el audiovisual, experimentar la soledad del ‘bunker’ y conocer la admirable fortaleza de su temperamento en Dachau y ante las dificultades con la jerarquía diocesana (un aspecto donde tenemos una gran afinidad), nos impresionó el testimonio de un hombre que es un ejemplo permanente del cristiano que todos luchamos por encarnar. El llega a ser un modelo para nosotros y desaparecen las barreras religiosas. Del mismo modo, al ver el sala del ‘Ideal Personal’ en Schoenstatt, nos hemos sentido identificados con las vidas heroicas y abnegadas de tantos pioneros de Schoenstatt. Todos ellos han sido para nosotros el camino que conduce al ‘Santuario Abierto’. Que cada vez más personas puedan descubrir este camino en su vida y enriquecerse con tantas bendiciones como nosotros.

John y Jan Beebe, 16 de noviembre de 2001



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Last Update: 04.12.2001 13:26 Mail: Editor /Webmaster
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