Schönstatt - Begegnungen

Los rasgos de Cristo en la cara de un ingeniero

Charla de Harald M. Knes, 21/07/2001

DOCUMENTACIÒN

Alguien que conoció a Mario, que era comunista y quería al mismo tiempo ser Schoenstattiano, opinó en 1967: " Cuando pienso en la relación yo – marxista, Mario – hermano de Maria, debo decir que Mario era mejor marxista que yo y que otros muchos marxistas que conozco. Él estaba alejado de aquello, a lo que comúnmente se denomina como burgués o aburguesado. " A la pregunta: "¿Podría Ud. darnos algunas palabras que caractericen la personalidad de Mario?", respondió: " Mario era Cristo en ese momento. (...) Él fue un Cristo no solo para nuestro tiempo, sino también en general. Naturalmente era él, generalmente un Cristo por el momento. Donde él estaba, allí estaba Cristo, esa fue la mayor impresión que yo tuve de Mario, por eso lo estimo y valoro."

Prólogo: El padre Kentenich & Mario Hiriart; Padre & Hijo – La palabra se hizo carne.

Debemos considerar la relación del padre Kentenich y Mario como la relación de un Padre y su Hijo. A mi parecer se pueden trasladar muchas situaciones de la relación de Dios Padre y Dios Hijo a la relación del padre Kentenich y Mario Hiriart. Por supuesto debemos bajar la imagen del plano divino al plano humano.

" En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. (...) Existía la luz verdadera, que con su venida a este mundo, ilumina a todo hombre. Estaba en el mundo; el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció. (...) Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y nosotros vimos su gloria, gloria cual de unigénito venido del Padre lleno de gracia y de verdad." (Juan 1,1-18)

Mario fue nombrado rápidamente "31 de mayo vivido". Él es como la corporización de la palabra del 31 de mayo de 1949. La fecha se corresponde con la primer parte del escrito de padre Kentenich al clero alemán. Consciente e impetuosamente arroja él a Schoenstatt a la discusión pública oficialmente en la Iglesia, para que la misión de Schoenstatt pueda realizarse ampliamente en la Iglesia y en la sociedad. Aquella "palabra" quería tomar impulso para un nuevo y familiar espíritu en la Iglesia. Es ante todo una palabra de envío de laicos, ya que Schoenstatt, en primera línea, es un movimiento de espiritualidad laica que está en la lucha por una iglesia moderna que tiene en cuenta esta espiritualidad. Mario Hiriart puede, a mi parecer, ser el modelo corporal de esa "palabra" del 31 de mayo de 1949, con relación a la encarnación del contenido como también con su comprometido destino con esta historia:

El Padre tenía la misión de llamar al Verbo Creador, el Hijo tenía la misión de encarnarlo. El padre se nos presenta como el gigante entre los santos, como inalcanzable, con una vida fuera de lo común en todo sentido, porque quién a tenido que ver con el campo de concentración, con la fundación de un movimiento internacional, con 14 años de exilio..., el hijo fue la encarnación de la Santidad de la Vida Diaria prototipo: con días de trabajo comunes y con la vida de todos los días, como ingeniero, con las limitaciones y debilidades de un hombre común que están en muchos cientos de páginas de su diario.

Nazaret: En la tranquilidad del aislamiento crece una personalidad, un santo.

Cada vez es más sorprendente que Jesús haya estado la mayor parte de su vida, casi 30 años, con su familia. El Padre Kentenich se preguntaba siempre: ¿Qué no podría haber hecho él en esos 30 años? Él le daba a esa vida apartada en familia un valor especial. La vida pública de Jesús fue por eso muy corta.

Algo parecido sucedió con Mario: casi 29 años predominó más bien la formación de su personalidad, antes de que en enero de 1960 empiece su "trabajo público". Seguramente los límites no son tan claros como en el caso de Jesús, sin embargo la comprobación está justificada:

1931-1935: punto esencial familia
1936-1947: en la escuela
1948-1953: estudios en la universidad
1954-1957: primeros pasos en su vida profesional como ingeniero
1957-1960: periodo de formación en los Hermanos de María de Brasil
1960-1964: trabajo como hermano de María en Santiago

Algunas citaciones aclaran este crecimiento:

"Madrecita, sin duda que yo intuitivamente te comprendí a través de mi Madre, y que gracias al amor que ella me tenía y el que yo le profesaba, me fue perfectamente natural amarte con esa intimidad, serenidad y respeto que había en mis relaciones con ella." Mario, 27.12.1956

"Un reencuentro con la familia, tan necesario... Un reencuentro contigo, en el lugar donde aprendí a rezar, durante mi noviciado, allí donde Tú me hiciste profundizar en espíritu de familia, en vida interior, en el conocimiento." 13.09.61

  1. Betania:

  2. Descanso entre familiares y amigos.

    Jesús estaba unido amistosamente a Lázaro, Marta y María. Al lector de la Biblia le da la impresión de que él estuvo allí. Jesús llora la muerte de Lázaro. Él perdió un amigo.

    También Mario tenía sus escalas para recobrar energías. Ya que él vivía en Chile casi siempre como único hermano de María, no tenía estas escalas diariamente.

    Para nombrar tenemos aquí las hermanas de María, con quienes, ya como hombre ordinario, compartía los desayunos después de las misas matinales y quienes le dieron una habitación cuando era hermano de María, donde pasaba la noche una vez por semana. Allí también estaba el padre Humberto Anwandter, con quien terminó teniendo una relación de hermanos de sangre. Ambos eran, en ciertas cosas, en una forma personal, parecidos y se entendían profundamente. Prácticamente a nadie en Chile Mario le confiaba tantas cosas como al Padre Humberto: más que a su padre y mucho más que a su hermano Augusto. Las cintas magnéticas, que Mario envió al padre Humberto y a su padre biológico, lo demuestran claramente. Finalmente, su nueva familia, así era como él llamaba a los hermanos de María, satisfizo de una manera muy particular esa tarea de Betania. "Su visita anual a la filial de los hermanos de María en Santa María (Brasil) para él era sagrada. " Así nos comentó un antiguo hermano de curso, que vivía con él en aquel entonces en Santa María.

    "No se puede mantener el espíritu en medio de la vorágine de la vida de una gran ciudad moderna sin un continuo contacto subterráneo con una fuente fecunda de vida; y como tal no basta ni siquiera con el Santuario: es necesaria la familia...

    Madrecita mía, los 3 años que estuve en el Castellum Patris, y mi corta visita de una semana en Septiembre pasado, han sido para mí esa fuente de vida familiar sobrenatural. Lo que naturalmente me dio tu D. Hijo en tal abundancia en mi familia natural, junto a mi padre y mi madre, lo suplió en lo sobrenatural a través de mis cohermanos de manera superabundante: ..."

    08.01.1961

    Tabor: Clara Transfiguración en el camino al sacrificio.

    Entre el primer y el segundo aviso de su sufrimiento, poco antes de su salida hacia Jerusalén, lugar donde encontraría la muerte, Jesús fue con tres de sus discípulos al monte Tabor, donde los tres serían testigos de la transfiguración de Cristo: un momento imborrable de sus vidas, sin lugar a dudas.

    También en la vida de Mario hubo algo cercano a esa experiencia del Tabor. Es su despedida, fines de marzo principios de abril 1964. Mario visita a cada uno de sus parientes, amigos y antiguos compañeros de curso. Además, y esto es lo sorprendente, hubo una verdadera fiesta de despedida. Primero fue un encuentro con sus antiguos compañeros del grupo de hermanos de María en el Santuario, luego una comida en la casa de uno de ellos cercana al Santuario. Por este motivo, él se dejó entrever, cual era el reino que él en sí traía.

    La esposa de un compañero de grupo recuerda:

    "Me llamó la Señora de C. M. y me dijo: "Fíjate me llamó Mario que le hagamos una despedida." Y Mario nunca hizo así una fiesta para él, no estaba entre su línea. Pero este lo pedía expresamente: Hagamos una despedida. Estábamos complicadas, teníamos guaguas chicas, nos matábamos trabajando en la cocina. (...) Y lo hicimos en la casa de los M.(...)

    Lo primero sucedió en el Santuario con los Caballeros del Santo Graal, con los hombres. Y allí J. me salió diciendo, a la salida impresionadísimo, me dijo: "Mario nos habló de su desarrollo espiritual, de su soledad..." Les abrió profundamente su corazón. (...) Y entonces nos fuimos a la casa de los M. y él nos habló a todos. Entonces nunca me olvido lo qué él dijo, por que fue muy impresionante. Y como estaba él (...), era la mirada, estaba en una manera tan transparente que yo dije a Jorge a mi lado: "Oye, Mario tiene ojos azules y no me di cuenta nunca." Claro, no es que tenía ojos azules, sino eran tan transparentes, de una alegría, de una vivacidad (...).

    Lo que decía era muy sencillo pero con una convicción, con un sentido victorioso mucho más allá que él era, por que él era, muy realista y en ese momento tenía algo como una profunda convicción de la victoria de la Mater, la victoria de Dios en Schoenstatt y en el mundo. Tan fuerte le transmitía, fue tan impactante lo que él transmitió en eso que a la salida le dijo a Jorge: "Yo creo que Mario no va a volver y Mario es un Santo."

    Testimonio de la señora A. 14/09/2000

    Camino hacia Jerusalén: Múltiple anuncio de su sufrimiento y de su muerte.

    Conocemos los pasajes bíblicos, en los cuales Jesús, caminando hacia Jerusalén, les anuncia tres veces su sufrimiento y su muerte a sus discípulos.

    Mario también les dio solo a algunos de sus amigos ese tipo de avisos. Aún hoy lo cuentan sorprendidos, ya que esa no era la forma de Mario de contar ese tipo de cosas. Por ejemplo, no todos sus compañeros de grupo sabían que Mario estuvo enamorado y que tuvo una fuerte pelea antes de decidirse por los hermanos de María, camino que posteriormente seguiría.

    "Ahora comienzo, poco a poco, a descubrir el sentido simbólico de mi operación aquí en Milwaukee. Tú sabes, Madrecita, que ya hace por lo menos dos años que tengo la intuición de que sufro de cáncer, o de que voy a morir de cáncer. Razón: el permanente cansancio y falta de fuerzas físicas de que sufro desde hace dos años, y la semejanza de mi estructura corporal con la de mi mamá... Y ahora se me une el hecho de que estoy por cumplir los 33 años, y que mi unión con Cristo ha sido desde hace años ya un eje fundamental en mi vida,..." 11.06.64

  3. Jardín Getsemaní

Entre el miedo y la esperanza de la sudorosa lucha por la entrega total.

El evangelista Lucas describe en forma especialmente impresionante el miedo que Jesús tenía; pero al mismo tiempo la esperanza o el deseo que tenía de que el cáliz se derrame sobre él. Seguramente Jesús podría haber obrado mucho más, quizás tenía planes concretos, por si acaso el cáliz debía derramarse sobre él.

Es por demás impresionante, cuando se oye de la propia voz de Mario, el mismo tipo de lucha. Primero cuenta él el estado de su enfermedad y la opinión del médico, que él viviría unos meses, como máximo, dos años. Mario dice sobre eso:

"Bien, y eso, como tú comprenderás, tiene un lado difícil y un lado extraordinariamente agradable. Te hablo con toda franqueza Padre Humberto, no creas que me siento fuerte frente a esto, ni nada por el estilo. No creas que no me duele, no creas que no tengo miedo..., tengo miedo, tengo miedo... Le tengo apego a la vida, quisiera seguir viviendo, incluso uno encuentra tantas razones bonitas, así no sólo humanamente hablando, sino religiosamente hablando. Yo podría decir, "yo tendría una misión tan grande todavía a realizar en Chile como Hermano de María..., tendría una misión tan grande de realizar todavía dentro de nuestra comunidad de los Hermanos de María.

Bueno, tú sabes, yo soy ingeniero, me gusta planear, tengo una mente lógica; Dios me la dio y es un don de Él, como tal lo tomo. Y toda mi vida ha pasado planeando lo que voy hacer en los días siguientes, en los meses siguientes, en los años siguientes. Había soñado siempre con muchas cosas para el futuro de los Hermanos de María en Chile, naturalmente conmigo en el medio. Ahora tú ves, tengo que simplemente decir un Ita Pater, no mis planes, sino los planes de Dios. Dios es Padre, Dios es bueno, todo lo que Él hace es bueno. Yo había pensado que la cosa sería muy bonita de otro modo, pero Dios la pensó así. Y te digo Padre Humberto, humanamente es duro, no pretendo esconderlo... Humanamente es durísimo, uno lo tiene un apego a la vida extraordinario."

Cinta magnética al Padre Humberto Anwandter, 28.06.1964

Via dolorosa y Gólgota: Radical ofrenda de amor como escape de un callejón sin salida.

Los esfuerzos realizados por Dios por los hombres se encontraban en un callejón sin salida. El envío del Hijo del Hombre no tubo el éxito esperado. Por el contrario. Parecían tan buenos como inteligentes. Luego el amor radical y la ofrenda total: amor en la cruz.

Al estudiar la vida de Mario encontré diversos actos, en los cuales el conscientemente y en "forma oficial" ofreció su vida:

  • 02/02/1957: por la unidad y el envío del movimiento de Schoenstatt de Chile
  • 31/05/1959: con todos lo hermanos de María por el levantamiento del exilio del fundador y por la realización del envío de los Hermanos de María en el movimiento de Schoenstatt, la iglesia y la sociedad.
  • 15/07/1959: nuevamente en forma personal por la realización del envío de los Hermanos de María.
  • 14/07/1964: por el deseo del padre Kentenich de que Schoenstatt sea corazón de la Iglesia (corazón, no cabeza); las hermanas de María en el movimiento, corazón de la rama de mujeres; los hermanos de María, corazón de la rama de hombres.

Podría y debería comprobar que Dios asentó y aclaró en cada punto de la firma de Mario: Sí, tomo tu ofrecimiento en serio y lo acepto. En relación con el levantamiento del exilio del fundador, la firma de Dios es especialmente impresionante. Sobre la preparación de la ordenación en conjunto el 31/05/1959 Mario escribe en su diario:

"Madrecita, a los dos primeros puntos de meditación propuestos por el Sr. Arendes sólo puedo responder una cosa: no soy yo quien tenga derecho a decir que ha hecho muchos esfuerzos por darte gloria en este mes de Mayo... Por eso, siento terriblemente mi pequeñez, Madrecita, como la de los Apóstoles; no, mucho mayor aún. Siento que continuamente estoy diciendo a los demás como S. Tomás Didimo: "¡vayamos a Jerusalén y muramos con Él!". Pero cuando llega la hora de hacer realidad esa promesa...

Mas importa ahora sobre todo el punto básico de meditación: A. de A. con el Padre de la Familia. Y ahora que se acerca el 31.05, pienso en que esa Alianza ha de expresarse hoy por hoy: "¡vamos a Milwaukee, y demos la vida por él!"." 17.05.1959

Luego se alistan más de cien cosas concretas y a veces improbables, que luego se cumplieron, que se cumplieron tal como se lo hubiere prometido a Dios en sus horas más animadas.

Nuevos decretos de la congregación contra el fundador hicieron que el asentimiento a favor del viaje de Mario hacia Milwaukee retrocediera. Casi partiendo de Chile, Mario no sabía si podía viajar a Alemania pasando por Milwaukee. Antes de la partida de Chile, se hizo ver por dos médicos y todo parecía estar en orden. En Brasil obtuvo el permiso de viajar por parte de sus superiores, y teniendo el pasaje y los documentos listos, detectó el médico de Londrina un gran tumor en los alrededores del estómago. ¿Porqué no lo habían encontrado los médicos es Chile? ¡Él los visitó con dolor de estómago! Consiguió el permiso médico para viajar siempre y cuando siguiera con el tratamiento en Milwaukee. Allí llegó el 28 de mayo y el 29, día de su 15º aniversario de Alianza de Amor, tuvo su primer encuentro con el fundador. Dos días más tarde, el día del 15º aniversario de la carta del 31 de mayo y el 5º de su ordenación del 31 de mayo de 1959, hubo otro encuentro, del cual existen fotos. El 03/06 se internó en el hospital. El 14/07 lo visita el padre Kentenich, un importante e histórico encuentro. A la mañana siguiente, temprano, Mario muere, a pesar de que los médicos esperaban que sobreviviera unos meses más. Efectivamente le quedaban solamente cerca de tres semanas de vida.

En un informe De la hermana Winfriede, quien lo acompañó en Milwaukee, dice entre otras cosas: " Tenía una hemorragia (estomacal). (...) El médico me dijo más tarde, que un vaso sanguíneo había sido clavado por el cáncer y que por eso sangraba. Normalmente él hubiese operado (...), pero que él sabía que Mario se le moriría en el quirófano, si el se arriesgaba a operarlo. Así que él podía hacer solo (...) todo lo posible para que Mario, en alguna medida, se sienta confortable: inyecciones de morfina, alimentación artificial y nuevas transfusiones de sangre. (...)

Así yacía él, como el salvador crucificado: los brazos cada uno entablillado y una gruesa aguja en la vena. Varias veces indicó el sobre eso. Ya que sobre él colgaba una hermosa, gran cruz, a la que él miraba. (...) Cuando él señalaba la cruz y luego miraba sus brazos, decía más de una vez: "Esto es lo más grande." En otra oportunidad dijo: " la cruz es el regalo más grande que la Madre puede ofrecer a sus hijos predilectos." (...)

Domingo, 12/07: " (...)Cuando luego fui esa tarde a verlo, básicamente su apariencia estaba debilitada (...). Los ojos de Mario irradiaban como siempre. Él repetía: " Estoy tan feliz, de que recién ahora esté sufriendo, recién ahora, donde el padre Albers viene. Dar todo por la victoria, por la victoria del Padre."

Recién el martes 14 de julio, alrededor de las 2 de la tarde – también las vísperas de su muerte – se acercó el fundador a su hijo moribundo. Mario no sabía que él iba a ir, y sus lindos grandes ojos marrones se agrandaron aun más cuando lo vieron entrar. El "Señor Padre"de la alegría y la sorpresa, en ese tono, era más alto que el volumen al que se podía hablar. Los dos se miraron por un tiempo largo, pero ninguno dijo una palabra. Hubo algo así como una reverencia durante todo el silencio, ya que Mario no podía articular palabra alguna, fruto de la alegría y la sorpresa. Sus miradas asombradas iban del padre a nosotros y de nosotros al padre. El hechizo fue roto por el Señor Padre, diciendo: " le traje esta vela. Nosotros queremos que la encienda." El Señor Padre propiamente agarró un fósforo, que él había llevado, y encendió la vela (...).

El padre propuso que quería quedarse a solas con Mario. Fueron entre 15 y 20 minutos. A pesar de que Mario era lento al pensar y al hablar, entendió todo muy bien. (...)

El Señor Padre le dijo a nuestro querido Mario, que él quería ofrecer su vida para

  1. que Schoenstatt sea corazón de la Iglesia,
  2. que las hermanas de María sean corazón de la rama de mujeres y
  3. que los hermanos de María sean corazón de la rama de hombres.

Informe de la hermana Winfriede, junio / julio 1964

Traducción: Natalia Mori, Buenos Aires, Argentina



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Last Update: 15.10.2001 13:17 Mail: Editor /Webmaster
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