Schönstatt - Begegnungen

El desafío de Schoenstatt en Cuba

Misión en Cuba - testimonio de un joven schoenstattiano después de su visita a Cuba

Young Schoenstatt members from Chile and Cuba
Jugendliche Schönstätter aus Cuba und Chile
Oración en el Santuario hogar de La Habana, ubicado en la casa de las Hermanas Sociales.
Praying in the home shrine of Habana, in the house of the Social Sisters
Gebet im Hausheiligtum von Havanna im Haus der Hermanas Sociales
Young Schoenstatt members from Chile and Cuba
Jugendliche Schönstätter aus Cuba und Chile
En La Habana vieja
In the City of Havanna
In der Altstadt von Havanna
Foto: Juan Pablo Garnham Oyarzún © 2001

(Juan Pablo Garnham Oyarzún) El 20 de mayo del 2000 veintiún cubanos sellaron su Alianza de Amor con la Mater. La idea fundamental del viaje del Padre Fernando Baeza, Vincente de la Cruz, Rosario Matte y Juan Pablo Granham Oyarzun, de Chile, en julio 2001, estaba hacer una semana de formación intensa para nueve jóvenes schönstattianos, tocando temas como el ideal personal, el horario espiritual y el cuaderno personal.

La mision de jovenes universitarios chilenos en Cuba nació en el año 1998. Algunos estudiantes de Chile pasaron varios meses estudiando en Cuba con la intención de difundir Schoenstatt en la Universidad y más allá. Luego de que la Iglesia cubana pidió no seguir con este proyecto, la vida schoenstattiana en Cuba está ahora en manos de los cubanos. De vez en cuando, pequeños grupos de miembros de Schoenstatt de Chile viajan a este país a apoyar a los schoenstattianos cubanos.

Conocer la realidad de cubanos que sueñan con visitar un Santuario

Juan Pablo Garnham Oyarzún, uno de los participantes de este viaje misionero comparte:La inseguridad, más que el nerviosismo, me atacó cuando ya tenía los pasajes y quedaban pocos días para el viaje. ¿Qué puedo hacer yo, si apenas tengo diecinueve años de experiencia vividos en una casa cómoda y acogedora, sin mayores problemas, sin ninguna dificultad para practicar mi religión, ni para estudiar, ni para comer? Yo conocía bastante la realidad de esos cubanos que vivían su fe heroicamente y que sueñan con visitar un Santuario como el de Campanario o Bellavista. Pero la Mater ya lo tenía todo planeado y de a poco me fue mostrando como confiar en Ella y que, era verdad, yo solo poco puedo hacer, pero con Cristo, cuando Él actúa a través mío, lo puedo todo. Tuve increíbles compañeros de viaje: Vicente de la Cruz aceptó viajar y se encendió rápidamente por la misión, al igual que el Padre Fernando Baeza, que también se nos sumó. Representando a la juventud femenina, nos acompañaría también la Rosario Matte.

La idea fundamental del viaje sería hacer una semana de formación intensa para nueve jóvenes schönstattianos, tocando temas como el ideal personal, el horario espiritual y el cuaderno personal, además de lo que sintiéramos que fuera necesario.

Lirios amantes de Sión, Pequeñas Marías hacia el Padre, Conquistadores del Santuario

El dieciocho de julio, a las cuatro de la mañana nuestro vuelo partía a Panamá, para luego cambiar de avión hacia La Habana. Luego de nueve horas de viaje y tras pasar más de cinco controles en el aeropuerto José Martí llegamos a la llave del caribe. Nos esperaba un negrito sonriente y con cara de niño, que saltaba mostrando una imagen de la Mater, que nuevamente me tranquilizó. Era Raymond, junto con Patricia, que nos habían venido a buscar. Ese mismo día tuvimos misa de 18 en la casa de las Hermanas Sociales, donde pudimos conocer a tantas personas de las que había escuchado. La calidez de los cubanos la sentimos con fuerza en sus abrazos y saludos, que cualquier chileno hubiera considerado demasiado afectivos para un desconocido. Realmente nos hicieron sentirnos muy queridos por Dios. Al día siguiente iniciamos las reuniones con el llamado "grupo de referencia": 9 jóvenes, 3 del grupo Lirios amantes de Sión, 3 de las Pequeñas Marías hacia el Padre y 3 de los Conquistadores del Santuario. La Mater los eligió a ellos con tremenda sabiduría para ser referencia no sólo dentro del movimiento, sino que para toda la Iglesia y la juventud cubana. El trabajo durante la semana fue intenso, con varias horas de reuniones que ellos recibieron con mucha atención y entusiasmo. Realmente impresionante fue ver lo hondo que ha calado Schönstatt en sus corazones y las ansias de autoeducarse que tienen.

Conocerlos en su vida diaria

Por supuesto, no todo fue trabajo. En los momentos libres pudimos conocerlos y disfrutar de su alegría y amistad. Los almuerzos los traía alguno de los que no participaba en el grupo. Luego conversábamos y hacíamos juegos. También pudimos conocer La Habana vieja con el P. Fernando: los hoteles, la Catedral, el Convento de San Francisco y las preciosas calles. Terminados los talleres con el grupo, Padre Fernando tuvo que partir de vuelta a Chile y la Yayo también. Nosotros con Vicho habíamos decidido quedarnos una semana más sin planear nada que no fuera con ellos. El resultado fue conocer mucho más a estos jóvenes santos, pero conocerlos en su vida diaria. La participación en las parroquias, la lucha por la vida y contra el aborto... la alegría y sabiduría de Pedrito, la amistad y fe de Vladimir, la conversión de Larissa, el esfuerzo y trabajo de Yanelis, la madurez e inteligencia de Exander, el acogimiento de Madre de Romana y así podría seguir eternamente hasta nombrarlos a todos, cada uno con una historia de Dios en sus vidas sorprendente, en la cual Schönstatt ha marcado un hito.

Así fuimos forjando vínculos sólidos ....a pesar de todas las barreras que tenemos entre Chile y Cuba. Nos abrieron las puertas para conocerlos bien y crecer hacia la santidad juntos, pidiéndonos que nosotros seamos parte de su camino a Dios.

El Dios de los vinculos - la respuesta para Cuba hoy

Sin embargo, todo tiene un pero.... echárlos de menos y pensando en cómo y cuándo podré volver. ¿Cómo podré pagar todo lo que he recibido? Lo único que sé es que mi vida no puede ser igual. Ahora, cada vez que me coma un pedazo de carne, cada vez que vaya a clases y especialmente cada vez que entre al Santuario, los voy a recordar. Esta experiencia me ha ayudado a valorar cada regalo que Dios me ha hecho, hasta los más pequeños y rutinarios que vivo sin apreciar. El movimiento tiene en Cuba un tremendo desafío y una gran oportunidad. El desafío es llevar a Dios a un pueblo sediento, ser una voz en el desierto. Schönstatt ha encontrado una tierra especialmente fértil en la Isla y no es por casualidad. El "Dios de los vínculos" que tres chilenos les mostraron a unos cuantos cubanos hace poco más de un año es la respuesta para Cuba hoy, ya que este Dios y esta pedagogía cala profundamente en la personalidad de los cubanos. Por otro lado, aquí Schönstatt tiene la oportunidad de mostrarse como un movimiento al servicio de la Iglesia. Entre estos jóvenes he visto una participación en parroquias de schönstattianos como no se da en otras partes, donde se entregan heroica y generosamente al cien por ciento. La Iglesia de Cuba ha vivido años de dificultades para llevar a Dios a la gente y Schönstatt está llamado a ser fermento en la masa. Ellos viven profundamente el "Dilexit Eclessiam" de nuestro Padre fundador. Ahora no queda más que acompañarlos desde nuestra realidad, con capital de gracias continuo y radical, al igual como lo hacen ellos, al igual como lo hizo el Padre en el campo de concentración o en Milwaukee, al igual como le respondió la familia esperando su liberación. Ellos esperan nuestro apoyo para ser más santos y llevar a Dios a toda su tierra.

 



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Last Update: 10.09.2001 12:50 Mail: Editor /Webmaster
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