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| Congratulation for Fr. Rudolf Mosbach on
the 50th anniversary of his oridnation Gratulation zum Goldenen Priesterjubiläum: Pater Rudolf Mosbach |
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| Fr. Rudolf
Mosbach during the festive Holy Mass: "solidarity of gratitude".
P. Rudolf Mosbach bei der Begrüßung: Es geht um eine "Solidarität der Dankbarkeit" |
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| Fr. Tilmann
Beller, Movement leader if the German Schoenstatt Movement, during
the sermon P. Tilmann Beller, Bewegungsleiter der deutschen Schönstattbewegung, bei der Predigt |
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| Fr. Tilmann
Beller, Movement leader if the German Schoenstatt Movement, during
the sermon P. Tilmann Beller, Bewegungsleiter der deutschen Schönstattbewegung, bei der Predigt |
| Fotos: Nuevo Schoenstatt, PressOffice Schönstatt © 2001 |
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(Lorenzo García Samartino) Con un total de 275 participantes, de los 320 inscriptos, entre los que se encontraban: médicos, docentes, sacerdotes, religiosos, seminaristas, estudiantes y matrimonios, se llevó a cabo en Nuevo Schoenstatt, Florencio Varela, Argentina, la Tercera Jornada de Bioética sobre "CUESTIONES BIOÉTICAS EN TORNO A LA PROCREACIÓN HUMANA - Fundamento Ético, Espiritual y Pastoral".
Esta Jornada centró su estudio en los métodos naturales de procreación humana, considerados como un aspecto esencial para la formación de la familia, ámbito donde la vida, como don de Dios, debe ser acogida y protegida.
Objetivo de la Jornada
El objetivo primordial de la Jornada fue: "fomentar la reverencia hacia la naturaleza biológica integrada al concepto persona, inspirada en una visión orgánica de la paternidad y maternidad en cuanto participación en la creación y providencia divinas. Presentar una pedagogía de la castidad como dimensión espiritual del amor, integrando los instintos y los sentimientos al amor de entrega total, exclusiva y fiel, para la felicidad y santificación de los esposos y su familia".
Aspectos científicos, sociológicos, filosóficos y espirituales
Abrió el acto la Superiora Provincial de las Hermanas de María de Schoenstatt, Argentina, Hna María Teresa Etcheberry, que dio una cálida bienvenida a los presentes y les auguró una jornada fructífera. A continuación, el Dr. Cristian García Roig, Jefe de Emergencias Pediátricas y Terapia Intensiva de Pediatría del Sanatorio Mater Dei, que tuvo a su cargo la coordinación general, presentó a los disertantes de la Jornada, quienes se refirieron a los aspectos científicos, sociológicos, filosóficos y espirituales del temario programado, según se transcribe:
- Dra. Zelmira Bottini de Rey, Médica Pediatra, Docente del Hospital de Clínicas (U.B.A.):
"Actualización sobre indicadores de fertilidad en la mujer", para una planificación natural que mantenga el amor de los esposos y el respeto por la naturaleza.
- Dra. María Inés Passanante, Doctora en Sociología. (U.C.A.):
"Familia y Sociedad", donde la familia es el ámbito por excelencia en la transmisión de los valores como Santuario de la Vida.
- Dra. Marina Inés Curriá, Médica Endocrinóloga (U.B.A.):
"Desafíos clínicos en la práctica de la regulación de la fecundidad", para el conocimiento de la delicada sexualidad femenina y la aplicación de los métodos naturales según la aceptación, comprensión y cooperación de la pareja.
- Dr. Lorenzo García Samartino. Dr. en Medicina (U.B.A.):
"Rasgos de la Personalidad, obstáculos y desafíos", para descubrir que el éxito de los métodos naturales está en la capacidad de amor al prójimo; en la magnánima disposición al sacrificio; el respeto de la libertad y originalidad del cónyuge; y, la confianza frente a los inconvenientes.
- Prof. Dr. Hugo O. M. Obiglio, Miembro de la Pontificia Academia para la Vida:
"Responsabilidad del equipo médico frente a la regulación de la fecundidad", desde el campo de la moral, donde el equipo de salud debe tener un claro y actualizado conocimiento del tema, un profundo respeto al derecho a la vida y a la dignidad de la persona.
Visión orgánica de la paternidad y maternidad según la Teología Pastoral Mariana del Padre José Kentenich
La Dra. Hna. M. Elena Lugo, Especialista en Bioética, Miembro de la Pontificia Academia para la Vida y del Instituto Secular de Schoenstatt, Hermanas de María, disertó sobre:
- "Etapas en el proceso de discernimiento de una conciencia iluminada y libre. Intención, motivación, cálculo de beneficio y riesgo y acto en sí del amor conyugal."
- "Visión orgánica de la paternidad y maternidad según la Teología Pastoral Mariana del Padre José Kentenich"
Estudio de la vida a través de un pensamiento orgánico
Desde la óptica del P. Kentenich respecto de los temas desarrollados anteriormente y en apretada síntesis, la Dra. Hna Elena Lugo propuso: promover el estudio de la vida a través de un pensamiento orgánico para atender todas sus facetas, desde lo físico a lo espiritual. Sin ello, no se podrá actualizar una auténtica cultura de la vida: "Anhelamos llevar adelante un estilo de vivir la "cultura de la vida" como vivió el Padre Fundador: respetando la libertad de cada uno; enseñando a discernir lo importante y esencial de lo circunstancial e inmanente. Amando a todos, sin discriminar a nadie. Descubriendo la parte de verdad que hay en cada uno, porque es un destello de la Verdad. Y, sobre todo, viviendo una vida coherente con lo que se propone".
La entrega de certificados dio por finalizada la Jornada. Cada participante lo recibió en el altar del Santuario del Padre, santuario nacional de Schoenstatt de la Argentina, como genuina expresión de la vinculación que existe entre lo natural y lo sobrenatural.
Encuadre de la Jornada de Bioética: la cultura de la vida.
Las Terceras Jornadas constituyen, a criterio del redactor, un nuevo paso en la difusión de la cultura de la vida que emprendió el Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt, de la Argentina.
Desde que el Padre Kentenich bendijo el Santuario del Padre, se desarrolló en la comunidad de las hermanas una corriente de vida caracterizada por una fuerte filialidad y fidelidad a Dios Padre. La filialidad creció orgánicamente por una gracia especial de María, a través de la fidelidad al carisma de Schoenstatt; a la Iglesia y a su Pastor; a Jesús; y, al Padre. Un fruto de esa filialidad es la propuesta de estas Jornadas: promover una "cultura de la vida" que sea Evangelio vivido, no basada en discursos sino en la conversión de los corazones.
"Cultura de la vida" ... "cultura del Padre"
¿Qué tipo de "cultura" propone Juan Pablo II en Evangelium Vitae? Es la forma de vivir de Jesús que hizo ingresar en el mundo el ethos cristiano. Ahora bien, siendo Jesús el Verbo Encarnado y su vida la expresión de la Voluntad de Dios su "cultura" es la del Padre. Por lo tanto, la "cultura de la vida" bien podría llamarse "cultura del Padre".
Schoenstatt y la "cultura de la vida".
Para los tiempos que se acercan las palabras no serán suficientes, será necesaria la vida. Parece repetirse la historia vivida por el Padre Kentenich. A fines del siglo XIX, Nietszche proclamó desde la filosofía, que Dios había muerto. Paulatinamente el materialismo dialéctico rompió los vínculos sociales; y en otro aspecto, Freud interpretó la fe como un mito. Es decir, se invirtió el sentido del hombre como imago Dei. A fines del siglo XX no se declaró que Dios había muerto, sino que no era necesario. Y, un Dios que no es necesario o no es Dios, o nunca existió. ¿Porqué tanta seguridad? Porque el hombre dejó de ser criatura para ser "creador". ¡Descifró el código genético! Estos no son los únicos cambios, a medida que el siglo XX avanzó, la masificación dejó de tener el perfil ideológico de las primeras décadas para adquirir interés de mercado. Ya no importa lo que se piensa, sólo lo que se compra. Y, a lo último hasta el psicoanálisis perdió su lugar de predominio, porque lo que interesa no es explicar el origen de las conductas, sino manejarlas. En distintas proporciones y en general, estas posturas nutren la "cultura de la muerte".
El Santuario del Padre y una cultura centrada en la voluntad de Dios.
La corriente de vida expresada en las Jornadas, está íntimamente ligada a lo que parece ser un regalo que la Divina Providencia quiso hacer al Santuario del Padre: la gracia de colaborar en la difusión de la "cultura del Padre". ¿Porqué? Se intentará responder contestando tres preguntas: ¿Porqué Schoenstatt?¿Porqué las Hermanas de María? ¿Porqué Nuevo Schoenstatt?
¿Porqué Schoenstatt? Por la experiencia de vida que anida en su carisma. El padre Kentenich creció en la época en que la "cultura de la muerte" se incubaba. Vio al idealismo hacerse praxis en el comunismo y el nazismo. La locura de Dachau que conoció en carne propia, no terminó cuando las tropas aliadas abrieron el campo de concentración. Todo lo contrario. Por el avance que alcanzaron el aborto, la eutanasia y los abusos de la experimentación humana, parece haberse diseminado y multiplicado por todo el mundo. El padre Kentenich opuso a la visión reduccionista, materialista y atea del hombre, un estilo orgánico de vida en el cual la vinculación al Padre se constituye en el eje de todas las relaciones humanas: consigo mismo, con los otros hombres, con las cosas y con el mismo Dios. En Dachau vivió la "cultura de la muerte", encontró la forma de superarla, y previvió el Hombre Nuevo en la Comunidad Nueva. Es más, la visión antropológica kentenijiana manifestada en el Acta de Fundación de 1914, contiene las bases filosóficas de la "cultura de la vida" y lleva en germen el enfoque que Juan Pablo II ofrece a la ética y a la bioética, en Veritatis Splendor, Evangelium Vitae y Fides et Ratio.
¿Porqué las Hermanas de María?, posiblemente por su ser femenino. La "cultura de la vida" propone el desarrollo de un evangelio encarnado en la moralidad cotidiana. Es una tarea de evangelización e incluso de reevangelización de un número no despreciable de miembros de la misma Iglesia. Es necesario girar la mirada del corazón hacia la vida, y en este sentido quizá hoy estén más cerca de comprenderlo las mujeres que los varones. Pero, se requiere tener un corazón tan humilde y filial como el de María para poder decirle Sí al Padre aún frente a dolores sin sentido aparente. Es un desafío para todos, pero especialmente atractivo para aquellas mujeres que desean vivir como María un fiat generoso y absoluto. En las Hermanas de María, Schoenstatt propone al mundo un modelo de mujer que anhela una entrega filial a Dios con el espíritu de la Inmaculada. No ha de extrañar que casi en forma intuitiva hayan asumido la defensa de la vida, como mujeres y como consagradas, para continuar en el nuevo milenio el mismo desafío que aceptó su Fundador cuando proclamó la Alianza de Amor en 1914.
Y por último, ¿Porqué Nuevo Schoenstatt? Este es un misterio de don y tarea. Si la Madre Tres Veces Admirable permitió que a la sombra del Santuario de Nuevo Schoenstatt se realizaran tres Jornadas de Bioética cuyos resultados admiraron a los mismos organizadores, será para despertar una renovada y decidida entrega. En este juego de amor puede esconderse de alguna forma el padre Kentenich. La locura que él vivió durante años va a ser el pan de todos los días. No es tirado de los cabellos pensar que en su nueva manera de ser en la visión beatífica de Dios, se le haya concedido participar a través de su familia en la defensa de la "cultura de la vida". Él se entregó como Padre de la Familia schoenstattiana a una misión: Schoenstatt para la Iglesia, a Iglesia para el mundo, el mundo para la Santísima Trinidad.
Hoy y por mucho tiempo, dar la vida por Dios será entregarla por la "cultura del Padre". Por lo tanto, es un desafío y un anhelo que el carisma del padre Kentenich, desde el Santuario del Padre, sea esperanza para la Iglesia y el mundo. En el siglo XXI, sus hijos están llamados a encarnar su forma de pensar orgánica y vivir en el mundo la "cultura del Padre", es decir: hacer filialmente la voluntad de Dios.