Schönstatt - Begegnungen

Experimentar la gracia de envió apostólico

Misiones Schoenstatt 2001 en Querétaro, México

Sharing a week of one's own life with the poor: a challenge for the young people from the Schoenstatt youth
Eine Woche des eigenen Lebens mit den Armen teilen: eine Herausforderung für die Jugendlichen
The joy of the children was the best "reward" for the young missionaries
Die Freude der Kinder war der beste Dank an die jungen Missionare
Sr. Liliana with children of the Sierra Queretana
Sr. Lilian mit Kindern aus einem Dorf in der Sierra Queretana
Only once in a month, often less frequently, a priest can visit the people in these villages
Höchsten einmal im Monat kommt ein Priester in diese Dörfer
Prayer service with children of one village
Gebetszeit mit Kindern eines Dorfes
"Here, I understood what solidarity means!"
"Hier habe ich verstanden, was Solidarität heißt!"
The young people brought food and toys to the people - but most of all their own testimony of faith
Die Jugendlichen brachten Nahrungsmittel und Spielzeug mit - aber vor allem ihr eigenes Glaubenszeugnis
Presentations, testimonies, Talks and songs - sharing faith
Zeugnisse, Lieder, Vorträge - den Glauben teilen
"These people long for the word of God! They are so open for God, they gave us more than we gave to them."
"Diese Leute sehnen sich nach Gottes Wort. Sie sind total offen für Gott, und vielleicht haben sie uns mehr gegeben als wir ihnen."
The week in the Sierra was no vacation - but a deep experience of community
Die Woche in der Sierra war kein Urlaub - aber ein tiefes Gemeinschaftserlebnis
Fotos: Oceguera, Mexico © 2001

(Yadira Oceguera V.) La diócesis de Querétaro, México, cada año realiza una invitación a grupos juveniles de la entidad a participar en las misiones con motivos de la Semana Santa. En esta ocasión, por tercer año consecutivo la Juventud del Santuario de Schoenstatt acudió en la Semana del 8 al 15 de abril a diferentes comunidades de escasos recursos de la Sierra Queretana como: Las mesas, Los Pinos, Las Ciénegas, El Cantón, Sta. Águeda y las Cruces, dichas comunidades pertenecientes al municipio de Jalpan de Serra, uno de 18 municipios del Estado.

La finalidad de las misiones es la de compartir con nuestros hermanos que viven en aquellos lugares la palabra de Dios, y ayudarles con despensas, que incluían fríjol, arroz, harina, leche, azúcar, aceite, cereales, etc. Además de juguetes para los niños que viven allá.

Cambio, Conversión y Esperanza

La juventud de Schoenstatt se preparo desde varios meses antes, para que todo lo que se tenía planeado saliera a la perfección. Trabajaron arduamente en diversas actividades para obtener los recursos y patrocinadores para comprar las despensas que llevarían y el material didáctico que utilizarían para dar sus platicas. Los temas que se impartieron en dichas platicas fueron: Cambio, Conversión y Esperanza.

Los asesores de las Misiones por parte de la Juventud Masculina de Querétaro fueron: el Padre Luis Palominos Verdejo, y el Seminarista Miguel Rocha Anguita. Y por parte de la Juventud Femenina de Querétaro la Hermana M. Liliana Medina. Quienes apoyaron y dirigieron a los jóvenes para realizaran un gran trabajo.

Una semana de tu vida con la gente del lugar

Unos de los asesores de las Misiones , Miguel Rocha Anguita, comparte: "La verdad, es que las misiones de este año de la Juventud de Schoenstatt de Querétaro y Monterrey tuvieron una característica especial, ya que todo, desde la organización previa los meses anteriores, estuvo muy marcada por la presencia de la Mater. Es un gran desafió partir por una semana a la Sierra de Querétaro a transmitir al Señor y a la Virgen en la Semana Santa, por el simple hecho de que no vas como un "funcionario" sino que vas, a compartir tu vida, una semana de tu vida con la gente del lugar, sólo así es que se transmite un mensaje especial, así los misioneros son los primeros misionados."

Misa de envío en el Santuario de Querétaro

Un día antes de partir a las misiones se reunieron todos los misioneros de Querétaro y 120 Schoenstattianos que vinieron de Monterrey para ir de misiones también, en el Santuario, desde temprano tuvieron dinámicas en las que se conocieron un poco más los jóvenes de las dos ciudades, y por la noche se llevo acabo una misa que fue llamada de envió en donde se les pidió a: Dios Nuestro Señor, la Santísima Virgen y al Padre Kentenich, que los acompañara en su misión. Además de que les fue entregada una linda cruz de madera a cada uno de ellos, la que llevarían colgada en su cuello, toda la semana.

Cepada Olvera de la Juventud Femenina de Schoenstatt: "Ir de misiones es una de las experiencias mas enriquecedoras que he tenido, pues fue una forma de experimentar mas de cerca la gracia de envió apostólico que nos da el santuario de Schoenstatt, desde el comienzo la primer junta, donde se formaron los equipos, nos sentimos cada uno identificado con nuestra fraternidad y empezamos a trabajar en la preparación de los temas, siendo estos el cambio, conversión y esperanza."

La necesidad de escuchar mas sobre la palabra de Dios

"Llegada la fecha y después de la misa de envió cada fraternidad partió a la comunidad donde le tocaba estar, y en mi caso fue "El Cantón", donde pude conocer mas de cerca la calidez humana, que sin conocernos, nos tenían preparados a todos un cuarto, comida y recibiéndonos con alegría sobre todo los niños que en todo momento participaban y querían aprender, jugar y convivir con nosotros. También los adultos día a día se fueron acercando mas, hasta el último día que dimos platica donde nos encontramos con la pequeña capilla llena de gente, participando y agradecidos de que les habláramos de Dios, donde el Espíritu Santo nos iluminaba para hacerlo lo mejor posible, tanto a quienes dábamos platica, como al Liturgo. Fue una Semana Santa donde aprendí no solo a valorar el vivir con comodidades, el tener a mi familia, el estar dentro de Schoenstatt, sino que también hay cosas que damos por hecho y pensamos que todos lo tienen, en esa comunidad solo una vez al mes podía acudir el Padre a celebrar la misa, y la gente demostraba su necesidad de escuchar mas sobre la palabra de Dios, y para nosotros cuantas veces se nos hace normal el tener todo sin pensar que hay gente que no lo tiene, por eso aprendí a valorar y dar gracias por todo lo que tengo, y a ofrecer y a rezar por todos aquellos que no tienen la oportunidad de aprender mas de Dios.

Creo que tanto para la juventud femenina como para la masculina nos ayudó para unirnos mas y darnos cuenta que a través de Schoenstatt, aprendemos a dar mas a la gente y ofrecer nuestro capital de gracias a quienes mas lo necesitan"- .

Aplicar el servicio desprendido al la gente que me rodeaba

Alvaro Oceguera Valenzuela (19 años): "Hace ya nueve meses que ingrese a la Juventud Masculina de Schoenstatt, en ella he encontrado una forma de expresarme muy hermosa; y después de haber asistido a las Misiones, me siento más unido a la Mutter y de esta forma a Dios. Durante todo el tiempo que se necesito para ir como misionero, las juntas, la preparación espiritual, la unión con mis compañeros misioneros (fraternidad), la preparación de las actividades hasta llegar a la comunidad en la Sierra Queretana, me di cuenta del amor tan grande que nos tiene Dios, al encargarnos una tarea tan grande y bonita como fue llevar su palabra y enseñar todo el amor que nos regala al ser sus hijos.

En misiones tuve la oportunidad de aplicar el servicio desprendido a la gente que me rodeaba, entregar muchos sacrificios como capital de gracias y convivir con mis hermanos de la Sierra, dándome cuenta de todo el amor que ellos tienen hacia Dios y del verdadero significado de la frase "Vivo para amar, de nuestro Querido Fundador el Padre Jose Kentenich"...

Miguel Rocha Anguita : "Cada vez que llegaba a un lugar, la gente, nos recibía muy cálidamente, nos acogía en su casa, fue muy bonito el ver a los muchachos de la Juventud dando los temas, jugando con los niños, ayudando a la gente, en las liturgias, al visitar cada nueva comunidad, uno podía renovarse en las fuerzas, en la entrega, en los sacrificios de la levantada, de la comida. En muchas personas de ese lugar experimenté de manera muy cercana al Señor, y por lo que he conversado con los muchachos, ellos lo sintieron de la misma manera."

La experiencia que dejo en los jóvenes, fue enriquecedora en todos los aspectos, ya que por una parte les ayudo a valorar lo que ellos tienen en sus casas, y a sentir que colaboraban con un granito de arena en la misión que cada uno de nosotros tenemos como católicos de hacer crecer nuestra religión y acercar a las personas a Dios Nuestro Señor y a la Mater.

Contribuciones: Sergio y Alvaro Oceguera Velanzuela, Querétaro; Cepada Olvera, Querátaro; Miguel Rocha Anguita, Chile

 



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Last Update: 31.05.2001 18:34 Mail: Editor /Webmaster
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