Schönstatt - Begegnungen

Diácono Jesús María Pagán

Un testimonio sobre un apostól de Schoenstatt

Jesús M. Pagán (second from L to R in back row) with Father Kentenich and pilgrims.
Jesús M. Pagán (segundo de I a D en la fila de atrás) con el Padre Kentenich y peregrinos.
Jesús M. Pagan (zweiter von links in der hinteren Reihe) mit Pater Kentenich und Pilgern.
Deacon Pagán with the Holy Father.
Diácono Pagán con el Santo Padre.
Diakon Pagán mit dem Heiligen Vater.
Jesús Pagán with his daughter and Father Kentenich at the Exile Shrine.
Jesús Pagán con su hija y el Padre Kentenich en el Santuario del Exilio.
Jesús Pagán mit seiner Tochter und Pater Kentenich im Exilheiligtum.
Shrine of Solidarity, Cabo Rojo, Puerto Rico
Heiligtum der Solidarität, Cabo Rojo, Puerto Rico
Deacon Pagán at the Pilgrims' Center, Cabo Rojo, PR.
El diácono Pagán en el Centro de Peregrinos, Cabo Rojo, PR
Diakon Pagán im Pilgerzentrum Cabo Rojo, Puerto Rico
Fotos: Pérez, Puerto Rico © 2001
Mercedes Vivoni, de Arlington, Texas, EE.UU., miembro del Instituto de Schoenstatt de Familias, sobre sus experiencias personales del Diácono Jesús Pagán.

Breve Introducción

En los años de los sesentas, puertorriqueños residentes en Nueva York, empezaron a conocer a Schoenstatt a través de palotinos (como el P. Carlos Boskamp y el P. Juan Sartor) que hacían su labor pastoral en Brooklyn, NY. Tiempo después fueron los primeros peregrinos (la Sra. Luisa Aguayo y la Sra. Filomena Calderón) a Milwaukee a conocer al P. Kentenich. Luego siguieron otros puertorriqueños y entre ellos el Sr. y la Sra. Jesús M. Pagán. Todos quedaban fascinados y atraídos por la personalidad del Padre Kentenich–Personalidad mariana y paternal. Estos mismos puertorriqueños con su entusiasmo fueron los que más adelante llevarían a Schoenstatt a la isla de Puerto Rico contagiando así a muchos. Entre ellos, Jesús e Hilda Pagán con su regreso a la isla en 1967.

Con el tiempo el movimiento crece en Puerto Rico con la ayuda de muchos, entre ellos el P. Carlos Boskamp y el P. Juan Sartor (para ese tiempo eran Padres de Schoenstatt). Éste último fué asignado a la parroquia de Barranquitas. En septiembre de 1970, llega el P. Guillermo Esters, del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt. En febrero de 1971, llega la Hna. Petra Schnuerer y se establece oficialmente la Comunidad de Hermanas Marianas. Luego de muchas dificultades y sacrificios, el 7 de julio de 1973 se bendice el primer Santuario Filial en Cabo Rojo, Santuario de la Solidaridad.

Hoy hay dos Santuarios Filiales más: Santuario Cenáculo de la Inmaculada en Juana Díaz (Diócesis de Ponce) y el Santuario de los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen en Hatillo. El movimiento ha crecido y cuenta con miembros en diferentes ramas: liga de sacerdotes, Instituto de sacerdotes, juventud femenina, liga de mujeres (señoritas profesionales), liga de madres, Federación de mujeres, Federación de madres, Hermanas Marianas, liga de familia, Federación de Familias e Instituto de Familias. Ha habido juventud masculina aunque en los últimos años no ha estado activa.

 

Breves Datos Sobre Jesús María Pagán (25/IX/1937 – 17/I/2001)

En una isla de abundantes palmas, flamboyanes, trinos de pájaros, innumerables y coloridas flores, mares, ríos, cantos y poesías nace Don Jesús María Pagán. Dn. Jesús nace en la isla tropical y caribeña de Puerto Rico. Luego de unos años de casado se marcha a Nueva York. Allí él y su esposa, Hilda, oyen hablar de Schoenstatt y del P. Kentenich que vive en Milwaukee, Wisconsin. Su curiosidad por este padre es tan grande que viajan a principios de los sesentas a Milwaukee para conocerle. Dn. Jesús luego realizaría dos visitas más por su cuenta y en la tercera el Padre Kentenich les invita a mudarse para allá. En menos de un mes, la pareja joven e idealista se muda y siguen los pasos del Padre a cada segundo. ˇEl Padre los cautivó! Un hombre con los pies en la tierra y el pensamiento en el cielo.

Dn. Jesús consigue trabajo como terapista ocupacional en una institución de niños. Pero en un momento dado, se presentó la posición de conserje en la casa de los palotinos y la disponibilidad de una casa perteneciente a los palotinos muy cerca del Santuario del Exilio. Compartió su idea de aplicar para la posición con el Padre. Éste estuvo de acuerdo. Dn. Jesús habló con el rector. Éste se extrañó de que a pesar de que Dn. Jesús desempañaba un trabajo profesional le interesara ir a limpiar pisos a tiempo parcial. El rector aceptó y a cambio le ofreció la casa cerca del Santuario.

"Aquello fué el Cielo en la tierra".

La familia Pagán acompañó al Padre Kentenich al Santuario del Exilio en muchas ocaciones. Estuvieron en las reuniones de los lunes en la tarde, el Padre Kentenich les visitó en su casa una infinidad de veces ya que en los últimos tiempos de exilio el Padre no podía recibir visitas en su oficina y las recibía en casa de los señores Pagán. Ésta se convirtió en nido para el Padre Kentenich. Así, Dn. Jesús y Da. Hilda decían: "aquello fué el Cielo en la tierra". (1) Todos los viernes ambos iban a confesarse con el Padre, recibían dirección espiritual con mucha frecuencia en su oficina. Dn. Jesús le sirvió de traductor en muchas ocasiones. El Padre Kentenich educa a Dn. Jesús para que éste pudiése transmitir los elementos esenciales de Schoenstatt a otras personas.

Tuvieron una relación con el Padre Kentenich de pareja, de familia, de familia latinoamericana. El Padre Kentenich transformó en ellos la ingenuidad que caracteriza a los latinoamericanos en filialidad. El Padre Kentenich depositó su confianza en ellos y los amó. "…hasta llegar a amarnos los tres no solamente infinitamente, sino de una manera extraordinariamente cercana, personal y afectiva". (2) El Padre Kentenich se dajaba amar por ellos y él los amaba tiernamente. El Padre Kentenich nunca escondió su afecto por ellos y les regaló hasta más no poder.

"Nunca sentí temor de acercarme al Padre Kentenich para conversar con él y tocar cualquier tema. Si de algo nunca he tenido que arrepentirme es de no haber perdido un minuto en la cercanía de él… siempre me sentía bien recibido por nuestro Padre". (3)

"Éste sí que es un verdadero Santuario Hogar".

El 18 de octubre de 1963, coronan en su hogar a la Santísima Madre. Le dedican una pieza completa de su hogar a la Mater. Al Padre Kentenich verla, exclamó: "Éste sí que es un verdadero Santuario Hogar".

Fueron muchas las visitas que Dn. Jesús le hizo al Padre Kentenich tarde en la noche para tratar únicamente de temas espirituales. Si no, lo hacían por teléfono y hablaban largo… Muchas veces luego de una conversación el Padre les decía: "Más y más nosotros nos estamos convirtiendo en una familia" (4), refiriéndose a Dn. Jesús, Da. Hilda, sus hijos y él.

Ninguna otra familia estuvo tan cerca del Padre Kentenich como ellos. El Padre Kentenich sintió tanta confianza en ellos que llegaba hasta ellos para compartir penas y alegrías. En tiempos difíciles, Dn. Jesús, por su trabajo de conserje por las noches, llegó a ser portador "clandestino" de cartas o mensajes al Padre ya fuése para él o para afuera de la casa.

En otoño de 1964, se recibió una invitación para participar en el Congreso Mariólogico y Mariano en Santo Domingo, República Dominicana. Éste se llevaría a cabo en marzo de 1965. El Padre Kentenich invita a Dn. Jesús para que fuése el representante de la Familia de Schoenstatt. El mismo Padre Kentenich escribe el discurso. Dn. Jesús era el único deponente seglar. Al finalizar el congreso, en camino de regreso a Milwaukee, para en casa de sus padres en Aguadilla, PR. Es en casa de sus padres donde el P. Carlos Boskamp bendice el primer Santuario Hogar en Puerto Rico.

Su mision del 31 de mayo – "Predica sin cesar el nombre del Padre Kentenich"

Antes de salir para el congreso, el Padre Kentenich le dijo a Dn. Jesús: "… tu misión es predicar la misión del 31 de mayo". (5) Para Dn. Jesús ésto fué un acto de envió. Años más tarde, en 1991, cuando asistía a una Jornada preparatoria para el Jubileo de Oro del 20 de enero en Florencio Varela, Buenos Aires, Argentina, Dn. Jesús sintió una inspiración interna mientras rezaba en el Santuario del Padre: "Predica, predica sin cesar el nombre del Padre Kentenich. Al hacerlo estás predicando el nombre de Cristo porque el Padre Kentenich fué transparencia de la paternidad de Dios y Dios se hace transparencia perfecta a través de su Hijo Jesucristo. Esa es para tí la Misión del 31 de mayo, predicar las grandezas de María a través de la persona del Padre Kentenich". (6) Y así proclamó con más vehemencia que antes al Padre Kentenich.

El 15 de septiembre de 1973 fué ordenado diácono permanente en la diócesis de Ponce, PR. Sintió gran alegría de poder servir al Dios Padre y al Padre Kentenich en esta nueva forma.

Schoenstatt – corazón de la Iglesia

En la celebración final del año Mariano en Roma en los ochentas, Dn. Jesús fué diácono asistente del Santo Padre en la Santa Misa y confió a un amigo que junto al Santo Padre él sintió "que simbólicamente era cierto que Schoenstatt era, en su humildad y pequeñez, en su servicio callado y diaconal como María, corazón de la Iglesia". (7)

Ocho minutos antes de partir al Schoenstatt Eterno escribió sus últimas letras: "A los dos – tres, la bendición y un beso". Por muchos interpretadas: "Para todos, la bendición y un beso".

En una isla llena de abundantes palmas, flamboyanes, trinos de pájaros, innumerables y coloridas flores, mares, ríos, cantos y poesías muere Don Jesús María Pagán. Fué enterrado detrás del Santuario de la Solidaridad en Cabo Rojo, muy cerca del memorial del Padre Kentenich. Para nosotros, la Familia de Schoesntatt, es una bendición que él descanse en ese lugar santo que tanto amó.

Conocí a Dn. Jesús y tengo vivos recuerdo de él y Da. Hilda. Sentí en él su amor por la Iglesia, la Mater, Schoenstatt, el Padre Kentenich, la familia. Hablaba con convicción de los valores de la familia. Ví su devoción, sus sacrificios, fidelidad y filialidad hacia el Padre. En su Santuario Hogar sentí la presencia del Padre de una manera muy real y palpable. Este trabajo sería sumamente largo si contara algunas de mis experiencias con la familia Pagán. Sólo quería presentarles la figura de Dn. Jesús y su importancia en la historia de Schoenstatt para los laicos, sobretodo para los matrimonios que queremos vivir cerca del Padre.

Gratitud

Quiero dar las gracias a Da. Hilda Pagán por apoyarme en este trabajo, por la conversacion telefónica que me dió fuerzas para realizarlo y por confiarme fotos familiares. A la familia Fred y Fé Pérez, de la Federación de Familias, de Cabo Rojo, PR que me enviaron las fotos de Da. Hilda, funeral y entierro. A la Hna. M. Kornelia por pedirme este trabajo que me llena de honor. Al P. Héctor R. Vega que me ha acompañado con sus oraciones y apoyo durante la preparación y realización del mismo. A todos mi gratitud y oraciones. ˇDios les bendiga!

Mercedes I. Vivoni, Instituto de Familias, Arlington, Texas USA

 

Notas

(1), (2), (3), (4), (5), y (6) Pagán, Jesús M., Carta a la Familia Anita y Alfredo Moore, miembros del primer curso chileno del Instituto de Familias, 22/08/1993.

(7) Coeymans, Juan Enrique y Zabala, Carmen, Carta a la Familia de Schoenstatt (remitida a mi persona vía correo electrónico), Chile, 18/01/2001



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Last Update: 28.04.2001 0:25 Mail: Editor /Webmaster
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