(mkf) La Familia de Schoenstatt Peruana está celebrando el primer Santuario de Schoenstatt en tierra peruana – bendecido el 8 de Diciembre de 2000. La experiencia de este nuevo lugar de gracias en el centro es la fuerza que dirige sus actividades. Están convencidos que la Virgen Santísima, tal como en el Santuario Original de Schoenstatt, atraerá muchos corazones jóvenes a Schoenstatt. Los grupos de Schoenstatt en Lima, capital de Perú, también esperan pronto poder construir un Santuario de Schoenstatt allí.

El Arzobispo Miguel Cabrejos bendijo el nuevo Santuario en Trujillo el 8 de diciembre de 2000. Aproximadamente 1500 personas se unieron a la bendición, entre ellos 200 o más Schoenstattianos quienes viajaron mas de 300 millas desde la capital, Lima y hasta la ciudad portuaria Callao. Pequeñas delegaciones vinieron de Chile, y del vecino país Ecuador. Los miembros Schoenstattianos de Perú experimentaron la bendición de su Santuario como un sueño hecho realidad.

Nació de la Alianza de Amor de una persona.

El nacimiento de Schoenstatt en Trujillo fue por la Alianza de Amor sellada por una hermana Vicentina Alemana, la hermana Liberata, quien trabaja en un orfanato en Trujillo. Ella selló su Alianza de Amor en Schoenstatt, Alemania, antes de que su orden la mandara a Perú. Cuando mujeres vecinas del orfanato le pidieron que les diera charlas espirituales, ella primeramente no sabía que hacer. Después recordó Schoenstatt y la Alianza de Amor, y le pidió a Ana María Trilling, miembro del Instituto Secular de Mujeres de Schoenstatt, que le mandara imágenes de la MTA y libros. "Nunca antes había conocido una persona que viviera la fe en la Divina Providencia, de una manera tan profunda", compartió el Padre Reinhold Nann, un miembro Alemán del Instituto de Padres de Schoenstatt, quien trabajó como pastor en Lima por un par de años. Las mujeres que le pidieron a la hermana Liberata que les diera pláticas espirituales, estaban emocionadas con lo que habían aprendido, y mandaron también a sus niños. Después, se formaron grupos de familias en Lima – donde Schoenstatt había llegado desde Ecuador. En ambos lugares, en Lima y en Trujillo, la Virgen Peregrina ayudó a esparcir Schoenstatt cada vez más, en círculos mayores.

Los grupos de Schoenstatt de Trujillo acompañaron la construcción del Santuario con compromiso, entusiasmo y alegría, y en Septiembre 17, coronaron a la Virgen Santísima como la administradora de construcción del Santuario. Ellos crearon su propia experiencia: Mientras trabajaban en la construcción de la piedra angular del Santuario, un anhelo se creó entre ellos – el anhelo de ser Santuarios de Schoenstatt vivientes, y de irradiar las gracias del Santuario en los lugares donde se desarrollaba su vida diaria.

Traducción: Rossy Rada, Nuevo Laredo, México