Schönstatt - Begegnungen


"Todos vendrán a Ti" –
Y más de 10,000 vinieron al Pesebre en Schoenstatt

"Diez minutos ante el pesebre" Clausura el 7 de Enero con un record de 1,700 participantes.

7.1.2001 - "10 Minuten an der Krippe": Die Anbetungskirche auf Berg Schönstatt war bis zum letzten Stehplatz gefüllt.
Kinder auf den Schultern ihrer Eltern konnten noch in die Krippe blicken. Alle anderen mussten warten bis sie am Ende der Veranstaltung zur Krippe gelangen konnten
Die heiligen drei Könige an der Krippe in der Anbetungskirche Berg Schönstatt.
Vor dem alten Stall Weihnachtstee und Plätzchen: Viele Besucher blieben noch zu einem kleinen Schwätzchen
Voll besetzter alter Stall: kostenloser Weihnachtstee und Plätzchen
Fotos: PressOffice Schoenstatt, hbre © 2001
 

(mkf) Con más de 1,300 participantes en la repleta Iglesia de la Adoración y 400 que no pudieron encontrar un lugar adentro y se tuvieron que contentar con escuchar desde afuera, se dio fin a los "Diez minutos ante el pesebre" en Schoenstatt el 7 de Enero, 2001. "Todos vendrán hacia Ti" – decía la línea introductoria del texto de los ‘Diez minutos ante el Pesebre" y se hizo realidad en esta Navidad. "Todos vendrán a Ti, Jesús, Niño en el Pesebre", incluso si tienen que formar largas filas y no encuentran un lugar en la Iglesia. Más de 10,000 personas experimentaron la Navidad junto al pesebre en Schoenstatt en este tiempo.

Algunos que ya sabían cómo era por los años pasados, llegaron temprano, a la 1:30 PM. Los que llegaron después de las 2:50 PM sólo pudieron disfrutar del sol radiante y de los textos y cantos que se transmitían desde adentro por los parlantes (o disfrutar de las galletas y té ofrecidos en la granja) – no había ni un solo puesto libre en la Iglesia de la Adoración. Desde que se comenzó con los "Diez minutos ante el pesebre" el 26 de Diciembre, cientos de personas vinieron cada día a unirse a las oraciones y cantos, y a escribir los nombres de sus seres queridos en una estrella, confiándolos al Niñito Jesús, el Niño en el pesebre, y a las oraciones de las Hermanas de Schoenstatt.

Al menos 1,300 personas estaban adentro en la Iglesia y unas 300 a 400 personas estaban afuera, o llegaron más tarde. Al final del día, que también marcó el fin de este proyecto navideño anual, se sirvieron aproximadamente 850 litros (220 galones) de Té Navideño y más de 1,000 platos de galletas, además se regalaron miles de "Buenos Mensajes para el 2001" del Padre Kentenich, y miles de nombres se escribieron en las estrellas. Nadie sabe qué pasa en las miles de personas y cientos de niños que vinieron durante estos días – por primera vez o que vinieron tres o cuatro veces durante la semana. "Tomamos esto muy en serio", dijo la Hna. Mariluis, una de las Hermanas de la Adoración que estuvo muy ocupada ese día tratando de preparar la Iglesia para tantos visitantes. "Vamos a continuar rezando por cada uno cuyo nombre está escrito en las estrellas de papel. Las otras hermanas nos acompañan rezando también."

Niños – Tesoro y esperanza para el mañana

Las Hermanas de María de Schoenstatt formaron un coro y una orquesta para hacer de este evento final de cantos ante el pesebre, algo muy especial. Ya desde las 2:30 PM, la Iglesia estaba más llena que lo acostumbrado en una Misa de Domingo, y se comenzó a ofrecer música de órgano y flautas, lo que proporcionó una atmósfera alegre y religiosa. "¿Dónde están las canastas?", preguntaba una joven madre que estaba junto al pesebre, "Ya queremos llenar las estrellas". Niños de todas las edades estaban sentados en las escaleras del altar de la Iglesia, con estrellas y campanas de cartón en sus manos. Otros esperaban en la parte posterior de la Iglesia, vistiendo como pastores, como José y María. Para algunas de las niñas que les tocó ser María uno de los días, y para sus padres, esta es una profunda experiencia. "La última vez que vi a mi niña tan tranquila y silenciosa fue hace nueve años – cuando estaba recién nacida y dormida," dice suspirando un joven papá – mientras que a su vez se muestra muy orgulloso. La pequeña Elena no se quiere ir después de la celebración; era muy pequeña para llevar el vestido designado para "María", pero lo entendió. "Encontré esta concha de caracol y es mi tesoro favorito. ¿Se lo puedo regalar al Bebé Jesús? El año siguiente cuando vuelva, ¿puedo ser otra vez María? Y ¿estará mi conchita de caracol todavía con el Niño Jesús?"

"Creo que nunca he visto una iglesia tan llena de gente joven y niños como esta", dijo un hombre que no pudo encontrar un lugar para sentarse y tuvo que dejar la iglesia; no enojado, sino radiante de alegría. "No me puedo quedar parado por una hora, simplemente iré a casa y vendré otro día. Imagínese – encontrar una iglesia demasiado llena para entrar. Eso da esperanza para el mañana". El Dr. Roman Fink, de Munich, quien diseñó la documentación y presentación de video en la Casa Padre Kentenich dijo: La escena del Nacimiento es encantadora, y al ver tantos niños sentados delante del pesebre, uno siente que los niños son un tesoro, un tesoro humano, un tesoro de la humanidad. Casi nunca había experimentado eso de forma tan poderosa como lo hice hoy: Este es el futuro. Ver ese futuro aquí en Schoenstatt puede de verdad rebatir tu convicción de que es muy tarde. No lo es."

"Haz que por Schoenstatt vuelvan a llenarse las amplias naves de la Santa Iglesia"

El mensaje se transmite boca a boca en el área alrededor de Schoenstatt – durante la temporada de Navidad uno debería haber estado en Schoenstatt. Algunos señores de edad de Westerwald vinieron tres veces durante la semana; en la asamblea anual del Coro de la Parroquia en Weitersburg la semana pasada la pregunta principal era: "¿Ya fuiste? Y ¿Quién irá el Domingo?

Un miembro de la Rama de Madres de Schoenstatt escuchó en la radio sobre los ‘Diez minutos ante el pesebre" en Kalsruhe – a unos 250 kilómetros de Schoenstatt. "Me metí a mi carro y manejé hasta allá el Sábado. Me gustó tanto que fui a la Casa Marienland y pedí un cuarto para alojar por la noche, y pude ir de nuevo hoy! – "Tienes alguna idea donde ir los Domingos con los niños." Preguntó un hombre a su colega. La respuesta espontánea fue. "¡Anda a Schoenstatt! Allí aprecian a los niños y cantan villancicos."

Cristianos protestantes y musulmanes estaban entre los participantes; ellos se sienten bienvenidos y acogidos. Muchos de los que vienen no saben mucho de su fe, no tienen un lugar o un hogar en la Iglesia. El simple y discreto estilo de los textos ayuda. "El Dios en el cual ustedes creen debe ser uno muy amoroso," dijo una joven mujer que vino con sus dos niñas, las cuales ayudaron a recolectar las estrellas y llevarlas al pesebre. "Gracias por compartirlo conmigo".

Los "Diez minutos ante el pesebre" en Schoenstatt comenzaron en 1997 y desde entonces se ofrecen cada año desde el 26 de Diciembre hasta el Domingo después de Epifanía. Adicionalmente, se ofrecieron varios "viajes al pesebre" algunos de estos días como un programa para adultos y niños.

Traducción: Angela Santos, Guayaquil, Ecuador

 



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Last Update: 28.04.2001 0:25 Mail: Editor /Webmaster
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