Schönstatt - Begegnungen


Haciendo uso del vigor del corazón

Un Domingo de Septiembre - soleado, juvenil, animado y lleno de espíritu

Young pilgrims by the Original Shrine
Junge Wallfahrer am Urheiligtum
Several children plan to bring thier friends along next time!
Mehrere Kinder kündigten an, beim nächsten Mal ihre Freunde mitzubringen!
Encounter in the Founder Chapel
Begegnung in der Gründerkapelle
The children liked the crafting ...
Den Kindern gefiel das Basteln ...
Chilean and German Professionals enjoyed an evening with crafting - no translation needed
Kreatives Tun braucht keine Sprache: chilenische und deutsche Berufstätige
Monsignore Arlindo Mombach
Hoy Mass in the Original Shrine
Heilige Messe im Urheiligtum
Religious experiences for children -- one of the main objectives of the weekend retreat in Schoenstatt
Darum geht es in Schönstatt zentral: schon den Kindern relirgiöse Erlebnisse vermitteln
Excited audience of the marionette play
Begeisterte Zuschauer beim Kasperletheater
Fotos: PressOfficeSchoenstatt, mkf © 2000

(mkf) "Haciendo uso del vigor del corazón" – esta frase inspirada en la vida y enseñanzas del Padre Kentenich dieron el tono al encuentro de madres e hijos que se realizó en el fin de semana del 22 al 24 de Septiembre, al cual asistieron 38 jóvenes mamás con sus 56 niños. Además estuvieron en Schoenstatt 40 niños menores de 10 años junto a un grupo de Familias schoenstattianas de la Diócesis de Colonia. En el último fin de semanda de Septiembre Schoenstatt se convirtió en un patio de juegos y mostró un rostro muy juvenil.

Este rostro joven no lo mostraron sólo los niños, sino también Mons. Arlindo Mombach y su sobrina, Iloni Mombach Homerding, de Brasilia, Brasil. Esto lo pudieron comprobar 14 chicas profesionales de Alemania del Norte, quienes lo habían invitado a celebrar la Santa Misa en el Santuario Original el Sábado por la mañana. En su sermón, compartió con un entusiasmo juvenil sus experiencias con el Padre Kentenich durante un retiro en Santa María, hace cincuenta años. El recuerda detalles de las pláticas del Padre Kentenich que tenían "mensajes para toda la vida". Comentó que sentía como si hubiera estado en ese retiro el día anterior. "No entiendo por qué el Padre Kentenich no ha sido canonizado aún. Yo lo "canonicé" personalmente hace cincuenta años. Lo escuchaba con la convición de que estaba escuchando a un sacerdote santo". Espontáneamente su sobrina añadió: "Yo tenía 14 o 15 años e iba a la escuela en Santa María. El Padre Kentenich dio una charla a todos los estudiantes.Todavía recuerdo algunas de sus palabras, nunca olvidé a ese sacerdote".

Una mujer profesional de Chile, que estudia en Italia, y un joven de Curitiba, Brasil, que trabaja en colonia, estuvieron presentes en aquella Santa Misa, la cual fue celebrada en portugués y alemán. El joven brasileño no conocía nada de Schoenstatt, había decidido ir a una peregrinación en el Año Santo y le recomendaron ir a Schoenstatt. La primera persona que encontró al bajar del autobus en Schoenstatt, fue una Hermana de María de Brasil, y cinco minutos después ya estaba en el Santuario Original, justo a tiempo para la Misa en portugués con el Sacerdote de Brasilia. "Nunca imaginé que Schoenstatt fuera tan internacional", dijo. El joven brasilero sabía que en Curitiba había un Santuario y un alemán le había informado acerca del Santuario en Colonia.

Experimentar a Dios

"Aquí en Schoenstatt, encuentro la fuerza que necesito para mi vida diaria", comentó una joven mamá, participante del encuentro madre-hijos que tuvo lugar ese fin de semana en la Casa Marienland. Otra dijo: "Necesitaba experimentar a Dios, para eso vine. En Schoenstatt se siente uno muy cerca de Dios, su presencia es tangible en el Santuario, y en todos los que han dedicado su vida a Schoenstatt". El cómo experimentar la presencia y guía de Dios en los pequeños acontecimientos de la vida diaria fue el tema de las charlas que dieron el Padre Theo Breitinger y la Hna. M. Pia Buesge en este fin de semana. A las jóvenes madres de la diócesis de Limburg, Fulda, Mainz, Würzburg, Trier y Paderborn les impresionó mucho la visita a la Casa Padre Kentenich y los desafíos de su vida y mensaje, de reconocer y utilizar el vigor del propio corazón para enfrentar las tareas de cada día, las personales y las de la familia. Se ofrecieron programas alternativos como meditaciones, caminatas, danza meditativa, rosarios y momentos de encuentro. Cada una podía escoger y encontrar algo que llene sus anhelos y necesidades.

Vivencias religiosas para los niños

Las experiencias comunes entre las mamás y los niños, fueron lo más importante del programa del fin de semana – ya fuera un teatro de títeres el Sábado por la tarde la Santa Misa final con la bendición de cada niño. "Queremos dar bases religiosas a nuestros niños", dijo una mamá y queremos transmitirles por qué amamos tanto este lugar". Parece que tuvieron éxito, pues algunos de los pequeños sorprendieron a sus mamás con planes muy concretos, no sólo de regresar a Schoenstatt, ¡sino también con cuales de sus amigos vendrían! Les dijeron a sus mamás que tendrían simplemente que invitar a las mamás de sus amigos.

Los niños fueron también el enfoque del encuentro de familias de Colonia. Muchas de estas familias iban a Schoenstatt por primera vez. Una parte del programa era el "rally del valle" – los niños y los adultos tenían que encontrar cumplir ciertas tareas. Los pequeños terminaron rápidamente su trabajo – contar el número de confesionarios en la Iglesia de Peregrinos o el número de bancas del Santuario Original –. A los mayores se les dificultó cumplir con sus tareas como multiplicar el número de páginas de la nueva biografía de la Hna. M. Emilie por el código de teléfono de la Casa Mariengart... al final se sabían de memoria todas las casas del Valle de Schoenstatt y mucho sobre Schoenstatt. (Una calculadora les hubiera sido muy útlil).

"Aprendemos a compartir la experiencia de Dios en nuestra vida" dijo una de las mamás que participaban en el encuentro de la Casa Marienland. "A veces necesitamos un fin de semana como este para cargar nuestras baterías", dijo un miembro de la rama de mujeres profesionales. "Nosotros las profesionales a veces estamos demasiado ocupadas. Por ello es bueno parar por unos momentos y dedicar una hora a rezar en la capilla de la Casa Sonnenau y escribir una carta al Padre Kentenich". Otra añadió: "Me impresionó mucho el testimonio de la Hna. Petra acerca de su experiencia con el Padre Kentenich y el tiempo que pasé en la Capilla del Padre luego de eso." "Ahora lo llamo "mi Padre" – "Schoenstatt es realmente un lugar donde el cielo toca la tierra" dijo otra de ellas, "y Schoenstatt es donde estoy, debo transmitir esta experiencia con los demás: Dios está presente aquí y ahora".

Traducción: Angela Santos, Guayaquil, Ecuador

 



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Letzte Aktualisierung: 14.10.2000 15:58 Mail: Redaktion / Webmaster
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