Schönstatt - Begegnungen


Bendición del "Madre de la Unidad" en Zabrze-Rokitnica, Polonia

el 9 de septiembre en el Año Jubilar del 2000

9. September 2000
Dedication of the new Shrine in Zabrze-Rokitnica, Poland
Weihe des neuen Heiligtums in Zabrze-Rokitnica, Polen
Dr. Inge Birk, Luzie Pnioczynska (r)
with the MTA picture for the Shrine - a picture that was brought to this place 60 years ago
mit dem MTA-Bild für das Heiligtum - das vor 60 Jahren schon von Schönstatt hierher kam

Bishop Jan Wieczorek, Gliwice (2nd from left) praying with priests in front of the shrine
Bischof Jan Wieczorrek (2. v.l.) mit Priestern im Gebet vor dem Heiligtum

Blessing with holy water
Die Wände des Heiligtums wurden mit Weihwasser besprengt
Holy Mass, concelebrated by many priests, close by the Shrine
Heilige Messe in Konzelebration - nahe beim Heiligtum
Procession with gifts for the Shrine
Gabenprozession mit Geschenken fürs Heiligtum
A souvenir from the Shrine for each participant
Ein Erinnerungsbild vom Heiligtum für jeden Teilnehmer
Corner stone laying -- May 31, 2000
Grundsteinlegung am 31. Mai 2000
Corner Stone - with a piece from the Berlin wall; blessed by Pope John Paul II on June 15, 1999
Grundstein mit einem Stück der Berliner Mauer - am 15.6.1999 von Papst Johannes Paul II gesegnet
New Shrine "Mother of Unity"
Neues Heiligtum: Mutter der Einheit
Fotos: Schoenstatt in Polen © 2000

(Irmgard Sorg) El 9-9-2000, un nuevo santuario se agregó a la red de santuarios en Polonia. En Rokitnica, suburbio de la ciudad de Zabrze en la Alta Silesia (sur de Polonia), el Obispo de la diócesis de Gliwice, Jan Wieczorek, bendijo el santuario que lleva el nombre "Madre de la Unidad". Este santuario es el regalo del Instituto "Nuestra Señora de Schoenstatt" a nuestro Santo Padre para el Jubileo del 2000.

El Snatuario es una nueva fuente de gracias de unidad en su patria, que en el curso de la historia ha sufrido tanta separación, división y dispersión. El santuario se halla al borde de un pequeño bosque, en medio de un gran jardín – un oasis de paz.

La Historia de la imagen de la MTA para el santuario.

La historia de la imagen de la MTA para el santuario en Rokitnica nos habla de que la Mater misma, hace 60 años, se puso en camino desde Schoenstatt para elegirse precisamente este lugar. En los años 30 del siglo 20, una enfermera de la organización católica laical "Fides", llamada Anna Zwacka, trabajaba en el hospital para mineros en Rokitnica. Pertenecía a la Liga femenina. En Schoenstatt consiguió una imagen grande de la MTA y, junto con los miembros de su grupo, establecieron un oratorio en un ala del hospital. Cuando en 1939 las enfermeras católicas fueron remplazadas por las enfermeras nacionalsocialistas, Anna Zwacka se llevó a la MTA a su casa. Después de la II Guerra Mundial, en 1947, dejó esta misma imagen a unas hermanas polacas de la Congregación de las Hermanas Escolares de Notre Dame, que estaban buscando una imagen bella de María para la capilla de su casa, la cual se hallaba cerca del hospital. El 25-5-1948, en un tiempo de gran opresión por el nuevo régimen comunista, esas hermanas polacas se confiaron a la MTA. Lo testimonia una hoja amarillenta que se encontró detrás de la imagen cuando la restauraron recién. Dos "señoras de Schoenstatt" del primer curso polaco celebraron el inicio de su noviciado delante de esta misma imagen, en Navidad de 1964, allí en la capilla de las hermanas polacas.

En 1992 las "Hermanas de Notre Dame" tuvieron que dejar su casa en Rokitnica y la ofrecieron a la venta a través del Obispo de Gliwice. Este, a su vez, sabía que el Instituto "Nuestra Señora de Schoenstatt" estaba buscando una casa con terreno y les indicó esta posibilidad. Grande fue la sorpresa de las señoras de Schoenstatt cuando visitaron la casa y el terreno por primera vez y encontraron a la MTA todavía presente en la capilla, encima del altar. La Mater les había precedido y las estaba esperando desde hacía muchos años.

Vigilia de la bendición

La pequeña familia polaca de las "Señoras de Schoenstatt" comenzó con la construcción del santuario en 1999, el año jubilar del 31 de mayo, apoyada por toda la comunidad. Dos días antes de la consagración del santuario por el Obispo del lugar, Jan Wieczorek, 32 miembros del Instituto, junto con su Dirección general, se pusieron en camino hacia Rokitnica, en autobús o avión. En la vigilia de la bendición querían encontrarse con sus 12 hermanas polacas. Conmovidas y con profunda gratitud, peregrinaron por el camino que la Mater había recorrido – del hospital de Rokitnica hasta la puerta aún cerrada del nuevo santuario. Dos señoras de Schoenstatt polacas llevaron la imagen de la MTA.

La plaza delante del santuario se llenaba ...

El día de la bendición, el 9-9-2000, el cielo nos regaló un espléndido sol de otoño. En la mañana se podían presenciar aún los últimos preparativs: hombres dando el toque final con sus martillos al podio para el altar, instalando el trono para la MTA delante del santuario, mujeres decorando el santuario y limpiando sillas y bancos. Por fin todo estaba listo.

El portón de entrada al terreno en la calle "ul. Gen. Andersa 67" estaba abierto invitando a todos a entrar. Allí una mujer joven del Movimiento de Schoenstatt polaco recibía a todos los visitadores – de Rokitnica, de las parroquias vecinas, del Movimiento de Schoenstatt de toda Polonia ... La plaza delante del santuario se llenaba poco a poco – con niños y jóvenes, familias, personas de todas edades. Entre los festejantes había 15 Hermanas de María polacas con su Superiora regional, la Hna. Anita, un grupo de jóvenes que con el P. Romuald, un padre de Schoenstatt, recién habían vuelto de la Jornada Mundial de Jóvenes en Roma, grupos de la Juventud femenina, personas de la República checa y de Eslovaquia – y 50 señoras de Schoenstatt, 34 de Alemania, 12 de Polonia, y una de India, del Congo, de Suiza y de Eslovaquia. En total había unas 600 personas. Y por doquier saludaba el símbolo del Jubileo del 2000, de banderas, del altar, de las camisas y paños de los jóvenes.

Este es el día que hizo el Señor.

El cantor y organista de Zabrze tomó asiento delante de su keyboard. El y la banda de instrumentos de viento de los mineros acompañaron todos los cantos litúrgicos. A las 10.00 a.m. comenzó el programa previo: saludo, rezo del rosario, ensayo del canto de entrada: Oto jest dzién... Este es el día que hizo el Señor. Y a las 11.00 a.m. en punto se inició la liturgia con una solemne procesión de entrada: precedida por la cruz procesional siguieron una delegación de mineros con sus uniformes oscuros, sus penachos blancos y el estandarte de Santa Barbara, 12 monaguillos de la parroquia de Rokitnica, los padres de Schoenstatt polacos con su superior, el P. Nikolaus Stadelmann (de Suiza), sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, el párroco del lugar, Zygrfyd Sordon, el decano, el P. Josef Fleischlin, Director Espiritual del Instituto "Nuestra Señora de Schoenstatt" y el celebrante principal, el Obispo de la diócesis de Gliwice, Jan Wieczorek.

La Superiora General del Instituto "Nuestra Señora de Schoenstatt", Dr. Inge Birk, y Luzie Pnioczynska, la Superiora de la comunidad polaca, llevaron la imagen de la MTA y la instalaron en su trono provisorio delante del santuario. Y todos los corazones y voces entonaron con gozo: Sí, este es (realmente) el día que hizo el Señor...

Después Luzie Pniocynska como "ama de casa" saludó al Obispo con mucha alegría, porque... "donde los fieles se reúnen en torno a su Obispo, allí está la Iglesia, y donde está la Iglesia, allí también está presente Aquella que Cristo dio a la Iglesia como su Madre y que nosotros saludamos como Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt. En su honor hemos erigido este santuario para que Ella habite en medio de nosotros atrayendo los corazones, distribuyendo sus dones y sus gracias y clarificándose como Madre de la Unidad. Excelencia, le pedimos que presida nuestra celebración y que entregue esta capilla a la Sma. Virgen en nombre de todos nosotros."

Dos hombres de la Familia de Schoenstatt polaca le entregaron al Obispo las llaves del santuario. Después de la letanía de todos los santos siguió el rito de la aspersión: primero el Obispo rondó el Santuario y después asperjó a la comunidad de fieles. Mientras tanto, todos cantábamos una antigua canción bautismal, en alemán o polaco – cada uno según sus posibilidades.

La alianza auténtica

Los textos de la liturgia de la Palabra profundizaron aún la alegría del día: "Exulta, Israel, ... el Señor, tu Dios, está en medio de ti" (Sof 4,14-20); "Mirad la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21, 1-5). Y una joven señora de Schoenstatt polaca cantó con voz clara el salmo 94: "Mi alma se consume de anhelo por el templo del Señor". En su prédica, dada con fervor y ahínco, el Obispo ilustró la Alianza de Amor con los colores del arco iris cual "testigo de la alianza". Y dijo: "La unidad entre los hombres y la unidad con Dios, junto con María, ésta es la alianza auténtica. Renovemos esta alianza siempre de nuevo en nuestra vida diaria."

Después el Asesor del Movimiento, el P. Arkadiusz, introdujo a la ceremonia de bendición del Santuario propiamente tal con palabras tomadas del Acta de Fundación, y nos invitó a renovar nuestra alianza. Bajo el toque de las campanas, el Obispo abrió la puerta del Santuario y entró con su séquito. Asperjó los muros y el altar con agua bendita y los incensó. Después la Mater entró solemnemente a su morada y el P. Arkadiusz le "ayudó" a que pudiese tomar posesión de su trono. El canto del "Magnificat" concluyó la ceremonia.

Entre la intercesiones que seguían, tal vez ésta fue la más insistente: "Con María, la Madre de la Unidad, pedimos. Haz que tu Iglesia, por intercesión de la Madre de la Unidad, pueda cumplir siempre mejor su misión de ser un signo de unidad entre los pueblos y un sacramento de íntima unión entre los hombres y contigo, fuente de toda unidad."

La procesión de las ofrendas casi podía competir con la de San Pedro. Las Hermanas de María trajeron un antependio para el altar, un matrimonio un cántaro para el Santuario, una joven un ramo de azucenas, otros el pan y el vino. Y en el sacrificio y banquete eucarístico ocurrió de verdad el milagro de unidad: entrega, transformación y unión.

Santuarios vivos

Una cumbre conmovedora después de la celebración eucarística fue el traslado del Santísimo al santuario recién consagrado, efectuado por el Obispo Jan. Lo acompañaron la Cruz de la Unidad que el P. Josef Fleischlin portaba y la lámpara del Santísimo, que el P. Romuald tenía en sus manos. Mientras tanto la comunidad cantaba el Te Deum. Se podía palpar que Jesucristo estaba entrando en su templo para invitar al encuentro desde el silencio tabernáculo y en biunidad con su Madre, para tocar desde allí a cada uno llevándolo consigo al corazón del Padre.

A la solemne bendición final siguió una liturgia de envío. El P. Arkadiusz invitó a todos los presentes a entrar brevemente al santuario para saludar a la Santísima Virgen y para pedirle la gracia de convertirse en santuarios vivos. Como signo de envío, el Obispo y los padres de Schoenstatt entregaron a cada uno un pequeño prendedor en forma de santuario y una foto. 1200 de estos prendedores emprendieron su camino a los hogares y lugares de trabajo de las personas que los recibieron.

Las melodías alegres de la banda de los mineros acompañaron los encuentros y contactos que siguieron la ceremonia.

En el patio de la casa, la juventud schoenstattiana ofreció a todos una comida sencilla y bebidas.

Y durante todo el día, la Santísima Virgen tuvo visitas: niños y adultos. Con profundo respeto todos se hincaron en el suelo para saludar a la Mater – para nosotros alemanes una imagen muy conmovedora.

Esto fue el día que hizo el Señor. Quien pudo estar presente – ya sea física o espiritualmente – puede realmente exultar y alegrarse.

Traducción: Birgit Winter, Germany

 



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Letzte Aktualisierung: 03.10.2000 1:52 Mail: Redaktion / Webmaster
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