Klaus M. Rosenits

Publicado el 2022-01-07 In schoenstattianos

Gracias, Klaus M. Rosenits

ALEMANIA, Roberto M. González • 

Hoy cuando vamos subiendo el Monte de María el Schoenstatt, nos cruzamos primero con la casa Mariengart, de la Federación de Mujeres, luego continuamos subiendo en zigzag hasta que en la penúltima curva detrás de los arboles, nos sorprende una casa con el nombre de ¨Jugendzentrum” o casa de la juventud. —

Para la juventud alemana es SU casa en el Schoenstatt original, un lugar donde las diferentes juventudes diocesanas encuentran cobijamiento y espacio para desarrollar sus actividades, pero no solo ellos han encontrado y convertido de esta casa su terruño, sino muchos otros grupos parroquiales e inclusos familias enteras realizan vacaciones allí.

Jugendzentrum

Alma de la casa de la Juventud Masculina

Mirando la historia de la casa, sabemos que su construcción no fue fácil, tuvieron que sortear muchos obstáculos para construir “la ciudad” de la nueva comunidad, pues esta fue la idea detrás de la forma y arquitectura de la casa.

Una de las personas que dio vida a la casa y ayudó a construir esa comunidad nueva fue Klaus M. Rosenits,  (en la foto arriba, en silla de ruedas), quien el 30 de diciembre de 2021, ha sido llamado al Schoenstatt eterno.

Una marcada vocación social

Klaus tuvo una marcada vocación social en lo profesional y con el contacto con Schoenstatt, lo llevó a entregar su vida a Dios, como Hermano de María de Schoenstatt, resultado en una entrega marcada al trabajo social primeramente y luego a la juventud Masculina de Schoenstatt.

En este último rol, trabajó mucho tiempo con la juventud en el sur de Alemania con diferentes grupos y campamentos, en la década de los 70 y 80 la Juventud Alemana se encontraba experimentando un crecimiento muy importante, es cuando también inicia la búsqueda y construcción del Jugendzentrum en Vallendar.

Klaus M. Rosenits fue asesor laico de la Juventud Masculina entre 1979 y 1987, pasando luego a ocupar la dirección desde 1986 hasta el 2006, donde fue el encargado de asegurar la vida y pedagogía de la casa para todos aquellos visitantes, logrando amistades y lazos con los huéspedes de la casa, alguno inclusive hasta hoy tienen sus fechas reservadas año tras año.

Se podrían contar muchas otras anécdotas de los tiempos del trabajo con la juventud y en la dirección de la casa, pero al mismo tiempo no es necesario, pues solo debemos mirar al Jugendzentrum y las personas que han cruzado esas puertas para decir: ¡Muchas gracias, Klaus!

Funerales

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